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Turisteando el mundo

Foto del escritorPilar

Petra, la sorprendente ciudad de los Nabateos (Unesco), Jordania


Tumba de los Obeliscos y el Triclinio funerario de Bab el Siq

Y por fin llegábamos a la joya de la corona de Jordania, la sorprendente y misteriosa capital Nabatea perdida a la historia de la humanidad durante siglos, la ciudad de Petra. Los beduinos del desierto hablaban de ella pero se había perdido su ubicación y allá por el año 1812 llegó al explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt la historia de ciudad perdida que poseía grandiosas construcciones y tesoros espectaculares; se aventuró a localizarla y durante meses recorrió el desierto hasta que se adentró en un estrecho cañón y se encontró con el Tesoro de Petra; fue el primer occidental que pisó la ciudad tras casi 500 años de olvido. Puso ubicación a la ciudad de Petra y se descubrió excavación a excavación la historia de los Nabateos, el pueblo que engrandeció el lugar y de los que hablaremos más abajo.

Tesoro de Petra, Jordania

En 1985, 173 años después de su descubrimiento, fue inscrita el el Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, de la que dice: "Situada entre el mar Rojo y el mar Muerto, esta ciudad nabatea estuvo habitada desde los tiempos prehistóricos. En la Antigüedad fue una importante encrucijada de las caravanas comerciales que transitaban entre Arabia, Egipto, Siria y Fenicia. En parte esculpida en la roca y en parte construida en medio de un circo de montañas surcadas por pasos y desfiladeros, Petra es uno de los sitios arqueológicos más celebres del mundo, en el que se mezclan las influencias de las tradiciones del antiguo Oriente y las de la arquitectura helenística".


Casi dos siglos después, ahí estaba dispuesta a descubrir la ciudad de Petra de la que tanto había oído hablar, una ciudad que fue considerada la octava Maravilla del Mundo Antiguo y hoy se encuentra dentro de las Siete Maravillas del Mundo desde 2007. Llegábamos al pueblo de Wadi Musa en el que nos alojaríamos dos noches para conocer esta ciudad de noche y al día siguiente a plena luz del día. Toda la información de horarios y precios lo podéis encontrar pinchando aquí.


Petra de Noche


Las entradas del Petra de noche se compran a parte de la entrada normal de día, aunque no tuvimos que preocuparnos por que todo esto lo teníamos incluido en el viaje. Conocer primero Petra de Noche creo que es una buenísima opción porque tienes un primer contacto con la ciudad e intuyes la magnitud de lo que verás al día siguiente.

Llegamos al acceso de la ciudad y nos encontramos con todo el camino iluminado con velas lo que le daba un aire irreal y bastante mágico, decir que en algunos tramos tenías que concentrarte en el camino porque se veía muy poco. Emocionados por terminar el camino de sombras y encontrarnos por fin delante del gran tesoro de Petra. Había gente pero tampoco demasiada con lo que pudimos recorrer el trayecto con calma.

Llegar a El Tesoro iluminado por cientos de velas es una escena preciosa e inolvidable, significaba que otro sueño viajero quedaría en la memoria para siempre. Nuestro guía que no nos dejaba ni un momento nos indicó el lugar donde sentarnos en una alfombra para disfrutar de un espectáculo sencillo y encantador donde un beduino contaba la historia sobre Petra y luego comenzó un concierto música tradicional jordana acompañado de un té mientras escuchábamos. Una vez que la música la gran sorpresa es que encendieron las luces para contemplar la fachada del tesoro en todo su esplendor. La experiencia y la belleza del lugar fue maravillosa, impacientes por descubrir el resto de tesoros de la ciudad nabatea. Un amigo hizo esta fotografía con trípode y aquí está.

Petra de día


Las vistas desde la terraza de la habitación eran increíbles, el día espléndido y la ilusión de contemplar Petra a plena luz iban en aumento. Tras un desayuno reparador bien temprano, a las 8 de la mañana llegábamos nuevamente al acceso de la ciudad Nabatea de Petra.

Pero...¿Quiénes eran los nabateos? Los nabateos fue un pueblo árabe que habitaron Oriente Próximo algunos siglos antes de la llegada de la islamización y fundaron el Reino Nabateo, permanecieron independientes desde el siglo IV a. C. hasta que fue anexionada por el Imperio Romano en el año 106 d. C. que lo llamó Arabia Petrea. Decimos que Petra fue construida por los Nabateos pero no la construyeron sino que la excavaron en la roca. Una ciudad que adquirió un papel importante en el tránsito comercial que unía las rutas de seda, especias y otros productos, conectando China, India y Arabia, con Egipto, Siria, Grecia y Roma.

