El Cabo de Gata-Níjar está ubicado en la provincia de Almería en la Comunidad autónoma de Andalucía en España, orientado hacia el mar Mediterráneo entre las placas tectónicas europea y africana y con una zona de las pocas zonas subdesérticas de Europa en los municipios de Carboneras y Níjar. este espacio natural único cuenta con diferentes reconocimientos y denominaciones nacionales e internacionales como las de la Convención Ramsar como zona Húmeda de importancia internacional, la de la Red Natura 2000 o la Carta Europea de Turismo Sostenible, Zona de Especial Protección para las Aves, Reserva Marina del Estado, Parque Natural desde 1987 y en noviembre de 1997 la Unesco declara el Cabo de Gata-Níjar como Reserva de la Biosfera y en el año 2006 lo declara como Geoparque. Con todas estas acreditaciones esta superficie de de unas 50000 hectáreas con unos paisajes de vértigo, con unos colores pardos de sus tierras y un azul intenso de su mar, con sus pueblos encalados oliendo a salitre, y una larga enumeración de sensaciones, hacen del Cabo de Gata-Níjar un lugar imprescindible para conocer sus los valores naturales y culturales, que no defraudarán a nadie.
Nuestra ruta de cuatro días en el Cabo de Gata-Níjar
PRIMER DÍA : Madrid-Almería-Rodalquilar
Nuestro viaje fue en el mes de junio, una fecha ideal por la temperatura y por la casi ausencia de turismo, emprendimos la ruta desde Madrid en un vuelo de ida y vuelta con Iberia que en monos de una hora nos llevaba hasta Almería evitando así casi 600 kilómetros y unas seis horas de viaje por cada trayecto. Teníamos en el aeropuerto un coche alquilado previamente para los cuatro días que teníamos de vacaciones.
Nuestro lugar de alojamiento para estos días lo elegimos en el pueblo de Rodalquilar, que si miráis en el mapa está en el centro del Parque Natural y resultó bastante fácil moverse por la zona. Elegimos el Hotel Naturaleza Rodalquilar, hacia poco que lo habían abierto y nos encantó. Tenía piscina exterior, una pequeña zona de spa incluida en el precio de la habitación y además habíamos encontrado una buenísima oferta con media pensión que nos evitó tener que coger el coche por la noche después de un día de visitas y playas. El hotel estaba en medio de la nada, en un espacio natural precioso y muy cerca del mar; he comprobado en el momento de escribir este relato que este hotel sigue abierto, solo como información actualizada. Esta tarde noche la dedicamos a disfrutar de las instalaciones del hotel, descansar de unas semanas largas de trabajo y confirmar nuestra ruta para el día siguiente.
SEGUNDO DÍA: Jardín Botánico El Albardinal, Mirador de las Amatistas, Isleta del Moro, Pozo de los Frailes, San José, Playa de los Genoveses y Mónsul, Los Escullos.
Empezaba nuestro primer recorrido por el Cabo de Gata-Níjar y nuestra primera parada fue muy cerca del hotel para conocer el Jardín Botánico El Albardinal creado en el entorno semidesértico de Almería, en el antiguo pueblo minero de Rodalquilar. La Junta de Extremadura ha creado una red de estos jardines para promover y salvaguardar especies autóctonas que existen en la región. Su nombre obedece a una planta frecuente en esta zona, el albardín, muy similar al esparto y perfectamente adaptada a las duras condiciones de sequía y elevada salinidad de los suelos. Conocimos además otra serie de plantas endémicas de la zona, así como técnicas de cultivo que suponen un equilibrio entre el desarrollo de la agricultura y el medio natural. Una parada más que interesante.
El Mirador de las Amatistas, en la carretera AL-4200 entre las poblaciones de Rodalquilar y La Isleta del Moro, se encuentra este asombroso mirador que te deja impresionado por los acantilados, aguas turquesas, sus montañas de origen volcánico y una naturaleza salvaje. Lo mejor es que todos los lugares está adaptados para dejar el coche y por un camino subir a este hermoso lugar. Había un punto de información pero en el momento de nuestra visita estaba cerrado.
La Isleta del Moro es uno de los lugares de este espacio natural en el que nos hubiéramos comprado una casa, un lugar increíble con olor a mar y salitre, donde la calma y desfrute se hace notar. Aparcamos junto a lavadero y nos sentamos a tomar un café en un bar llamado La Ola con unas vistas increíbles del lugar. Aquí estuvimos contemplando como llegaban los pescadores y arreglaban sus captura para llevarla a algún restaurante local.
