Os contaré en este relato qué hicimos, visitamos y conocimos en este viaje de nueve días por el Sultanato de Omán, llamado también el país del incienso. Un país en la Península Arábiga que ha conservado con mucho celo sus tradiciones y diametralmente diferente a sus vecinos: Emiratos Árabes o Qatar, que son los que conozco por estos lares. Hasta los años 70 del siglo pasado Omán vivía en la Edad Media prácticamente y fue la llegada del Sultán Qaboos en 1970 el que hizo la modernización del país que conocimos en este viaje a finales octubre de 2022, en todo el país hay fotografías de este hombre al que la gente adoraba. Falleció en 2020 y al no tener hijos le sucedió Haitham bin Tareq al Said, su sobrino que en aquel momento era Ministro de Asuntos Exteriores. Sus fotografías aparecen en todos los rincones del país.
Este viaje fue organizado, no de los mejores que he hecho porque hubo muchos momentos vacíos, pero sí me sirvió para hacerme una idea de este país. Si este viaje se hace por libre será casi absolutamente necesario alquilar un coche ya que los servicios públicos de buses son pocos y escasos, teniendo en cuenta que para adentrarse en algunas zonas será necesario tener un coche con tracción a las cuatro ruedas. Otra opción, si alquilar coche no entra en vuestros planes, será contratar un coche con conductor para llegar a determinados lugares; eso sí, tendréis que ir al menos cuatro personas porque Omán es un país no caro, sino carísimo. Yo elegí la forma más útil para mí en estos momentos.
Algunos Datos Prácticos
Estamos en un mundo tan cambiante en estos momentos que plantearse viajar es todo un reto, ya sea libre o en grupo porque hay que encajar muchas piezas, como visados, pases de salud, certificados de vacunación y seguro de viaje. Estos requisitos que os cuento estaban en vigor en octubre de 2022, el momento en el que hice el viaje.
ANTES DE VIAJAR
Visado: si eres español y no estás en el país más de catorce días no es necesario; la información en la Embajada de Omán en España.
Protocolo Covid para viajar: En octubre de 2022 pedían la pauta de vacunación completa con la última dosis superior a catorce días, por pauta completa son dos dosis de vacuna y si no estás vacunado se necesitará una PCR con 72 horas máxima de antelación a la llegada al país. A la vuelta a España pedían vacunación completa, si eran dos dosis válida si no habían pasado los nueve meses o tres sin fecha de caducidad, si no PCR; a mí al ingresar a España no me pidieron nada de nada.
Seguro médico: No es obligatorio llevar un seguro médico para sí conveniente. La sanidad en Omán es cara.
Vuelos: Los vuelos los hicimos con Etihad Airways, con una escala en Abu Dabi. Desde Abu Dabi a Mascate hay tan solo una hora de vuelo.
Temperatura: Calor, mucho calor a finales de octubre y primeros de noviembre, las previsiones para estos meses eran de 32 a 35 grados, pero la realidad es que superamos los 40 casi todos los días. Los mejores meses para viajar a este país deben ser de diciembre a febrero, verano descartado.
SI YA ESTAMOS en Omán tras pasar todos estos requisitos hay algunos datos que también es necesario conocer para que el viaje llegue a buen término y no tener problemas.
Moneda: la moneda omaní es el rial omaní, hay muchas casas de cambio en Mascate y desconozco como está el cambio en otras ciudades. En el momento de mi viaje 1 euro eran 0,40 riales.
Tarjetas de Crédito: Son admitidas pero cobran unas comisiones altas por cada pago, lo mejor pagar en efectivo.
Diferencia Horaria: tres horas en invierno y dos en verano.
Voltaje y clavijas: encontré de todo en el viaje, voltajes de 110/220 y clavijas de todo tipo con lo que es necesario llevar un adaptador para carga de móviles, cámaras o lo que se necesite.
Internet: No compré ninguna tarjeta ni en España ni en Omán, solo tuvimos wifi en los hoteles, que funcionaba muy bien.
Ruta y Hoteles
La Ruta y hoteles en este viaje de 9 días quedó como sigue, sencillamente un breve pero intenso viaje a Omán, nos quedó por conocer en sur con la ciudad de Salalah ya casi en la frontera con Yemen y al norte la península de Musandam que tiene frontera con los Emiratos Árabes y desde donde resulta más fácil visitarla, pero para esto se necesitaría al menos un viaje de entre 12 y 14 días. Empezamos con lo que sí vimos. Como en casi todos los viajes el primer y el último día estuvo ocupado por los vuelos.
