Macedonia del Norte y Kosovo era uno de nuestros objetivos en el verano del 2020 para completar el puzle de la Antigua Yugoslavia ya que habíamos visitado anteriormente Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Serbia pero la pandemia y el destino quisieron que no lo pudiéramos hacer. Este año estaba en primera línea de deseos el realizarlo pero me ofrecía dudas el tema de usar transporte público por el tema covid, entonces vi una ruta casi igual a la que teníamos planificada de un viaje de ocho días que organizaba Joaquim Verges Escuín a finales de septiembre, una fecha ideal para este viaje ya que los veranos en los Balcanes son extremadamente calurosos. Un viaje muy interesante en el que íbamos siete personas, Maia nuestra guía macedonia y Joaquim que ejercía de conductor.
La ruta quedó como sigue:
Primer día de viaje: Ciudad Romana de Stobi, Veles y noche en Popova Kula (zona vinícola)
Volamos con la compañía Wizzair desde Barcelona a Skopje, es la única ciudad de España que tiene vuelo directo con la capital de Macedonia del Norte, en poco más de dos horas aterrizábamos en Macedonia. Al llegar a Skopje el control de pasaportes fue rápido, nos pidieron el certificado de vacunación y las maletas salieron también muy rápidas. Nos esperaba la guía y la empresa de alquiler del coche con un monovolumen para nueve personas, comodísimo y ancho.
Emprendimos camino hacia el sudeste del país por la autopista A1, nuestra primera parada fue en el restaurante Romantik para comer, estaba al lado de un lago con un gran comedor exterior y al ser domingo vimos como los locales disfrutaban de una buena comida, nosotros también, en un marco precioso.
Tras la comida y un buen café seguimos dirección a la ciudad de Veles, ubicada entre colinas y a sus pies el río Vardar. El paisaje durante el trayecto espectacular, donde ya nos íbamos haciendo una idea de la naturaleza que nos acompañaría durante el viaje. No paramos en la ciudad pero sí muy cerca de ella para conocer un lugar sorprendente, el Memorial a los Partisanos. Un monumento construido en 1979 en la cima de una colina con forma de amapola blanca y unos 220 escalones de subida para homenajear a unos 100 partisanos que lucharon y murieron en la Segunda Guerra Mundial por libertad del pueblo macedonio y contra el fascismo.
En el interior una escultura de un árbol floreciente como símbolo de la libertad y las paredes cubiertas con un colorido y precioso mosaico, creado por el pintor y académico macedonio Petar Mazev, donde en cinco paneles se narra la historia de Macedonia. Este lugar merece mucho la pena como para ser incluido en una ruta por Macedonia del Norte.
Contentos y sorprendidos con esta primera visita continuamos hasta el Yacimiento Arqueológico de STOBI cercano a la ciudad de Gradsko en el valle del Vardar en la confluencia de los ríos Crna y Vardar. Ciudad fundada en la época helenística, siglo III a.C, en el siglo II a.C. la ciudad cae en manos romanas cuando derrotaron el ejército macedonio de Perseus. Es en este momento es cuando la ciudad comienza su desarrollo por su posición estratégica entre los Balcanes centrales y el Mar Egeo, pasando por ella la Vía Egnatia, que unía Durres en Albania con Constantinopla. Llegó a convertirse en la capital de la provincia romana "Macedonia Secunda".
Este yacimiento de Stobi está considerado como el más importante de Macedonia, contando con un gran número de vestigios de la época romana. El teatro romano fue construido a finales del siglo I a.C. con capacidad para unos 7500 espectadores lo que nos da una idea del tamaño que tuvo la ciudad, fue reconstruido a finales del siglo III por los daños sufridos en un terremoto y quedó abandonado a finales del siglo IV. También tiene gran importancia el Palacio de Teodosio en el que estuvo alojado el propio emperador en el año 388, donde destacan la riqueza de sus mosaicos encontrados en un patio con columnas. En Stobi también se conserva la iglesia más antigua de Macedonia del siglo IV con frescos en algunos de sus muros y el llamativo baptisterio decorado con mosaicos de de otra iglesia del siglo V. Otro lugar sorprendente que merece la pena visitar.
Cayendo la tarde salíamos de esta hermosa ciudad para llegar al pueblo de Demir Kapija y a nuestro alojamiento en las afueras, el Hotel POPOVA KULA WINERY, un lugar precioso entre viñedos, con bodega y restaurante, en la zona vinícola del Valle del río Vadar.
A lo largo de la historia el vino ha sido una parte importante de la vida y la cultura macedonia, como lo demuestran restos encontrados en los yacimientos de Stobi y de Heraclea Lyncestis que visitaríamos al día siguiente. En este pequeño pueblo de Demir Kapija, sus bodegas han jugado un papel importante en la historia de los Balcanes ya que era una parada obligatoria desde Belgrado a Tesalónica y el Mar Egeo. En esta zona que discurre por el río Vardar se produce más del 80% de vino del país y es donde se encuentran las bodegas más importantes.
