La provincia de Gerona en Cataluña es muy afortunada, gracias a que alberga tres museos del gran pintor Salvador Dalí que son magníficos, siendo uno de ellos de los más visitados de España con más de 1.200.000 visitas. Al tener la facilidad de estar relativamente a poca distancia uno de otro (aproximadamente 80 kilómetros en total) y formar un triángulo imaginario, la ruta para recorrerlos se denomina "Ruta del Triángulo Daliniano" y se pueden visitar los tres incluso en un día. Nosotros al venir de Francia de realizar la Ruta en coche de 12 días por el País Cátaro: España, Andorra y Francia, visitamos en primer lugar el que se encuentra más al norte.
Llegamos al bellísimo pueblo de Cadaqués (Gerona) después de haber estado en Collioure, donde dimos un largo paseo y tomamos un café con estas vistas maravillosas e inmediatamente después nos dirigimos a la Casa Museo de Dalí en la playa de Port Lligat, Ilusos de nosotros, pensando que habría entradas disponibles, no habíamos hecho la reserva por internet, y nos dieron hora para las 13,30. Como nos habíamos levantado muy temprano decidimos dar un paseo por la zona y comer. No dejar de visitar la página web para comprar las entradas antes de ir: Casa-Museo de Dalí en Portlligat.
Al lado de la casa museo hay un chiringuito de playa que al menos ese día despachaban raciones de pescado que tenían muy buena pinta, por lo que decidimos quedarnos junto a la playa y con la brisa de mar. La verdad es que comimos muy bien y disfrutamos de las vistas que tenía el pintor desde las ventanas de su casa.
Tras la comida por fin, llegó la hora de visitar la Casa Museo de Dalí en Portlligat, uno de los mayores genios del siglo XX.
Cadaqués-Porlligat (Casa Museo de Dalí)
La visita es guiada y en varios idiomas con una duración de aproximadamente una hora, por eso, es muy importante hacer la reserva con anterioridad. Este fue el lugar elegido por Salvador Dalí para vivir y trabajar durante más de 50 años, hasta que su esposa Gala murió en 1982 y se trasladó al Castillo de Púbol, del que hablaremos más adelante. Aquí construyó su hogar a su gusto y manera, en un entorno lleno de encanto, tranquilidad y paz.
De todos es sabido el carácter histriónico y excéntrico del gran pintor ampurdanés, pero todos también reconocemos su genialidad y su privilegiada forma de crear. Pues con esas características, concibió también su casa, después de adquirir varias antiguas casitas de pescadores.
Dalí tenía verdadera pasión por animales disecados, algunos lo traía del extranjero, como el oso polar de la entrada y otros los disecaba según iban murieron, como los cisnes que tenía en su piscina.
Una mezcla entre surrealismo y extravagante se observa en las diferente estancias de la casa. Figuras que pueden no tener ninguna relación entre ellas y que precisamente destacan por no seguir una temática. Colores con mucha potencia, combinados entre sí en textiles y paredes, una amalgama de formas y colores difícilmente combinables en otros estilos. Como en todo, Dalí era único.
Las vistas desde su casa son espectaculares, destacando las ventanas del patio y la de su dormitorio donde pintó el famoso cuadro "Gala en la ventana" Obsesionado por los colores del amanecer, dispuso un espejo para su habitación, de tal manera que podía ver salir el sol desde su cama.
Los jardines son típicamente mediterráneos, ordenados en terrazas de piedra y ornamentado con arboles y arbustos, nada de césped, ni parterres, ni flores, solo el toque maestro del artistas para incluir huevos, macetas "blandas" y hasta un gigante de piedra, hierro y latas tumbado entre olivos.
Al final de la visita, dejan 20 minutos de tiempo libre para recorrer de forma libre las diferentes estancias, siempre fuera del interior de la casa y en el jardín, junto a la pequeña piscina un saloncito decorado de manera incomprensible con llantas, un sofá en forma de labio característico del pintor y unas figuras de toreros que le dan un ambiente totalmente surrealista como sus cuadros.