De camino a San José paramos en el Punto de información de la Noria de los Frailes, junto a él se encuentra una noria de herencia árabe bastante bien conservada y es que durante siglos se imponía la necesidad de buscar agua dulce subterránea. El nombre de los frailes se debe a que esta zona fue propiedad de los frailes dominicos. Desde aquí parten varios senderos algunos de los cuales, los Escullos-Pozo de los frailes, recorreríamos a la vuelta.
La siguiente parada fue en el pueblo de San José para comer en el Restaurante Cala Chica que nos habían recomendado unos amigos. Este hermoso pueblo pertenece al municipio de Níjar y tiene censados unos 900 habitantes, es la mayor población dentro del Parque Natural, extendido a través de la Bahía de San José con casas bajas encaladas de blanco siguiendo la ley urbanística dela zona. Sin lugar a dudas un pueblo con un enclave privilegiado por su naturaleza y las playas que lo rodean.
Iba tocando darse un baño tras una comida buenísima, volvimos al coche para buscar una hermosa zona en las grises arenas de la Playa de los Genoveses. Tras el baño seguimos por el camino hasta llegar al Reserva Marina El Morrón de los Genoveses donde se produce el choque de las corrientes cálida del Mediterráneo y otra más fría del Atlántico creando una riqueza biológica única. Un lugar idóneo para los amantes del submarinismo, eso sí, con autorización previa.
Seguimos ruta hacia el sur buscando la playa de Mónsul, donde aparcamos el coche y subimos por un camino bastante empinado pero sin lugar a dudas en espectáculo mereció la pena, otro paisaje de volcánico y desértico con el mar de fondo. Otro punto mágico del Cabo de Gata-Níjar.
De vuelta al hotel porque el día se nos estaba pasando muy rápido hicimos otras dos paradas; la primera para poder fotografiar uno de los molinos de viento que se conservan en la zona, éstos son del siglo XIX y su función era la demoler trigo aprovechando que casi siempre hace viento.
Y el último baño no lo dimos en la playa de los Escullos ya muy cerca del hotel . En total habíamos hecho de ida y vuelta unos 48 kilómetros, con muchas paradas tan solo para contemplar el paisaje, tanto de tierra adentro como del increíble Medietrráneo y alguna que otra caminata para buscar miradores de ensueño. Un día de ensueño en este paraje único almeriense.
TERCER DÍA: Níjar, Mesa de Roldán, Agua Amarga, Las Negras y El Playazo de Rodalquilar.
Nos adentraríamos en el interior de la Reserva de la Biosfera de Cabo de Gata- Níjar, para conocer este hermoso pueblo blanco encalado y en medio de un paisaje hermosos y desolador, donde el hombre ha intentado sobrevivir durante siglos adaptándose al medio. Se encuentra en las faldas de la Sierra Alhamilla a 300 metros sobre el nivel del mar y todo en él recuerda a su pasado árabe en el trazado de sus calles, en su arquitectura así como en su rica gastronomía y peculiar artesanía. La rendición de Níjar a los Reyes católicos, llamada Nixar por los árabes, fue en 1488.
Sus calles son estrechas, laberínticas y empinadas llenas de casas blancas con coloridas macetas de geranios y coloridas bugambillas que hacen una delicia su paseo. Mucho rato dedicamos a comprar unas jarapas que nos envolvieron perfectamente para el avión y tuvimos que aligerar la visita porque se nos estaba haciendo tarde. Visitamos su Iglesia de la Anunciación construida en el siglo XVI sobre la antigua mezquita, recorrimos sus calles, la Plaza del Mercado y nos conformamos con ver su famosa torre vigía desde la lejanía. Un pueblo precioso lleno de historia que se merece una visita más profunda.
