Tuvimos la oportunidad de pasar un par de días en Viena después de haber estado visitando los países del Cáucaso, que podéis leer en Viaje al Cáucaso: Azerbaiyán, Georgia y Armenia con escalas en Estambul y Viena. mediante el billete aéreo más barato que encontramos para salir de Ereván (Armenia). Era una oportunidad de recorrer una de las ciudades más bonitas de Europa y teníamos que aprovechar el tiempo. Una ciudad rica en historia, música, escenario de verdaderos cuentos de princesas y reyes. Una ciudad en la que 2 días no son suficientes para visitarla con atención si amas la historia, los museos, la arquitectura, pero era lo que teníamos. No os vamos a relatar una guía turística porque hay muchísimas, pero quizás siguiendo nuestros pasos os hagáis una idea de cómo visitar y disfrutar esta ciudad sin hacer un maratón, también hay que tener en cuenta que ya la conocíamos. Esperamos que os sirva de ayuda y utilidad ¡Empezamos!
Ir del Aeropuerto al hotel
Desde el aeropuerto hay toda clase de medios de transporte público, pero nosotros nos decidimos por contratar un Uber y por 20€ pudimos ir hasta nuestro hotel en Viena ya que nos salía más barato que tomar el autobús, ¡Qué gustazo da llegar a Europa y tener roaming gratuito!
Alojamiento elegido
Hay una amplia gama de alojamientos en Viena para elegir y se ofrecen muchas opciones dependiendo del presupuesto, de estilo que esté buscando o de la ubicación en la ciudad. Nosotros nos decidimos por el Hotel Meliá Viena, la cadena española está presente allí en el nuevo barrio de negocios (Donau City o Ciudad del Danubio) en el edificio más alto de la ciudad con unas vistas impresionantes.
El porqué de esa decisión fue que primero porque somos miembros de Meliá Rewards con lo que conseguimos algún descuento, segundo porque nos encantan los buenos desayunos y sabíamos que Meliá no nos iba a defraudar y tercero por el precio, muy inferior a los situados en el centro que al fin y al cabo se llegaba en 5 minutos en metro.
Cómo moverse por Viena
Teníamos el hotel muy cerca de la estación de metro de Kaisermuhlen (Viena International Centre) a 6 estaciones de Stephansplatz, la más céntrica de Viena. El mapa, precios de billetes, etc, se puede consultar en su página web: Wiener Linien
Para el primer día optamos por ello mediante billetes individuales a 2,30€ por persona, después decidimos comprar un abono de 24 horas en el autobús turístico y fue una gran decisión ya que nos facilitó muchísimo las visitas más importantes de la ciudad, el precio 27€ por persona, la información de horarios, rutas, etc, en esta página: Bus Turístico Viena.
Viena no es una ciudad barata, pero siempre es posible ahorrar algo teniendo en cuenta algunos detalles a la hora de planificar el viaje, elegir el hotel y pensar las visitas que se vayan a realizar. El tiempo empleado en preparar un viaje nunca es tiempo perdido y además ahorra dinero.
Centro histórico de Viena (Patrimonio Mundial de la Humanidad)
El centro histórico de Viena alberga un gran numero monumentos arquitectónicos, entre los que destacan los palacios barrocos y los edificios eclécticos del siglo XIX además de conservarse otros de siglos pasados con Iglesias góticas y renacentistas. Un verdadero placer caminar entre ellos admirando su arte e historia. Y eso fue lo que hicimos, parando en primer lugar en su verdadero centro neurálgico.
Catedral de San Esteban
La Catedral de San Esteban (Stephensdom) es una de las estructuras más reconocibles de Viena. Desde el exterior de la Catedral, lo primero que sorprende es el magnífico techo de tejas, con su inclinación casi imposible. Otros elementos son sus dos torres gemelas campanario y el pórtico románico que se conserva del siglo XII. Pero si algo identifica a la Catedral es su torre añadida en forma de aguja piramidal del siglo XIII que se conoce localmente como Steffl (pequeño Stephen), una forma irónica de llamarla, porque desde luego no tiene pequeñas dimensiones, pues mide 137 metros y se puede ver desde distintos puntos de Viena.