Terminada la visita y un pequeño baño, que todo es necesario, iríamos a Figueras para visitar de nuevo El Teatro-Museo de Dalí . La primera vez que visitamos este lugar tan solo tenía abierto al público el patio con el coche, hace ya una cantidad de años que no se pueden contar; en un par más de ocasiones habíamos estado aquí pero no quisimos dejar de visitarlo de nuevo.
Figueras y El Teatro-Museo de Dalí
Llegamos a la que fue ciudad natal de Dalí, Figueras (Figueres en catalán) en la provincia de Gerona, situada a unos 40 kilómetros de Portlligat y aparcamos en el parking municipal ubicado junto al museo. En esta ocasión si teníamos reserva anticipada y no tuvimos que hacer cola en las taquillas. El Teatro-Museo Dalí se describe como el objeto surrealista más grande del mundo. Normalmente, describir un edificio como un objeto parecería extraño, pero este es el mundo de Salvador Dalí y el edificio del museo es en si mismo un objeto de arte.
Mucho antes de que fuera su museo, era el teatro de la ciudad y también uno de los primeros lugares en exhibir la obra de Dalí. Ligado sentimentalmente al artista, el teatro no solo alberga las obras del pintor, también guarda sus restos, ya que Dalí se encuentra enterrado en una cripta debajo del viejo escenario.
Además de los huevos gigantes, las características del edificio incluyen estatuas parecidas a los Oscar, buzos, muñecos Michelín, hogazas de pan y una gran cúpula de vidrio, en la calles adyacentes hay esculturas urbanas que cedió al municipio.
No hay muchos artistas que hayan podido mostrar su trabajo exactamente como querían que fuese admirado, pero sin embargo, Salvador Dalí diseñó el museo a su propio gusto y se visita y se contempla según los dogmas de su autor. El museo es una instalación viva que combina arquitectura, arte y su experiencia humana. De hecho, el escenario teatral lo convierte en el medio perfecto para representar las obras de Dalí.
El Teatro-Museo de Dalí es realmente diferente a cualquier lugar de exposición de arte que se haya visitado. Es caprichoso, atractivo, estimulante, excéntrico y desde luego un poco loco. Fue inaugurado en 1974 y sus características más llamativas del edificio son la cúpula geodésica y la Torre Galatea, torre que decoró a su gusto y que formó parte de la antigua fortificación de la ciudad, y que fue donde Dalí pasó los últimos años de su vida, después de la muerte de su esposa Gala.
La entrada al museo es impresionante con un patio rodeado y salpicados de esculturas y objetos surrealistas que causa perplejidad al espectador que entra en el recinto. Las palabras del genio para definir a su museo son totalmente acertadas:
“ Quiero que mi museo sea un bloque único, un laberinto, un gran objeto surrealista. Será un museo totalmente teatral. Las personas que vienen a verlo se irán con la sensación de haber tenido un sueño teatral. ”- Salvador Dalí.
El Teatro-Museo Dalí exhibe 1500 de las obras del artista, que van desde sus primeras obras en estilo impresionista y cubista hasta las piezas surrealistas clásicas a las que se mudó más tarde.
También apreciamos como espectadores, el juego que hace Dalí para expresar su trabajo que se hace distinto según la perspectiva. Por ejemplo, en la habitación de Mae West, mientras se pasea por la habitación, no se aprecia nada más que objetos que aparentemente no siguen ninguna relación, pero impacta el observar la habitación a través de un vidrio curvo al que para acceder, se tiene que subir una escalera para mirar a través de él.
Otro ejemplo es el cuadro de Gala desnuda que se encuentra en el corredor y que si se mira desde abajo, resulta un retrato de Abraham Lincoln. No se podrá evitar el sentirse confundido con el asombro de su extravagante recinto y la creación de sus obras.
Para aquellos que no están tan familiarizados con la amplitud de su trabajo, hay algunas colecciones fabulosas de sus dibujos, así como algunos de sus trabajos no surrealistas y también se obtiene una idea de cómo creó sus ilusiones. Dalí dominaba cualquier estilo de pintura y demuestra al espectador como es capaz de dibujar un tema de forma clásica, impresionista, abstracta o surrealista. No olvidarse de ver la colección de dibujos de "quijotes" en carboncillo y lápiz, realmente geniales.