Yo ni entiendo de vinos ni me gusta, pero estos que os muestro aquí y alguno más hicieron las delicias en la cena de mis compañeros de viaje y debe ser bueno porque al final del viaje todos buscaban alguna variedad de vinos de vides autóctonas, como los blancos de uva Smederevka o Belan y para los tintos la Vranec, que es la más conocida.
La ruta del día habían sido unos 103 kilómetros por buenas carreteras y lo que habíamos visitado nos pareció muy interesante, el hotel estaba muy bien y la cena fue magnífica. Las vistas de los viñedos en la mañana del día siguiente fue preciosa y sino juzgar por la fotografía.
Segundo día de viaje: Yacimiento de Hereclia Lyncestis, Bitola y noche en Ohrid.
Tras un amanecer precioso en los viñedos de Popova Kula y un buen desayuno emprendimos de nuevo ruta hacia el sur del país para conocer la ciudad de Bitola, a tan solo 15 kilómetros de la frontera con Grecia, y la ciudad romana de Heraclia Lyncentis a unos dos kilómetros de Bitola. Pasamos por la productiva Prilep donde no paramos pero sí pudimos ver sus riqueza en cultivos de frutales y sus plantaciones de tabaco, ya que esta ciudad es una de las mayores productoras de tabaco de los Balcanes.
Nuestra primera parada fue en Yacimiento Arqueológico de HERACLEA LYNCESTIS, y menos mal porque hacía un calor espantoso. Heraclea Lyncestis fue fundada por el rey macedonio Filipo II a mediados del siglo IV a.C. en un lugar estratégico al noroeste de la provincia de Lyncestis (tierra de linces) y llamada Heraclia en honor de Hércules, fundador de la dinastía real macedonia. La decadencia del Imperio Macedonio hizo que la ciudad fuera conquistada por los romanos en en el siglo II a.C. y al igual que ocurría con la ciudad de Stobi su desarrollo se produjo por estar en situación estratégica en la Via Egnatia. Fue una ciudad floreciente hasta el siglo V de nuestra era cuando la invadieron primero los Hunos y saqueada a finales del siglo por los godos de Teodorico, se abandonó tras la conquista de la zona por los eslavos. Cuenta con un teatro en la ladera mandado construir por Adriano, dos basílicas con hermosos mosaicos de los siglos V y VI, su foro, termas, etc. Un paseo muy interesante por sus distintos edificios.
En unos cinco minutos llegamos a la ciudad de Bitola, atravesada por el río Dragor, siendo hoy la segunda ciudad más poblada de Macedonia. Una ciudad con mucho encanto donde confluyen su pasado otomano y cristiano. La primera vez que aparece nombrada con su nombre actual es el siglo XI cuando fue capital del imperio búlgaro de Gavril Radomir. Desde este momento la ciudad se cristianizó quedando iglesias preciosas, sufrió luchas entre búlgaros y otomanos hasta que pasó a manos de los últimos a finales del siglo XIV hasta inicios del siglo XX. Su posición estratégica era tal que ya desde mediados del siglo XIX se abrieron consulados del imperio austro-húngaro, británico, francés, ruso, italiano, serbio o búlgaro entre otros, llegó a tener hasta doce, por ello a Bitola se la conoce como la ciudad de los Cónsules. Los edificios que los acogieron siguen hoy en pie y se pueden ver con sus banderas en la peatonal calle, Shirok Sokak; después de la independencia del país, la ciudad recuperó algunas de ellas para consulados como el británico o el ruso.
Para visitar Biltola tendrás que pasear la calle Sirok Sokak, una avenida peatonal con edificios clásicos y también otomanos, llena de cafés, restaurantes en terrazas y comercios donde se aprecia el buen nivel de vida de sus ciudadanos; recorrer esta calle es sencillamente interesante. Termina la calle en la Plaza Magnolia donde está la Torre del Reloj, la escultura de Felipo II, la Iglesia de San Demetrio y la Mezquita Yeni, todo ello aderezado con jardines muy floridos. Visitamos la Iglesia de San Demetrio, con un interior maravilloso especialmente por el iconostasio de madera así como sus frescos y la Mezquita Gazi Hajdar Kadi que data de 1560. También recorrimos el antiguo bazar junto al río y el edificio del mercado que data del siglo XV, aunque este estaba bastante deteriorado.
Tras la comida y casi una hora más para seguir deambulando por la ciudad, llegamos a Ohrid con la caída de la tarde y tras dejar las maletas en el Hotel Tino donde pasaríamos tres noches nos fuimos rápidamente a dar un paseo por la orilla del lago y la zona peatonal y comercial de Ohrid. Un lugar mágico con unos atardeceres de escándalo que tendríamos dos días más para disfrutar.
