Los restos romanos de una ciudad del siglo I d. C. con un fuerte cinturón amurallado se convertiría en una ciudad goda en el siglo VII con el nombre de Ologite para defenderse de los vascones; en el siglo XII recibe su primer fuero que produciría un rápido crecimiento y en el siglo XIII recibe el derecho de celebración de una feria anual. Pero sería en el siglo XV, de la mano de Carlos III el Noble y su esposa Leonor de Trastámara cuando Olite comienza su desarrollo con la construcción del Palacio Real de Navarra en Olite y se convierte en la capital de la merindad que lleva su nombre, ocupando un lugar preferente junto a Pamplona, Estella. Tudela y Sangüesa. Felipe IV le concede el título de ciudad en el siglo XVII y así llegamos a la época actual en la que la ciudad de Olite ha sabido resurgir con el turismo y su desarrollo vinícola, que la hacen una de las ciudades más interesantes de Navarra, declarada Conjunto Histórico desde 1995.
En esta ciudad cargada de historia pasamos las cuatro noches de nuestro viaje a Navarra en Semana Santa 2018 y podéis leer nuestra ruta en “Navarra: Ruta de cuatro días en coche”.
Os contaremos que vimos en estos cuatro días, que podría realizarse en un día completo. También os dejamos un mapa para que os orientéis mejor y veáis la ubicación de los monumentos; el centro histórico es muy pequeño y fácil de recorrer. Tres son los monumentos que forman un triángulo de oro en la ciudad: Sus palacios reales o castillos, la Iglesia de Santa María y la Iglesia de San Pedro.
El Palacio Viejo (2), actualmente es Parador de Turismo Príncipe de Viana. Este edificio formó parte de la antigua muralla romana de la ciudad y fue reconstruido por los reyes navarros como palacio real. Actualmente se conserva tan solo su fachada flanqueada por torres y ventanas ojivales. Su origen se remonta al siglo XV y su acceso se encuentra en la Plaza de Teobaldos.
El Palacio-Castillo Real de Olite (1) es sin duda el edificio más significativo de la ciudad y lo primero que te llama la atención pues parece una imagen sacada de un cuento. Se accede por la Plaza de Carlos III y es una ampliación del Palacio Viejo, la Iglesia de Santa María, de la que hablaremos más adelante, se encuentra entre ambos edificios. Este edificio del siglo XV de estilo gótico francés lo mandó construir Carlos III el noble en el pasó grandes épocas durante su reinado e incluso murió en esta ciudad aunque fue enterrado en la Catedral de Santa María de Pamplona, en "Pamplona, la capital Navarra en un día", podéis leer todo lo referente a este Rey navarro.
En pocos lugares de España los días festivos es difícil visitar monumentos porque o bien se cierra o bien los horarios son muy restringidos. Pues bien en Navarra y en este caso en Olite estos días el horario de visita es mucho más amplio y el Castillo abría a las 9 de la mañana por lo que nos permitió realizar la visita prácticamente solos. Accedimos por el Patio de Armas donde se encuentran las taquillas. Para ver los horarios y los precios podéis pinchar aquí. En la planta baja visitamos el Cuarto de Guardia en la que todavía se están haciendo excavaciones y continuamos por la Sala de los arcos, también conocida como de los murciélagos en la que parece su única función fue dar soporte al jardín superior.
Subimos a la primera planta por unas escaleras de caracol donde se encuentran las distintas estancias del rey Carlos III y su esposa. Se supone que todas ellas estaban ricamente decoradas ya que este palacio durante la edad media, cuentas las crónicas, era uno de los más ricos de Europa, aunque hoy no queda nada, ya que desde el siglo XVI el palacio quedó prácticamente en desuso y sufrió un gran incendio en 1813.
Desde La galería del Rey, con unas arquerías góticas, se ve el jardín de la morera. Cuenta la leyenda que este árbol lo plantó el Rey Carlos III, es una morera enorme que según reza en su cartel tiene más de 10 metros de altura y es Monumento Natural de Navarra. En este mismo lugar hubo un pequeño zoológico.
Una de las cosas que más nos gustó fue la Galería de la Reina hay un jardín colgante en un claustro bellísimo. En primavera o en otoño debe ser todo un espectáculo.
Desde toda esta planta, las vistas de la ciudad son impresionantes por todos sus lados. Si además se sube a las distintas torres como la del Homenaje que es la más alta del palacio creada con fines militares, la torre de las Tres Coronas, la Torre del Aljibe o la Torre de la Atalaya, la visión de la ciudad y sus viñedos será espectacular.
El aspecto actual del Palacio-Castillo e los antiguos reyes de Navarra, obedece a una restauración realizada en los años 40 del siglo XX, que aunque ha dejado el edificio muy bonito es difícil averiguar qué lugares son originales y cuáles se deben a la imaginación historicista de los arquitectos. En cualquier caso nos gustó mucho esta gran obra del gótico civil cuyos orígenes se remontan al siglo XV.
Iglesia de Santa María (3) se encuentra en la Plaza de Teobaldos, entre los dos palacios de la ciudad, aunque la entrada a la iglesia se realiza por la Plaza de Carlos III. Es una construcción del gótico temprano del siglo XIII dándose por finalizada en los inicios del siglo XIV. Su la Portada es una de las más bellas del gótico navarro y en una reciente restauración se han dejado al descubierto restos de policromía original, para protegerla se le ha puesto un tejado que afea mucho el monumento y es difícil conseguir imágenes sin que aparezca y tampoco se puede contemplar la fachada y la puerta bien.