Accediendo a Petra

Os dejamos este mapa para que vayáis siguiendo el recorrido o para que lo utilicéis para vuestra visita a la ciudad.

Comenzamos de nuevo nuestro caminar hacia Petra a plena luz del día y observamos que este primer tramo es un camino polvoriento con pequeñas rocas esculpidas por la naturaleza pero de pronto vemos tres grandes bloques esculpidos de más de diez metros conocidos como bloques o cubos de Djinn que según los arqueólogos eran el lugar de la morada de los espíritus o genio que custodiaban la entrada de la ciudad de Petra, ya que Djinn en árabe significa 'genio'.

Bloques o cubos de Djinn, Petra

A pocos metros nos encontramos con la Tumba de los Obeliscos y el Triclinio funerario de Bab el Siq, la primera gran construcción de Petra que conocimos pues la noche anterior todo eran sombras. Son dos construcciones de diferentes épocas siendo las tumbas, de clara influencia constructiva egipcia, la más antigua. Se denomina triclinium a un salón destinado a comedor en las viviendas romanas. El triclinio tiene tres salas en las que se realizaban ritos funerarios. Fotografía que encabeza el relato.


Desde el centro de visitantes hasta el inicio del Siq, hay aproximadamente unos 900 metros con un camino sencillo y siempre emocionante con lo que ja de venir.


El cañón o Siq, una maravilla geológica de la naturaleza pero en la seguimos encontrando restos e intervenciones del hombre, como los canales que sirvieron para el abastecimiento de agua en la ciudad ya que los nabateos además de grandes arquitectos fueron grandes ingenieros hidráulicos.

Y seguimos viendo los restos de antiguos nichos votivos en los que se colocaban figuras sagradas que representan a las divinidades nabateas, un altar nabateo, una tumba monolítica con friso asirio y tumbas en las paredes todos estos elementos han llevado a pensar a los investigadores que este acceso fuese algún recorrido sagrado para los Nabateos. Y es que la religión de los nabateos estaba regida por un prolífero número de dioses, aunque destacan tres que fueron los mas venerados en las tumbas nabateas, a saber, Dushara el dios de la fertilidad, Manatu la diosa de la muerte y sobre todo Allat, elegida para ocupar el puesto de hija en el Panteón del Dios Allah. Como curiosidad para algunos historiadores este dios nabateo de Allah se acabará convirtiendo de la mano de Mahoma en el único dios del mundo islámico, Alá.

Caminar y fotografiar tanta belleza es difícil de plasmar con palabras, porque son tantas las sensaciones que no hay más que recomendar que este lugar hay que verlo al menos una vez en la vida. Estaba deseando terminar los casi 1500 metros que tiene el Cañón o desfiladero del Siq para llegar a la grieta o abertura más famosa de Jordania y por ende de Petra ya que por ella se entrevé la fachada del Tesoro de Petra, el edificio más famoso de la ciudad en el mundo.

Entrar a la ciudad de Petra y encontrar el monumento jordano más conocido a nivel mundial, El Tesoro o Al Kahzneh, es sin duda, un momento indescriptible. Es una estructura de 43 metros de altura por 30 metros de anchura tallada por artesanos helenístico en el siglo I .C. durante el reinado de Aretas III, para albergar su tumba. es un lugar sin precedentes en Petra y deja atónitos a quien se encuentra frente a ella.

Planta inferior del Tesoro de Petra, Jordania
Planta superior del Tesoro de Petra, Jordania
Detalle del Tesoro de Petra, Jordania

La fachada tiene dos niveles y se puede entrar a visitar las salas que hay en el piso inferior. Como cualquier gran lugar, este edificio tiene su leyenda beduina ya que creían que en la urna del segundo piso se ocultó un gran tesoro de un faraón egipcio, aunque nunca fue encontrado y las marcas que se observan indican que fue buscado con ahínco; de ahí su nombre del Tesoro.

Tesoro de Petra, Jordania

Curiosamente ni en el Tesoro ni en ninguna de las tumbas repartidas por la ciudad de Petra se ha encontrado ningún enterramiento con restos humanos. Ahí queda planteada la cuestión.


Había que continuar la ruta y seguir a la conocida Calle o Avenida de las Fachadas, llena de tumbas nabateas que se encuentran dentro del centro urbano de Petra y no fuera de la ciudad formando una necrópolis como es habitual. Esta Calle de las fachadas tiene una longitud superior a mil quinientos metros. La singularidad y grandiosidad de los edificios, algunos tan solo se intuyen por la erosión del tiempo, nos dejó de nuevo boquiabiertos por la gran cantidad de estilos constructivos basados en modelos persas, asirios, egipcios o griegos.