Tercer día de viaje: Lago Ohrid, Bahía de los Huesos, Sant Naun e incursión en Albania, noche en Ohrid. Unesco
Las vistas del lago desde la habitación eran hermosas pero parecía que el día sería pasado por agua pero se quedó en "parecía" porque el día despejó y fue maravilloso.
El Lago Ohrid es un bien mixto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco bajo el epígrafe "Patrimonio natural y cultural de la región de Ohrid", en 1979 se declara patrimonio el espacio natural del lago en Macedonia, en 1980 la ciudad de Ohrid como bien cultural y en 2019 se incluye también el espacio natural de Albania. Pero es que además El lago Ohrid y Prespa es declarada en 2014 Reserva de la Biosfera transfronteriza por la Unesco entre Macedonia del Norte y Albania. Todo lo que conocimos en estos días os lo contaré de forma más extensa en Qué ver en El lago Ohrid (Unesco) en dos o tres días. Macedonia y Albania
Empezamos la mañana tomando un barco en el puerto de Ohrid que nos llevaría a La bahía de los Huesos y al Monasterio de San Naum, ya muy cerca de Albania, en unas dos horas. Primero hicimos una parada de unos 25 minutos para visitar el poblado prehistórico construido sobre palafitos y su pequeño museo.
Volvimos al barco y en unos cuarenta minutos estábamos atacando en el puerto del Monasterio de San Naum, un monasterio bizantino que ha sufrido muchas reformas desde el siglo X en que se fundó pero en el que se conservan iconostasios, frescos y la tumba de Naum. Tras su visita y conocer alguna otra iglesia en la zona, comimos en el precioso Restaurante Ostrovo, casi todo él sobre plataformas en el lago.
Seguimos hasta la frontera de Macedonia del Norte con Albania para seguir recorriendo el Lago Ohrid. Tuvimos que pasar controles de pasaporte en ambos pasos fronterizos y en los dos nos pidieron en certificado covid. La carretera discurre paralela al lago y las vistas son preciosas, entretenidas con el paisaje llegamos hasta la ciudad más importante en el Lago Ohrid, que es Pogradec.
Desde aquí volvimos de nuevo a Ohrid, pero nosotros lo hicimos por el mismo camino de la mañana y esto fue un error porque debería haber seguido rodeando el lago por el lado albanés y entrar de nuevo en Macedonia para visitar la ciudad de Struga que finalmente conoceríamos dos días después.
Cuarto día de viaje: Visita a Ohrid y noche en Ohrid. Unesco
Esta imagen de la Iglesia de San Juan Kaneo define a la ciudad de Ohrid y su lago y sin duda es la imagen de toda Macedonia del Norte. El día lo dedicamos íntegramente a visitar la ciudad de Ohrid, Patrimonio de la Humanidad al igual que el lago donde se encuentra, pero de esto hablamos ya más arriba y todo lo que vimos en este singilar día os lo contaremos en Qué ver en El lago Ohrid (Unesco) en dos o tres días. Macedonia y Albania
Quinto día de viaje: Struga, Monasterio de San Juan Bigorski, Mezquita Pintada de Tetovo, noche en Skopje
Abandonábamos la ciudad de Ohird, que no el el Lago Ohrid, para seguir nuestra ruta por Macedonia del Norte. La primera parada del día lluvioso que había amanecido fue la ciudad de Struga, a orillas del Lago Ohrid. Dimos un paseo por la ciudad y el Lago Ohrid para apreciar el nacimiento del río Drin Negro, que sigue su curso hasta la frontera de Albania para unirse al Drin Blanco y formar el río Drin que desemboca en el Mar Adriático.
De camino al monasterio de San Juan Bigorski atravesamos una zona montañosa con varios embalses dentro del cauce del río Drin Negro y parte del Parque Nacional de Mavrovo, las imágenes del paisaje hablan por sí solas .
El Monasterio de San Juan Bigorski en el corazón del Parque Nacional de Mavrovo, es sin duda un lugar imprescindible en un viaje a Macedonia del Norte. El edificio, las pinturas y el paisaje de los Balcanes que lo circundan es sencillamente encantador, la paz y el silencio que se respira es único.
Este monasterio se dedica a San Juan Bautista, cuenta con un iconostasio hecho alrededor de 1830 con más de quinientas figuras humanas y doscientos animales, las pinturas exteriores e interiores son espectaculares, pero no dejan hacer fotografías. Cuentan que su nombre, Bogorski, proviene de la piedra caliza con la que está construido ya que en macedonio esta piedra se llama "bigor". Pero si el monasterio es bonito, el ambiente que lo rodea es precioso formando una simbiosis especial y es que dicen que en Macedonia se buscan los lugares más bonitos de la tierra para estar más cerca de Dios; desde luego los que habíamos visto hasta ahora doy fe de que estaban en lugares hermosísimos.
