Veníamos de visitar las Iglesias de Ejmiatsin y el sitio arqueológico de Zavartnotz y tuvimos que volver a cruzar Ereván, con la suerte de que no hubo mucho tráfico a esa hora, pudiendo hacer por una carretera que serpentea a lo largo de las montañas de Vokhdjaberd y que ofrece unas vistas majestuosas del valle del Ararat en menos de una hora los 30 kilómetros que separan la capital de nuestra siguiente visita para ese día, el pueblecito de Garni que alberga en sus alrededores algunos de los lugares históricos más emblemáticos de Armenia en un entorno inigualable.
Templo de Garni
El templo de Garni es el único templo pagano que sigue en pie en Armenia y fue gracias a la intervención de la hermana del rey Tiridates III, el rey que adoptó el cristianismo como religión estatal en el siglo IV y cuya historia podéis consultar en el post "Khor Virap, Noravank, Bodega de Areni y Cueva de los pájaros"
Ella estaba encandilada con este lugar, e insisitió para que no se destruyera, ya que fue una época en la que el afán del cristianismo por borrar cualquier huella de su pasado pagano provocó que el país perdiera buena parte de su herencia cultural. Para preservarlo, se transformó el complejo en una estación militar y residencia real de verano. Lo llamaron el "Palacio de la Frescura", ya que las temperaturas aquí en verano son mucho más moderadas que en la capital.
Es un magnífico templo de estilo helenístico, edificado probablemente en el siglo I antes de la llegada del cristianismo y se erigió en honor a Mitra, dios del Sol, una forma de conmemorar la incorporación de Armenia al Imperio Romano en tiempos de Nerón.
El templo de Garni se derrumbó tras el terremoto de 1679. Durante la época de ocupación comunista, las autoridades lo reconstruyeron convirtiéndolo en el único santuario de estilo griego de toda la Unión Soviética. Posee veinticuatro columnas de estilo jónico y se eleva sobre una plataforma de nueve escaleras que conducen al altar donde se adoraba al dios Mitra. El techo del templo está bellamente decorado con bajorelieves y cornisas decoradas.
La ubicación del templo es espectacular, lo que ayuda a engrandecer al propio templo, pues está situado en lo alto de un precipicio desde donde se contempla la garganta del río Azat.
En el lugar se está haciendo una gran labor de excavación arqueológica, ya que existen más de seis capas sucesivas de ocupación humana que han sido reveladas. Los primeros vestigios son de asentamientos humanos que se remontan al período neolítico, seguidos de la Edad de Bronce y las capas clásicas, así como varias capas medievales distintas.
La UNESCO otorgó el Premio Internacional Melina Mercouri por la Salvaguarda y Gestión de los Paisajes Culturales en el 2011 por "las medidas tomadas para conservar sus vestigios culturales y los esfuerzos hechos para interpretar y abrir el lugar a visitantes nacionales e internacionales".
El área circundante del templo está encerrado por los restos de un muro de fortaleza y una puerta de entrada, que todavía sirve como acceso principal a la atracción realizadas en basalto. Se han identificado varios edificios dentro del área amurallada, incluidos los restos de un Palacio Real de verano con varios edificios que incluyen restos de un pequeño templo, sala del trono, salón formal, residencia y una casa de baños. Cuando salgan a luz, será un firme candidato a ser propuesto como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Este santuario es, combinado con el Monasterio de Geghard, que veríamos a continuación uno de los monumentos más visitados de Armenia y de las visitas que más nos gustó desde la capital. Una vez salimos del recinto del templo nos fuimos a comer cerca en un restaurante llamado "Garnitoun" que tiene vistas espléndidas al templo y a la garganta del río Azat con el añadido que tiene una terraza con suelo de cristal, no apta para personas con vértigo. Además en este mismo restaurante tuvimos la oportunidad de conocer y participar en la elaboración del Lavash, el pan tradicional armenio que está declaro Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y que os hemos contado en El Lavash (Unesco), pan tradicional de Armenia.
Monasterio de Geghard y el Valle alto del Azat
Apenas 11 kilómetros (en ascenso) separan Garni del Monasterio de Geghard, y en apenas 20 minutos llegamos a él, después de haber comido. Situado en el Valle Superior del río Azat de Armenia, este monasterio es un complejo de iglesias y cuevas que comenzaron a ser importantes en el siglo IV, pero muchas de las cuales fueron construidas más tarde durante el siglo XIII, en el lugar donde, de acuerdo a la leyenda, brotaba el agua en el interior de una caverna. El Monasterio de Geghard junto con el Valle alto del Azat está reconocido como Patrimonio mundial de la Humanidad desde el año 2.000 con el siguiente criterio: "El Monasterio de Geghard alberga varias iglesias y tumbas representativas del apogeo de la arquitectura medieval armenia, que en su mayoría están excavadas en la roca. Ubicado en las escarpaduras de la entrada del Valle del Azat, el conjunto de edificaciones monásticas se adapta perfectamente a la gran belleza del paisaje natural de este sitio".