Qué visitamos en Mascate
Muscat, Mascate en español, es la capital del Sultanato desde el siglo XVIII. Es una ciudad extensísima, casi 70 kilómetros, en el Golfo de Omán en el mar Arábigo, que va bordeando la costa y dividida en varios barrios, aunque casi todos los lugares a visitar se concentran en dos barrios de los que hablaremos en breve. Algo más de dos días fueron los pasamos en Mascate y nos alojamos en el Hotel Muscat Holiday. Un buen hotel con excelente desayuno y cena, tiene piscina aunque cuando te apetece usarla después de un largo día resultaba que estaba ocupada por cientos de niños dando clase de natación; en esta zona hay muchos hoteles similares, entre ellos el Ibis. Los imprescindibles en esta ciudad de Mascate pasan por conocer los siguientes lugares.
La Ópera Real de Mascate se encuentra en el distrito de Al-Shati Qurm, fue construida en el año 2011 por orden del sultán Qaboos representando perfectamente la arquitectura omaní contemporánea. Su visita interior y exterior es muy interesante así como algunos edificios que la rodean como un centro comercial de ultra lujo, la biblioteca o un museo de instrumentos musicales.
La mezquita del Sultán Qaboos, es la mayor mezquita del Sultanato de Omán y también fue mandada construir por el Sultán Qaboos como regalo a sus súbditos por sus treinta años de gobierno. Hoy es uno de los símbolos de la ciudad y no es para menos ya que tiene mármoles, mosaicos, candelabros, su minarete principal tiene casi 100 metros de alto y la alfombra persa una de las mayores del mundo. Es la única mezquita del país abierta a los no musulmanes y se puede hacerlo de 8 a 11 de la mañana y son muy estrictos con la vestimenta sobre todo de las mujeres.
Mutrah es uno de los barrios más antiguos del país y de las visitas más bonitas en Mascate. Nosotros la visitamos de día, donde pudimos comprobar que había muy poca gente por sus calles y también al caer la tarde y de noche donde toda la zona bulle de gente comprando o paseando sin los rigores del calor. En Mutrah conocimos:
El mercado del pescado, muy limpio y con variedades de pescado recién capturado con unos colores imposibles. Junto a él se encuentra el Mercado de Frutas, no el más llamativo que hemos visitado y en ambos nos llamó mucho la atención de la ausencia de mujeres en ambos. Desde aquí las vistas de la ciudad son preciosas.
La corniche, es el paseo marítimo que nace en el mercado del pescado y termina casi en el Palacio Real. Aquí tenemos viviendas encaladas con balcones de madera, la mezquita Masjid Al Rasool Al A'dham con un bello minarete y cúpula azul al estilo de las que vimos en Uzbekistán, el puerto donde se encuentra uno de los inmensos yates del sultán, cafés y restaurantes en los que sentarse a ver la vida pasar. Muy bonito lugar para pasear tanto de día como de noche.
Aquí encontramos también el Zoco de Mutrah, quizás el más interesante y bonito del país. Cuando te adentras en este zoco lo primero que te atrapa es el olor a incienso, no en vano a Omán lo llaman el país del incienso y la venta de este producto en muchos puestos, junto famoso khanjar, el puñal que aparece hasta en la bandera del país. Este zoco conserva la esencia de los antiguos mercados árabes. Atravesando una calle muy estrecha desde el zoco de Mutrah, desembocamos en el Zoco del oro, inmenso con multitud de tiendas vendiendo collares que deben pesar kilos, brazales, zarcillos o anillos. Lo curioso es que en todas ellas había clientes que por la vestimenta eran locales.
Al Casco antiguo de Muscat, se llega tras unos 5 kilómetros de paseo por la bahía, atravesando un parque de atracciones un poco cutrecillo y en una colina se encuentra un incensario enorme que se ve desde ambos barrios. Los lugares más destacados son los siguientes.
Palacio del Sultán, que tan solo se puede visitar por fuera y a mí me pareció precioso. Es una construcción moderna llena de colorido, rodeado de edificios blancos que supongo serán edificios gubernamentales.