Seguimos dirección a Carboneras donde tan solo la atravesamos con el coche para ir a conocer la Mesa de Roldán, uno de los mejores miradores del cabo de Gata, ubicada en un antiguo domo volcánico con cubrimiento calcáreo con barrancos impresionantes y con unas vistas de playas y calas preciosas. El recorrido lo podéis hacer caminando o en coche que fue nuestra opción. Nuestra primera parada fue en el faro construido a finales del siglo XIX, 1863, convirtiéndose con sus 11 metros de altura y los 222 metros de su ubicación en el más alto de España durante más de un siglo, hasta que se construyó uno en Rodalquilar en 1991. Seguiremos rodeando la meseta y subiendo altura por su ladera hasta llegar hasta llegar a sus meseta con la torre y unas vistas de la costa increíbles. Esta zona se ha convertido ahora en un lugar muy conocido porque se grabaron algunas escenas de Juego de Tronos. Otro lugar más que recomendable en la zona.
Agua Amarga fue nuestra siguiente parada para comer ya que se nos había hecho muy tarde y estábamos hambrientos. No encontrábamos sitio para aparcar y casi lo hicimos al borde de la playa junto a un chiringuito en el cominos de lujo pero no apuntamos el nombre. Agua Amarga es otro de esos pueblos bellos del parque con casitas blancas, muchos árboles y una hermosa playa.
El día avanzaba y el calor también y nos tocaba ya un baño que hicimos en una de las playas de Las Negras, que debe su nombre al Cerro Negro, una gran masa volcánica de color oscuro que la erosión ha llevado hasta el mar y crea una playa negra muy hermosa. Muy cerca de aquí se encuentra Cala San Pedro en la que desde hace años acoge una comunidad hippies, aunque creo recordar que se accede por un camino bastante largo.
Terminábamos el día con un paseo por la playa conocida como el Playazo de Rodalquilar, a tan solo unos 3 kilómetros del hotel siendo considerada una de las más bonitas del parque y también de las más concurridas en verano por su accesibilidad. La ruta del este día, había sido un de unos 110 kilómetros de ida y vuelta, hoy habíamos combinado las tierras desérticas e impresionante del interior de esta Reserva de la Biosfera además mar azul, acantilados y playas de ensueño.
CUARTO DÍA: Faro del Cabo de Gata y el Mirador de las Sirenas, Alquián, Almería y Aeropuerto.
Era nuestro último día en este paraje espectacular del Cabo de Gata-Níjar, tras un buen desayuno y despedirnos del hotel empezábamos nuestra ruta hacia el Faro del Cabo de Gata, un lugar imprescindible pero con una carretera de Infarto por los precipicios a los que daba miedo mirar, aquí está para disfrute del visitante una vez que has podido aparcar el coche el Mirador de las Sirenas. Aquí termina el sur oriental de la península y el faro con su mirador fueron construidos en el punto geográfico donde empieza el cabo, conocido durante siglos y usado ya por griegos y fenicios. El faro que vemos hoy se construyó en 1863 sobre las ruinas del castillo de San Francisco de Paula, que fue destruido durante la Guerra de la Independencia.
Construido sobre un acantilado de 50 metros y con una altura de torre de 18 metros, sus destellos son visibles hasta unos 45 kilómetros pero para los días de espesa niebla se activa una sirena para avisar a los navegantes. Suponemos que de ahí viene el nombre del Mirador de las Sirenas.
Seguimos hasta Almería con la intención de conocer la Catedral y la Alcazaba pero fue imposible encontrar un sitio para aparcar. Como no teníamos demasiado nos conformamos con una foto de la catedral, Nos prometimos volver y aquí si cumplimos porque unos años después, también en junio pasamos tres días en esta sorprendente ciudad que contamos en Viaje a Almería, donde conocimos Almería en un día , Mojácar y Roquetas de Mar .
La parada para comer la hicimos en el barrio marinero de Almería que se encuentra a unos nueve kilómetros y muy cerca del aeropuerto. Hablamos de Alquián, nos habían recomendado comer en un restaurante del miso nombre que el pueblo y lo hicimos muy bien y a buen precio, también dimos un pequeño paseo para conocer los encantos del lugar.
De vuelta al aeropuerto, devolvimos el coche y a esperara la salida de nuestro vuelo que para no "defraudarnos" salió con casi dos horas de retraso, aunque en este pequeño aeropuerto no importa porque tiene una terraza en su segunda planta que es absolutamente una delicia.
Hasta la próxima Cabo de Gata-Níjar, un espacio imprescindible en la costa mediterránea, Parque Natural, Reserva de la Biosfera y Geoparque, un lugar para conocer un poco más nuestros bienes naturales, geológicos y culturales.
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