En el área que lo rodea (Stephenplatz) está abarrotada de artistas callejeros, grupos de turistas y los Fiaker (carros tirados por caballos). El interior es majestuoso y gratuito, solo es de pago la subida a las torres.
Plaza de San Esteban
Con un patrimonio cultural e histórico tan rico, la capital austriaca es una maravilla para pasear y su casco histórico se convierte en un cóctel ecléctico de edificios medievales,góticos, barrocos, historicistas y modernistas. La plaza de San Esteban es un ejemplo de ello y donde destacan la Fuente de Leopoldo y la antigua columna de la peste de Viena.
Iglesia de San Pedro
La Iglesia de San Pedro de Viena es increíblemente hermosa por dentro. El exterior, como se puede ver en la foto, realmente no está a la altura, no es que el exterior sea feo, ni mucho menos, pero quizás sea un poco anodino, pero el interior es maravilloso y no se debe dejar de verla, sobre todo si hay conciertos de corales o niños cantores, como nos pasó a nosotros que nos deleitamos en su interior.
Palacio Imperial de Hofburg
Sería más correcto llamarle complejo que palacio, porque de hecho, consta de varios edificios, plazas y jardines. El Palacio Imperial de Hofburg es el resultado de muchos cambios desde el siglo XIII hasta el siglo XX que le llevaron a su aspecto actual.
Antiguamente centro político del Imperio de los Habsburgo, hoy es un centro de cultura e historia en cada uno de sus rincones. Las instalaciones del Palacio Imperial han ido creciendo paulatinamente y sirven hoy de sede oficial del Presidente de la República de Austria y también se ha reconvertido en una serie de museos, como la Cámara del Tesoro Imperial, el Museo de Sissi, la Escuela de Equitación Española y la Biblioteca Nacional Austriaca, además de varias galerías de arte.
Es por tanto, uno de los complejos de palacio más grandes y espectaculares del mundo. Considerado como una ciudad dentro de una ciudad, el palacio está compuesto por 18 edificios, 19 patios y nada menos que 2.600 habitaciones. Para admirarlo en todo su contexto lo mejor es tomarse un café en la terraza del Starbucks y hacer una parada para repasar planos e información.
El nombre del palacio se traduce como "Castillo de la Corte", denotando la intención de su uso principal cuando fue construido durante la Edad Media. Originalmente se planeó para ser sede de los duques de Austria en el siglo XIII, pero después de la construcción inicial se expandió continuamente a lo largo de los siglos a medida que los duques se hicieron cada vez más poderosos. Más tarde fue sede de los emperadores y reyes de los Habsburgo. Luego, durante los siglos XIX y XX fue sede de los emperadores de Austria. Hoy en día, también es sede oficial del Presidente de la República de Austria.
El palacio tal como lo conocemos hoy como es lógico presenta una gran cantidad de estilos artísticos, que van desde el barroco hasta el rococó, pasando por el gótico y el renacimiento. La parte más antigua del Palacio de Hofburg es la Capilla Real, que data del siglo XIII. En este lugar es donde el Coro de Niños Cantores de Viena se presenta durante los servicios de misas todos los domingos.
Entre toda la oferta cultural elegimos visitar la Biblioteca Nacional Austriaca, totalmente recomendable y vale la pena pagar los 8€ que vale su entrada. Es tan bonita como impresionante, con más de 12 millones de libros en sus colecciones. Originalmente fue llamada Biblioteca de la Corte Imperial, pero la biblioteca barroca cambió su nombre en 1920. Fundada por los Habsburgo incluye cuatro museos, así como varias colecciones y archivos especiales.
Ha sido fuente de inspiración para la compañía Disney para recrear la biblioteca e la película "La Bella y la Bestia". Entre los documentos y legajos más importantes que se pueden contemplar allí están un grabado de Durero (mapa de constelaciones) y un mapa de las vías romanas, único en el mundo, el llamado mapa de Peutinger o Tabula Peutingeriana
Acabada la visita salimos por la Plaza de los Héroes (Heldenplatz) donde se encuentra el inconfundible edificio ecléctico y de fachada cóncava del Palacio Nuevo, de estilo neoclásico con innumerables columnas dóricas que alberga varios Museos: el de Éfeso, el de Instrumentos Musicales y la Colección de Armas. Delante del Palacio Nuevo se alza la estatua ecuestre del Príncipe Eduardo de Saboya.