Comenzamos nuestra visita subiendo una empinada cuesta adoquinada y flanqueada por khachkars, cruces de piedra conmemorativas armenias declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, desde el aparcamiento, que no nos hizo ninguna gracia hacer después de haber comido, pero como no había otro remedio, lo hicimos de forma pausada.
El nombre original del monasterio fue el de Ayrivank, que significa "Monasterio de la Cueva". Sin embargo después de que en la primera cruzada, Armenia recuperara un fragmento de la lanza con la que Longinos abriera las carnes de Jesús crucificado, llevándolo al monasterio que cambió al nombre de Geghardavank que en armenio, significa el "Monasterio de la Lanza" creyéndose propietario de la reliquia, pero que al final se custodió en el Monasterio de Echmiadzin. Es un templo amurallado para protegerlo de las numerosas invasiones a las que periódicamente era sometida Armenia.
La entrada al recinto es espectacular a través de una arcada de piedra que deja ver la grandiosidad del monasterio y su fondo natural de gran belleza. No olvidemos que el Monasterio de Geghard y el valle superior del Azat forman un solo patrimonio mixto y así la vegetación exuberante de los acantilados y del valle compensa el gris intenso de la piedra.
Su templo principal data de comienzos del siglo XIII y se denomina Katoghikey que tiene la particularidad de que el Gavit, lo que entendemos como sacristía, utilizada también como mausoleo o sala de reuniones y alguna capilla están labradas directamente en la roca.
La Iglesia contiene varias capillas excavadas en la roca, hoy tiene un casi uniforme color gris con tallas de roca decorativas, sin embargo, antiguamente solía estar cubierto por una serie de frescos que coloreaban su entorno. El área es oscura con una cúpula en la parte superior que deja pasar la luz hacia la nave.
Aquí encontrarás esculturas preciosas y donde muchos visitantes toman fotografías y hay pilares dispuestos para que las personas enciendan velas para sus seres queridos.
Pasamos a la capilla excavada en la roca llamada Avazan, que quiere decir literalmente "piscina" en donde la fuente sagrada desemboca en el monasterio con una acústica excepcional, donde algunos coros o fieles locales frecuentemente vienen a cantar mientras los visitantes se formaban en fila para beber de la llamada fuente de la primavera.
Decidimos hacer cola para al menos mojarnos con la fuente de primavera. La capilla estaba tan oscura que era difícil obtener una buena foto. Nos impresionó mucho a la gente arrojarse agua sobre sí mismas y llenar botellas de agua para llevarlas a casa. Geghard es un lugar con cierto componente esotérico para los armenios y aquí todavía se practican ritos que tienen que ver con el culto al agua. Existe una leyenda que asegura que si una mujer estéril bebe agua de su fuente y busca un hijo, se quedará embarazada.
Pasamos después a la siguiente capilla llamada "Zhamatun" que contiene esculturas de roca que simbolizan a la familia real armenia, entre las que destacan la talla de dos leones en la puerta. La capilla excavada en la roca tiene un altar bellamente decorado.
Después salimos al exterior para pasear por el recinto, donde pudimos admirar varios khachkars y el maravilloso entorno del Valle Alto del Azat que se podía contemplar a nuestro alrededor. Un lugar que durante siglos fue bastante inaccesible y que ahora se mostraba ante nosotros con toda su grandiosidad. Fue sin duda unos de los monasterios que más nos han gustado de Armenia.
Debido a la belleza del paraje, hace casi dos mil años, el rey decidió acotar la propiedad para tenerlo como coto de caza introduciendo en el bosque nuevas especies animales procedentes de Persia y los países vecinos. En la actualidad, el Valle Alto del Azat está protegido no pudiendo recorrerse sin autorización previa de las autoridades, pues su riqueza de fauna y flora no puede verse en peligro. Existen linces, muflones, osos grises e incluso leopardos asiáticos, así como cuevas, cañones y robledales de alto valor ecológico.
Antes de nuestra partida nos acercamos al puente sobre el río que hay junto al aparcamiento para poder admirar más cerca esta maravilla natural y corroborar la tradición de atar pañuelos a las ramas de algunos árboles que podrían tener poderes curativos para que sean concedidos los deseos.
Un día completo que acabó visitando una de las más importantes atracciones turísticas de Armenia, nos animó a seguir descubriendo los secretos del país durante los días siguientes. Todo lo que ocurrió en nuestros seis días en Armenia lo podéis leer en Qué ver y visitar en Armenia, un país de "monasterios" en seis días y el resto del viaje en Viaje al Cáucaso: Azerbaiyán, Georgia y Armenia con escalas en Estambul y Viena.
Comentarios