“Fue el primer puente del mundo que permitió, simultáneamente, el paso de navíos por el río y el transporte de pasajeros y vehículos de una orilla a otra, gracias a una barquilla suspendida. Sirvió de modelo para la construcción de muchos puentes similares en Europa, África y las Américas, aunque muy pocos de ellos existen todavía. Debido al uso innovador de los cables de acero ligeros de torsión alternada, se considera que el Puente de Vizcaya es una de las realizaciones más notables de la Revolución Industrial en materia de arquitectura metálica”.
Estas son las razones que da la Unesco para declarar el Puente colgante de Vizcaya Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2006 y además lo considera "una excepcional expresión de creatividad con la que se combinan perfectamente su funcionalidad y su belleza estética" y siendo esta excepcional obra el primer Patrimonio Mundial en la categoría de Patrimonio Industrial de España; además es el único monumento vasco en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El Puente Colgante de Vizcaya, conocido como 'El puente' o 'El transbordador', une desde 1893 las dos márgenes de la Ría del Nervión junto a su desembocadura, entre las localidades de Portugalete y Getxo y ha sido desde entonces una de las imágenes más representativas de la Vizcaya industrial. A finales del siglo XIX, los lugareños necesitaban un puente para cruzar el río, pero no se podía construir un puente bajo debido al numeroso tráfico marítimo que entraba y salía de Bilbao. Tampoco era viable construir un puente alto porque requeriría rampas y mucho dinero, además de que supondría derribar grandes franjas en ambas ciudades de los márgenes del río.
La solución fue El Puente Colgante diseñado por el ingeniero vizcaíno Alberto Palacio, un discípulo del creador de la Torre Eiffel, con fondos privados. En lugar de una plataforma de carretera, el puente tiene un transbordador o cestillo suspendido por cables de acero que se desliza hacia adelante y hacia atrás entre ambos lados del río. Este puente colgante para personas y coches, nace para facilitar el acceso a los balnearios que frecuentaba la burguesía a finales del siglo XIX. Sirvió como modelo para otros puentes que se realizaron posteriormente de los que tan solo se conservan ocho, siendo el Puente colgante de Vizcaya el más antiguo del mundo. En Europa se conservan, además del Puente de Vizcaya, tres: el de Rochefort-Martrou, en Francia, el de Newport, en Inglaterra, y el de Ostem en Alemania. En América sigue en pie el puente del barrio de la Boca en Buenos Aires.
Cabe preguntarse si esta impresionante obra de ingeniería ha estado en uso desde su creación y la repuesta es no, ha tenido algún que otro problema. En 1937 el tablero del puente queda destruido y nos es hasta 1941 cuando se reabre, también ha sufrido parones temporales por la adecuación y cambios de la cesta o barquilla que transporta a pasajeros y coches. La actual fue instalada en 1998 y resulta muy cómoda porque está acristalada. El trayecto entre ambas márgenes en poco más de un minuto.
Es en 1999 cuando se crea la pasarela superior para que quien se acerque a visitar el puente lo pueda observar desde dentro contemplando la magnitud de esta obra de ingeniería, hay que carecer de vértigo para poder cruzarla. Actualmente se ha convertido en uno de los iconos más reconocidos de Euskadi.
"El puente está compuesto por dos pilas dobles, una en cada margen, que elevan unos cables con más de 60 metros de altura que se anclan en ambos extremos en macizos de cimentación situados a unos 110 metros de las citadas torres. Entre las dos torres los cables forman una parábola, de la que cuelga el travesaño superior de 160 metros de luz, situado a 45 metros de altura. Sobre el travesaño se desliza un carretón del que cuelga un sistema de cables cruzados que sujeta la barquilla que traslada a pasajeros y vehículos de una localidad a otra."
Las cifras y la imagen de la estructura del puente, las hemos conseguido de un artículo que publicó el periódico el Mundo, cuando este puente fue elevado a categoría de Patrimonio Mundial.
Cómo llegar
Estábamos en Bilbao pasando el fin de semana y decidimos que este puente único lo teníamos que visitar. Tomamos la línea 1 de metro en el centro de la ciudad que nos llevó hasta la estación de metro de Areete. El puente se encuentra a unos 5 minutos caminando. De la misma forma volvimos a la ciudad de Bilbao.
Precios y visitas guiadas los podéis consultar en la página oficial del puente pinchando aquí.
Horario - De lunes a viernes: 05:10 - 22:10
- Sábados: 07:00 - 22:10
- Domingos y festivos: 09:00-22:10
Duración del viaje: 1 minuto y medio.
Pero no penséis que el uso del Puente de Vizcaya es meramente turístico, tomarlo como peatón o con el coche, en la barquilla caben 6, ahorra mucho tiempo y kilómetros. Las cifras dicen que en el año 2016 lo usaron más de 4 millones de personas y más de medio millón de vehículos.
Comments