Ringstrasse
La avenida Ringstrasse es en sí misma una atracción turística más de Viena. Es una avenida circular alrededor del centro de la ciudad y en donde se encuentran los principales edificios monumentales de la capital austriaca, construidos en su mayoría en el siglo XIX después de derribar las murallas que rodeaban Viena desde el siglo XIII. Una calle llena de historia, arquitectura y cultura que obliga al turista a conocerla y recorrerla. Entre los edificios más destacables que se construyeron en la avenida están los edificios gemelos que albergan los Museos de Historia del Arte y del Museo de Historia Natural. En el primero hay una extensa colección de pinturas de Rubens, Rembrandt, Canaletto, Rafael y Velázquez. El segundo es uno de los mejores del mundo en su categoría y lo más interesante de ver es la Venus de Willendorf, la famosa estatuilla de la fertilidad, que tiene más de 25.000 años.
Y por la avenida Ringstrasse caminamos hasta otro de los edificios emblemáticos de Viena y desde donde salen los autobuses turísticos que iríamos a reservar para tener 24 horas de desplazamientos, explicaciones guiadas y la posibilidad de bajarnos en las paradas donde quisiéramos, entre otras, una cerca de nuestro hotel y que nos evitó tener que tomar el metro para volver.
Edificio de la Ópera Estatal de Viena
El teatro de la Ópera está situado en la Ringstrasse y es uno de los teatros operísticos de mayor fama internacional. Construido a finales del siglo XIX pero reinaugurado en 1955 tras los destrozos de la Segunda Guerra Mundial. Ofrece al público un amplio repertorio de altísimo nivel unos 300 días al año al que asisten un gran número de visitantes extranjeros. Para conocer su interior se puede acceder mediante un tour guiado (no hay en español) por 9€ o bien asistir a algún concierto. En su página web podréis obtener la información: ÓPERA DE VIENA.
Desde allí, tomamos el bus turístico que a nosotros nos resultó productivo ya que hicimos varias paradas para conocer sitios que desconocíamos ya que habían pasado muchos años desde nuestra última visita, fuera del Centro histórico de la ciudad.
Iglesia de San Francisco de Asís
Camino a la Viena moderna, a orillas del canal del Danubio, se encuentra esta Iglesia que se construyó al final del siglo XIX y que tiene el aspecto de los castillos ilustrados de los cuentos infantiles. La iglesia ha sido gestionada por la Orden Trinitaria desde 1917. Está situada en el Parque México y por eso también se la conoce como la Iglesia México.
Parque de atracciones Prater
El Wiener Prater, más conocido solo como Prater, es un parque público de gran tamaño de Viena. El término Prater proviene del latín pratum que tiene el significado de prado. Conocido mundialmente por su noria gigante, la Wiener Riesenrad que se conviertió en protagonista en la película "El tercer hombre" y que fue construida con motivo de la Exposición Universal de Viena que tuvo lugar en 1873. Ha sobrevivido a grandes tragedias como incendios, catástrofes naturales y hasta ataques bélicos, dejando solo de funcionar por un par de años durante la Primera Guerra Mundial.
Donau City
Al otro lado del Danubio, Viena se transforma. De las cornisas de los edificios históricos imperiales pasamos a observar una ciudad del y para el futuro. Un cambio radical de la ciudad que aquí se salpica de rascacielos en unos terrenos ganados a las marismas que pareció iba a convertirse en zona fantasma cuando los habitantes de Austria decidieron en referendum que no querían ser organizadores de la Expo mundial en 1995. Pero la ciudad creció, despegó del suelo y cada vez son más las torres que han contribuido a aumentar la altura de este distrito financiero llamado Donau City (Ciudad del Danubio).
Y ese fue nuestro primer día de visita en Viena, descansamos estupendamente en nuestro hotel después de haber pasado una noche entre aeropuertos y vuelos, lo que nos dio fuerzas para continuar con las visitas al día siguiente después de un maravilloso desayuno. En metro fuimos hasta la ópera donde olvimos a tomar el bus turístico y nos dirigimos a un lugar muy peculiar que cada vez es visitado por más turistas.