A los pies del monasterio está el hotel The House of the Miyaks, construido al mismo estilo del monasterio, también tiene restaurante y en el que se come de lujo en sus terrazas con vistas al parque de Mavrovo, un lugar idóneo para pasar una noche también por su la tranquilidad. Durante la comida el cielo decidió descargar toda el agua que guardaba y cuando volvimos al coche el agua y la niebla lo inundaba todo, un rato malillo hasta que descendimos y salimos del parque en dirección a Tetovo.
La Mezquita pintada es el mayor atractivo de la ciudad de Tetovo. En esta ciudad vive un gran número de albaneses y sufrió mucho cuando los albanokosovares que querían construir una Gran Albania, invadieron la ciudad pero finalmente fueron expulsados de la zona. Por suerte la Mezquita Šarena Džamija construida en 1438 y conocida como mezquita pintada no sufrió daños. La mezquita fue financiada por las hermanas Hurshida y Mensure que se encuentran enterradas en un edificio octogonal en el patio de la misma. La decoración fue encargada a pintores cristianos de Debar.
El exterior del edificio está decorado con motivos geométricos al estilo floral, rematada por un minarete pero con ausencia de cúpula. Este curioso lugar de arquitectura islámica está protegido por el gobierno de Macedonia.
El interior de la mezquita, tras entrar a su cuidado patio, es un derroche de colorido y formas. Sin lugar merece la pena dedicarle su tiempo en un viaje a Macedonia del Norte.
Desde Tetovo continuamos camino hasta Skopje, la capital del país donde pasaríamos las tres últimas noches del viaje en en el Hotel Arka, situado junto al barrio otomano de la ciudad y con una terraza en la última planta donde desayunábamos con unas vistas magníficas de la ciudad. Nuestro primer encuentro con la ciudad de Skopje fue nocturno y la verdad es que con una iluminación muy chula me pareció bonita.
Sexto día de viaje: Kosovo visitando el Monasterio de Gracanica y Pristina, noche en Skopje
Otro plato fuerte del viaje era adentrarnos en territorio kosovar, lastima que fuera tan solo un día porque creo que Kosovo merece al menos un par de días, pero menos es nada. Salimos de Skopje temprano para recorrer los pocos kilómetros que nos separaban de la frontera, pasamos el control macedonio sin problemas y también el paso fronterizo de Kosovo en el que nos pidieron pasaporte y certificado covid. Lo primero que llama la atención es la modernísima autopista que tomamos, construida después de la guerra por los EEUU.
Nuestra primera parada fue en el Monasterio ortodoxo de Gracanica, a unos 10 kilómetros de Pristina, y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2004, bajo el epígrafe Monumentos medievales de Kosovo pero dentro de Serbia porque la ONU no reconoce a Kosovo como país independiente y por tanto la Unesco tampoco.
Seguimos hasta Pristina, la capital del país, donde durante unas tres horas estuvimos recorriendo su centro histórico, incluida la famosa Biblioteca de la ciudad. Todo lo que dio de sí el día os lo contaré en Qué ver en Kosovo en un día.
Séptimo día de viaje: Visita a Skopje y noche en Skopje
Hoy ya tocaba conocer Skopje de día porque hasta ahora solo la habíamos recorrido de noche. Empezamos bien temprano para dirigirnos a otro espacio natural en Macedonia muy interesante y hermoso, hablamos del famoso cañón de Matka formado por el río Treska a tan solo unos 20 kilómetros de Skopje.
De vuelta a la ciudad hicimos una parada en la Cruz del Milenio para obtener las mejores vistas de la ciudad desde las alturas pero resultó que el teleférico estaba cerrado desde el inicio de la pandemia. Volvimos a la ciudad para ya a pie empezar a recorrer su barrio Otomano y la ciudad moderna, llena de esculturas y ostentoso edificios, un paseo por ella parece que estás visitando dos ciudades en una.
Todo lo que visitamos y conocimos en Skopje os lo contaré en Qué ver en Skopje, la capital de Macedonia, en uno o dos días.
Octavo día de viaje: Vuelo de regreso
Y terminaba nuestro viaje a Macedonia del Norte, Kosovo y Albania, tomando un vuelo a Barcelona con Wizair que salía a las 6,15 horas de la mañana con lo que a las tres de la mañana en pie para ir al aeropuerto. Sin tráfico a esas horas de la madrugada y en domingo tardamos casi 30 minutos, así pues atentos si hacéis el trayecto en horario de mucho tráfico porque se puede tardar alrededor de una hora. Llegamos a Barcelona en hora y a las 10 estábamos tomando el tren a la estación y después AVE a casa. Ya solo queda esperar el próximo Viaje!!!
Comentários