En sus dos laterales los fuertes Al-Mirani y al-Jalali, del siglo XVI, ejemplos de la dominación portuguesa en Omán, se ven en toda su inmensidad por la parte trasera del palacio en la parte de la playa del mismo. Veríamos alguna más de estas fortificaciones o torres de vigilancia en nuestros paseos por esta ciudad.
Aquí también se encuentra la preciosa mezquita de Masjid Al-Khor, con un exterior muy bonito y que no se puede visitar en su interior por los no musulmanes.
Museo Nacional de Omán, se encuentra cerrando la inmensa plaza donde está el Palacio. Es un museo moderno y muy pero que muy interesante. Es caro porque la entrada son 5 riyales lo que vienen a ser unos 15 euros. Sin dudarlo una de las mejores visitas que se pueden hacer en la ciudad.
En nuestra última mañana y por estar muy cerca de nuestro hotel, visitamos en Museo de Ciencias Naturales, pequeñito pero bastante interesante. La entrada era un rial, unos tres euros y había que pagar con tarjeta de crédito ya que no admitían efectivo.
Ruta en dwon, barco tradicional, para ver la orografía de la ciudad desde el mar que es espectacular y ver el atardecer desde el mar, es un paseo de unas dos horas y media que merece muchísimo la pena. Amanece sobre las cinco treinta de la mañana y cae la tarde a las seis. Los barcos salen desde la Marina Bander Al Rowdha.
Wahiba Sands, wadis y ciudad de Sur
Al sur de Mascate conocimos algunos de los wadis más bonitos del país, la ciudad de Sur y el desierto de arenas naranjas de Wahiba Sands. Pasaríamos una noche en un hotel con unas casitas estilo beduino en medio de las dunas del desierto, rodeado de camellos y oryx, con multitud de actividades para desarrollar en el desierto, su nombre Arabian Oryx Camp. Caro pero muy chulo, merece la pena.
En nuestro camino al sur paramos en Sink Hole, una poza o sumidero, creado por el hundimiento de la roca caliza, su agua de color turquesa procede de las montañas y es dulce y calentita. Los lugareños piensan que el lugar nació de un meteorito, para preservar la zona se ha creado un parque cerrado alrededor de éste, hay unas escaleras muy cuidadas para bajar los casi 20 metros que tiene de profundidad. Un buen lugar para darse un baño.
Seguimos hacia el sur y paramos en Wadi Tiwi; wadi es una palabra árabe que se utiliza para mencionar un cauce o una cuenca por la que discurre agua siempre de agua dulce. En Omán hay muchos estos wadis que rivalizan en belleza, ubicados casi todos en zonas desérticas, por lo sorprende mucho cuando encuentras estos pequeños oasis de agua y vegetación entre montañas desérticas. Wadi Tiwi ofrece estanques de aguas esmeralda, antiguos pueblos y exuberantes plantaciones; parte se puede recorrer en coche pero nosotros tuvimos que hacer un camino, a mi gusto, demasiado largo con cuestas y casi cuarenta grados.
Bani Khalid es otro de los wadis que hay que visitar en un viaje Omán, lo visitamos el segundo día de este recorrido por el sur de Omán. Cuando llegas el contraste de paisajes con lo que ya habíamos visto es enorme. La primera parte es muy accesible y en unos diez minutos desde el aparcamiento ya encuentras las primeras pozas, hay una serie de puentes para cruzar el cañón y las vistas son preciosas. Hay un pequeño café en una elevación de la roca y desde aquí pueden ir adentrándote por las rocas en el wadi, aquí el camino ya no es muy seguro y además poco accesible. Otro de los paisajes sorprendentes que nos estaba regalando Omán.
Otra parada muy interesante por estos territorios del sur de Mascate, es hacer una parada en la Ciudad de Sur; a orillas del mar conserva su arquitectura tradicional, con un precioso faro y una corniche con casitas blancas en la que al caer la tarde debe ser muy agradable dar un paseo.
En esta ciudad también se conserva un Astillero de dhows que hoy ha quedado convertido en un pequeño museo que nos muestra cómo se construían estas embarcaciones de madera sin un solo clavo.