Hundertwasserhaus
El artista Friedensreich Hundertwasser fue muy activo en muchas áreas, pero en arquitectura fue considerado un rebelde. Con la idea de que todos deberían tener la oportunidad de crear un pequeño paraíso en la tierra, construyó edificios sin normas, especificaciones y líneas rectas.
La Casa Hundertwasser en Viena es un edificio residencial único para la comunidad y uno de los primeros edificios en los que Hundertwasser participó en el diseño. Ubicada en una pequeña zona peatonal con bancos y una fuente, donde desafortunadamente solo se puede ver desde el exterior
Allí se encuentra una pequeña zona de tiendas, un pequeño centro comercial con un denso jardín colgante en el techo que también fue diseñado por Hundertwasser y fue construido debido a la gran cantidad de visitantes. También hay un museo y un encantador bistró con un diseño especial en el que merece hacer una parada y tomarse un café con un pastel.
Tiene hasta página web propia donde indagar en la historia y en las actividades programadas: Hundertwasserhaus
Hundertwasserhaus se construyó entre 1983 y 1985. Dispone 53 apartamentos, cuatro oficinas, 16 terrazas privadas y tres terrazas comunitarias, y un total de 250 árboles y arbustos.
Para llegar a esta explosión de color urbana de forma libre hay que llegar a la estación de metro de Landstraße, pero está a 900 metros del lugar o el tranvía nº1 que deja a tan solo 100 metros. Luego está el bus turístico (nuestra opción) o el taxi. Aproximadamente fue una hora el tiempo empleado en su visita hasta que vino nuestro autobús para llevarnos a nuestra siguiente parada.
Palacio Belvedere
Estos palacios son de los edificios más impresionantes de Viena. De estilo barroco y realizados a principios del siglo XVII, se sitúan uno frente a otro en cada extremo de los jardines. En la actualidad, Belvedere, es una colección de edificios históricos y modernos que funcionan como museos de arte.
Los principales edificios del complejo son:
- Upper Belvedere (Palacio Alto) : Este es el palacio ceremonial, el lugar de exhibición y el hogar de los Klimts, entre los que se encuentra su famoso cuadro del "El beso", Schiele y otros artículos de la colección permanente de arte.
- Jardines Belvedere : para que la caminata entre los palacios superior e inferior sea más agradable (su acceso es gratuito)y poder admirar las fachadas exteriores de los palacios.
- Lower Belvedere (Palacio Bajo) : Es el palacio más funcional y alberga las exposiciones de carácter temporal de arte. - The Palace Stables (Establos de Palacio): Alberga parte de la colección de arte medieval. - The Orangery (El invernadero) : ahora convertido en más espacio de exhibición - The Privy Garden : un jardín más privado junto al invernadero
Los precios son 16 € por un boleto estándar para adultos en Upper Belvedere y 14 € para Lower Belvedere. La entrada conjunta se eleva a 24€. Para más información consultar su página web: PALACIOS BELVEDERE
Nuestra siguiente visita sería al Palacio de Schönbrunn, pero como éste es también Patrimonio Mundial de la Humanidad le dedicamos un artículo en exclusiva y que podéis leer en "Palacios y jardines de Schönbrunn en Viena (Austria)". Lo que si os recomendamos es que hagáis una parada para degustar la famosa Tarta Sacher, pastel más famoso de Viena y muy conocido internacionalmente, a poder ser en el elegante establecimiento del mismo nombre, cercano al edificio de la Ópera.
Esperamos que si viajáis a Viena, bien porque habéis elegido ese destino o como a nosotros tenéis que hacer escala os sirvan nuestros consejos útiles e informaciones prácticas.
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El hogar de tus sueños Elegir el hotel Meliá Viena fue una excelente decisión. La comodidad del dormitorio es clave, y este hotel lo ofrece con habitaciones acogedoras y bien equipadas. Un buen descanso asegura disfrutar aún más de las maravillas de la ciudad. ¡Perfecto para un viaje inolvidable!