El atrio se le añadió en el siglo XV y el arco de acceso tiene las esculturas de Blanca de Navarra y la Virgen con el niño al lado contrario. La importancia de la iglesia radica en todos los fondos y regalos que a ella hicieron los reyes de Navarra; se se celebraron en ella Cortes del reino, bautizos, bodas y exequias reales.
El interior es de una única nave de grandes dimensiones con una cabecera algo más estrecha. Destaca el retablo mayor es del siglo XVI con arquitectura renacentista aunque las pinturas tienen traza gótica, es atribuido a varios artistas. El cristo que remata el retablo parece ser que es del siglo XIV procedente de una ermita desaparecida. La talla de la virgen es gótica del año 1300, aunque repintada en el momento de la ejecución del retablo.
Iglesia de San Pedro (6) Parece ser que se asienta sobre una iglesia anterior de la que se tienen escasas noticias. Su construcción se inició en el siglo XII y mezcla bellamente arquitectura románica, gótica y barroca. Es la iglesia más antigua de la ciudad y es la iglesia matriz de la ciudad. La encontramos abierta porque será Semana Santa y literalmente nos colamos en ella porque si no nos hubiéramos quedado sin verla.
En el exterior destaca en el conjunto que forman su portada románica y su esbelta torre gótica. Su torre gótica de 54 metros de altura, que sirve de plataforma a la aguja octogonal del siglo XIV es imponente y nos contó un lugareño que es única en su arquitectura de base octogonal. Se puede visitar los días del patrimonio navarro. Estuvo decorada con pinturas del siglo XIII que por razones de conservación se encuentran el Museo de Navarra en Pamplona.
El interior del templo es de planta rectangular, La nave central y las dos laterales están cubiertas por bóvedas de crucería y el crucero por una cúpula sobre pechinas. Adosado al edificio se abre un claustro exento de mediados del siglo XIII de planta cuadrada muy interesante y monumental.
Desde donde se obtienen mejores vistas de todo el conjunto de la iglesia es desde la Ronda del Paseo de Doña Leonor.
La Plaza de Teobaldos donde se encuentra el Parador de Turismo y la Iglesia de Santa María nos lleva a la Plaza de Carlos III accediendo a través de la Torre del Chapitel (4) o la Torre del Reloj que era uno de los accesos de la antigua villa romana; en el siglo XIII se le superpuso una obra gótica donde se abre un pasadizo de arcos apuntados. En el medievo fue la casa del mercado y sede del Concejo de la villa. Del reloj se llama porque en la parte superior en el siglo XIV se instaló el que dicen fue el primer reloj de campana de España.
La Plaza de Carlos III se encuentra también el Ayuntamiento, un edificio de mediados del siglo XX construido al estilo de las edificaciones más antiguas de la ciudad y las Galerías Medievales (5) que datan del siglo XIV y se desconoce para qué fueron construidas. En la actualidad tienen una exposición de la vida de la corte en Olite.
En la Ronda del Castillo, además de la Iglesia de San Pedro se obtienen una de las mejores vistas de los Palacios de Olite y además se ve el antiguo pozo del castillo en el que guardaban el hielo protegido con paja. Un paseo por esta Ronda es imprescindible dentro de la visita a esta ciudad.
En ella se encuentra también uno de los dos conventos que quedan en Olite y es el Convento de San Francisco (7)., que nosotros tuvimos la suerte de verlo abierto y acceder a su iglesia porque estaban preparando los pasos de la procesión de viernes santo. No sabemos si es realidad o leyenda pero se cree que fue el propio San Francisco de Asís el fundador de este convento de Olite cuando comenzó una peregrinación a Santiago de Compostela. Los primeros documentos sobre el lugar datan de mediados del siglo XIII. Desde la ventana de nuestra habitación veíamos todo el huerto del convento que en su mayoría estaba dedicado al cultivo de la vid.
También tuvimos la suerte de poder ver la Procesión del Viernes Santo en esta bella ciudad, que nos pareció bastante curiosa en su modo de ejecución y desarrollo de la misma. Salen pasos de las parroquias de la ciudad y todos se reúnen en la Plaza de Carlos III. Allí hacen una parada todos en fila con sus correspondientes nazarenos y desde el balcón del Ayuntamiento una persona va contando la historia de la cofradía y de la imaginería, entonces ese paso se pone en marcha y así sucesivamente hasta el último paso, que si no recordamos mal eran 12 ó 13. Una procesión muy interesante y bonita que estuvo bañada por la luz de la luna llena.
Para los amantes del vino, Olite tiene una gran cantidad de bodegas de vino e incluso un Museo de la viña y del vino de Navarra (9) que se encuentra en la Plaza de los Teobaldos, nosotros no tuvimos la ocasión de conocerlo, porque ya os hemos contado que visitamos la ciudad en varios días cuando volvíamos de nuestra ruta por esta comunidad.
Y para terminar recomendaros dos de los restaurantes que más nos gustaron de esta ciudad. En primer lugar el Restaurante del Parador de Turismo (A), que algo caro como todos los Paradores, la restauración es exquisita y en segundo lugar, un establecimiento donde además de pizzas sirven una inmejorable comida local y en el que comimos la mejor chistorra de nuestra vida, Asador Casa Preboste (K).
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