Avenida de las fachadas
Avenida de las Fachadas

Al final de esta avenida se encuentra el camino que a los más osados y con buena forma os conducirá al Templo de los Sacrificios, nosotros no lo visitamos porque la dificultad del camino es tremenda. Seguimos para encontrarnos con el Gran Teatro de Petra excavado sobre la roca de estilo romano sobre uno anterior creado por los Nabateos, durante el reinado de Aretas IV a finales del siglo I a.C con una capacidad de 3000 personas. Se cree que su capacidad en época romana superó las 7500 personas, aunque algunos arqueólogos elevan el número a 10.000, se encuentra muy deteriorado por un terremoto sufrido en el siglo V de nuestra era.

Teatro de Petra
Teatro de Petra

Desde aquí, subiendo a la derecha del teatro, continuamos hasta las Tumbas Reales de Al Khubthah, que se construyeron para acoger a una familia real Nabatea. Son también impresionantes y si su función era situar a los muertos un poco más cerca del cielo desde luego que los nabateos lo consiguieron.

Tumbas Reales de Petra
Tumbas Reales de Petra

El calor empezaba a notarse, estábamos a primeros de junio, y no resistimos sentarnos un ratito y comprar una botella de agua bien fría para atajar la siguiente parte del camino. El guía seguía con sus historias de Petra y nos habló del árbol más antiguo de la ciudad: un pistacho con más de 400 años de vida. Preguntó si alguien sabía los años de este longevo árbol y yo acerté su edad, me regaló un collar por mi "sabiduría" que aún hoy conservo con muchísimo cariño.

Tras este pequeño descanso seguimos por la Calle de la Columnas, una de las principales avenidas de Petra, atravesar la Puerta del Témenos construida a finales del siglo II y algunos templos nabateos tardíos de clara influencia egipcia como el de Qasr el Bint Firaum o Palacio de la Hija del Faraón.

Qasr el Bint Firaum Petra

Aquí hicimos la parada para comer que ya era necesario porque llevábamos unas cinco horas de ruta y estábamos realmente cansados. La comida fue bastante buena y conseguimos reponer fuerzas para el siguiente tramo.

Tas la comida iniciamos el ascenso al Monasterio, al-Deir, otra de las construcciones más emblemática de Petra tras al Tesoro. Era el siguiente reto del día, con el calor apretando y recién comidos. En el inicio del ascenso hay beduinos con burros para poder subir los más de dos kilómetros y casi 800 escalones, algunos amigos decidieron tomarlos y desde luego fue un acierto porque yo lo intente caminando y en la mitad del camino tuve que desistir por una bajada de tensión que me dejó cao. Al menos se llevaron mi cámara y me hicieron esta fotografía.

Templo de Petra

Poco a poco descendí hasta el restaurante donde habíamos comido, un café y agua fresquita recompusieron mi cuerpo y mi ánimo. No importó no poder subir al Monasterio pues el momento más impactante de la toda la visita, al menos para mí, es cuando terminas el recorrido del Siq y te encuentras frente al Tesoro.


Emprendimos camino a la salida, que es la misma por la que se hace la entrada por lo que hay que desandar todo el camino realizado desde la mañana. Nos volvimos a despedir del tesoro, ahora con los colores más rojizos del atardecer, del Siq lleno de rojos y sombras. Salimos envueltos por la magnificencia de esta ciudad esculpida en la roca, y piensas cómo sería antes del comienzo de su declive por sucesivos terremotos a partir del siglo V. Petra te impactará en el mismo momento que la tengas frente a ti y eso hay que vivirlo para creerlo. Petra sigue desprendiendo un halo mágico y, al visitarla, es inevitable preguntarse cómo a alguien pudo ocurrírsele esculpir en la inmensidad de la roca templos que se han mantenido en pie durante dos milenios.

El Siq desde el Tesoro
Elefante de Petra
Petra

¡¡¡¡PETRA ES UN TESTIGO VIVO DEL PASO DEL HOMBRE POR ESTAS TIERRAS !!!!!


Con esta hermosa puesta de sol, desde nuestro hotel decíamos, sobre las montañas que guardan a Petra decíamos adiós a pétrea ciudad que no a Jordania. Podéis leer toda la ruta de ocho días en Jordania en Jordania en trece visitas (Unesco) y todos los post que hemos escrito en Viaje a Jordania.

Puesta de sol a la salida de Petra


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