El desierto Wahiba Sand, también conocido como arenas de Sharqiya, es otra de eses visitas espectaculares en una ruta por Omán. Casi el ochenta por ciento de este país es desierto o zonas semiáridas, Wahiba Sand con sus arenas naranjas, dunas de más de cien metros de alturas, es el lugar idóneo para hacer un recorrido, eso sí, deberá ser en 4x4. Para mí, lo más bonito fue ver el atardecer desde una de las mesetas de este desierto que cubre 180 kilómetros de norte a sur y 80 kilómetros de este a oeste. El amanecer lleno de bruma también fue increíble.
Montañas de Hajar, Jabel Shams, Nizwa y Fuerte de Bahla
De vuelta a Mascate, hicimos dos rutas hacia el interior del país con unos de los paisajes más espectaculares que he conocido y algunos pueblos con mucho encanto, recorriendo las famosas montañas de Al Hajar que atraviesan de norte a sur el país casi paralelas a la costa. Fueron muchos kilómetros porque ambas rutas eran de ida y vuelta Mascate ya que dormimos en la capital.
La primera ruta nos llevó a conocer la antigua capital del país Nizwa y el Fuerte de Bahla, que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1987. Dos de los lugares con más carga histórica de Omán y a los que le dedicaremos un relato contando todo lo que visitamos, Nizwa y Bahla (Unesco), la esencia de Omán. Este fue el día que más calor hizo, sobrepasando los 40 grados a primeros de noviembre.
La segunda ruta, también de un día desde Mascate, no llevó a adentrarnos en las Montañas de Al Hajar y para mí fue el día más espectacular del viaje junto al desierto de Washiba Sand. Toda esta ruta la hicimos en 4x4. La primera parada tras casi tres horas de carretera fue en el fascinante y fantasmal pueblo Al Hamra, que vimos desde un mirador para apreciar sus casas de adobe al estilo yemení y su palmeral a los pies del pueblo, después paseamos todo el pueblo con una arquitectura increíble pero prácticamente destruida porque las casas están abandonadas en su mayoría y como el gobierno no tome cartas en el asunto en unos años habrá desaparecido
Misfat Al Abriyeen, otro pueblo con mucho encanto fue nuestra siguiente parada. Se encuentra encajonado en las montañas Al Hara a unos 900 metros de altitud. Se distingue tanto por su arquitectura tradicional como por su agricultura, es un pueblo oasis omaní lleno de escaleras que se distribuyes alrededor de los antiguos sistemas de riego falaj, acequias, durante unos 2000 años. Está dentro de las denominadas villas que el gobierno omaní considera como patrimonio. Ambos pueblos se encuentran dentro de la llamada Montaña Verde o Jebel Akhdar que forma parte de la cordillera Al Hara.
La comida, tipo picnic, la hicimos en un impresionante wadi, llamado Wadi Nakar, que es el cañón formado por las montañas de Al Hajar, la paredes que lo rodean superan los 1500 metros de altitud. Ninguna fotografía puede mostrar la inmensidad del cañón que estábamos visitando; para llegar a él es absolutamente necesario un 4x4 y sin duda merece mucho la pena.
Desde aquí comenzó la ascensión por una carretera en bastante buen estado, tan solo hay unos diez kilómetros sin asfaltar pero con muchas curvas y unos paisajes sin igual hasta el Gran Cañón de Omán o Jebel Shams que es como se llama su punto más elevado a unos 3027 metros de altitud. Llegamos al conocido como Balcony Trail, donde se aprecia este Gran Cañón con unas paredes que superan el kilómetro de profundidad; aquí se puede hacer una caminata por un sendero pegado al precipicio. Sin lugar a dudas, uno de los lugares más imponentes que conocí en Omán y que me gustó tanto como el Gran Cañón del Colorado que conocimos en Estados Unidos.
Abandonábamos este maravilloso lugar, pero todavía nos quedaba por ver un atardecer entre montañas sin igual. Hasta el polvo de la carretera sin asfaltar era hermoso creando una especie de de bruma en el ambiente.
Hasta aquí este breve pero intenso recorrido por el Sultanato de Omán, un país sorprendente que sin duda merece la pena visitar. Os hablaré en un breve relato de otra de las cosas que me llamó mucho la atención y es del café omaní, y que la Unesco lo declaró como Patrimonio inmaterial de la Humanidad como El café árabe, que comparten este país más Qatar y Arabia Saudita.
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