También dentro del museo hay una serie de piezas, cuadros y dibujos que rinden homenaje a Gala, la compañera, musa y esposa de Dalí.
Visitar el museo es una experiencia realmente genial y vale mucho la pena, porque está más allá de cualquier cosa que hayamos experimentado en un museo de arte. Como recomendación, os diremos que no os vayáis de Figueras sin antes visitar también las joyas de Dalí, impresionantes piezas con metales y piedras preciosas, cuyo salón de exposiciones tiene una entrada aparte del Museo. En la página web podréis encontrar más información: TEATRO-MUSEO DALÍ EN FIGUERAS.
Castillo de Gala y Salvador Dalí en Púbol
A unos 40 kilómetros de Figueras, nos esperaba nuestro último contacto con el mundo del pintor ampurdanés, el Castillo de Gala y Dalí en la localidad gerundense de Púbol. Un castillo del siglo XIV fue un regalo del genio a su esposa y musa Gala, que está enterrada aquí.
El edificio tiene un estilo gótico-renacentista, con paredes cubiertas de enredaderas, escaleras de piedra en espiral y un jardín sombreado que estaba decorado al gusto de Gala, aunque hay toques surrealistas como una fuente de rape haciendo muecas y la estatua de un elefante con grandes patas.
La vida de Gala, la esposa de Dalí es fascinante, nació en Rusia y se casó con el poeta francés Paul Éluard en 1917, tuvo una aventura de dos años con el pionero del dadaísmo (movimiento artístico que surgió en Suiza con refugiados de la Primera Guerra Mundial) Max Ernst, y de 1924 a 1927, vivieron un ménage à trois hasta que conoció a Dalí en 1929. Gala reconoció instantáneamente su talento y a pesar de la diferencia de edad (Gala era diez años mayor que Dalí), la pareja pronto comenzó a tener una aventura. Contra los deseos de la familia de Dalí, debido al hecho de que Gala era secular y divorciada, la pareja se casó en 1934 y con la aprobación de Dalí, continuó teniendo amantes.
Fue en 1969 cuando Dalí encuentra esta residencia, ideal para convertirse en el refugio de Gala, cumpliendo así su promesa de hacerla reina de un castillo. La pareja tenía un acuerdo oficial en el que constaba que a Dalí no se le permitía visitar el castillo sin un permiso previo por escrito, una restricción que tenía una carga erótica considerable para el artista. En el castillo, Gala pasó todos los veranos de 1971 a 1980.
En este castillo quizá sorprende la ausencia de excentricidades que caracteriza la obra y pensamientos de Dalí y sus otras dos residencias. El Castillo de Púbol es más refinado, sobrio, preciosista y sobre todo... ¡romántico! Una residencia inspirada en las mansiones de la Toscana Italiana, pensada para el aislamiento de una de una dama sin rival y una diosa delicada para el artista. Fue también un mausoleo para su amada, la cual descansa en este lugar tan misterioso como peculiar.
Una de las partes más hermosas de la casa es el balcón, galería, con vistas a los campos del Bajo Ampurdán. Durante la visita, la huella del genio se percibe en muchos aspectos. Se conservan muebles originales, objetos decorativos, murales, escudos, obras de arte y detalles curiosos como por ejemplo ¡Un trono realizado en bronce para Gala!.
El castillo tiene un aspecto sombrío siendo casi una antítesis de la extravagancia del Teatro-Museo Dalí en Figueras y la casa costera en Port Lligat. Aún así, cierra el triangulo de la obra del pintor, explicando de alguna manera cómo fue su vida y la de la gente con la que se relacionó.
Se puede contemplar una colección de trajes de alta costura propiedad de Gala firmados por grandes modistos como Coco Channel, Pierre Cardín o Christian Dior, fue enterrada con un vestido rojo de este último, al parecer, su favorito. La tristeza que causó a Dalí la muerte de su amada fue motivo suficiente para que abandonara el castillo y se trasladara a la Torre Galatea de Figueras.
Como siempre os recomendamos que visitéis la página web del museo antes de asistir: CASTILLO DE GALA-DALÍ EN PÚBOL. Bastante cansados acabamos el triángulo daliniano y acabamos con estas visitas nuestro viaje del verano del 2012.
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