Morón de Almazán se encuentra en la provincia de Soria, en la Comunidad de Castilla-León. Es un pueblo hoy pequeño, con unos 200 habitantes pero con un gran pasado. Y de aquellos vestigios, ha quedado un magnifico legado, una monumental plaza renacentista, que es probablemente una de las más hermosas de toda Castilla-León, y también de España, lo que nos supuso toda una agradable sorpresa conocerla.
Llegar desde Madrid es fácil y cómodo, en una ruta en coche de poco más de dos horas, a través de la Autovía Madrid-Zaragoza hasta Medinaceli, después tomando la A-15 dirección Soria capital y por fin, el desvío perfectamente indicado en Sauquillo del Campo, por una carretera llana en buen estado flanqueada por grandes pinares.
Al llegar, paramos junto al edificio de principios de siglo de las antiguas escuelas, reconvertidas hoy en día en biblioteca y polideportivo. No olvidemos que Morón de Almazán pertenece a ese grupo de pueblos pertenecientes a la denominada "España vacía" y que ha quedado con una escasa población de apenas 200 habitantes. Como llegamos relativamente pronto, antes de empezar la visita desayunamos en el bar del polideportivo, donde se nos fueron los ojos a unos magníficos torreznos recién hechos que nos obligaron a "pecar".
A continuación del estupendo almuerzo, empezamos a quemar calorías subiendo una suave cuesta por una calle, que a pesar de alguna injerencia contemporánea, todavía conserva una aceptable dosis de la tradicional arquitectura rural de piedra, madera y barro cocido que se ha mantenido en pie a lo largo de generaciones en muchos pueblos castellanos, hasta llegar a la sublime y notable plaza renacentista de este pueblo.
La Plaza Mayor de Morón de Almazán es un conjunto monumental de singular valor patrimonial que inexplicablemente no está declarado como conjunto histórico-artístico, a pesar de ser una de las plazas más bellas de toda la provincia y hermoso ejemplo de planificación urbanística. El conjunto, realizado entre los siglos XV y XVI, está dispuesto en varios niveles adaptándose a la topografía del lugar. El nivel superior donde se asienta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que preside la plaza y que representa el poder eclesiástico, el intermedio donde la nobleza está representada por los Hurtado de Mendoza, enclava su Palacio y por último, el antiguo concejo en el nivel más bajo, representando el poder del pueblo.
Un perfecto ensamblaje de varios volúmenes arquitectónicos que tiene además varios aderezos que no desmerecen el conjunto, como un rollo de justicia gótico dispuesto sobre la escalinata sobre la que se desarrolla la espectacular plaza y que demostraba el privilegio otorgado por el Rey para impartir justicia. Otro elemento de la plaza, aunque más moderno, es la fuente con pilón y figura central instalada en 1901.
QUÉ VISITAR EN MORÓN DE ALMAZÁN
Uno a uno fuimos visitando cada uno de los elementos de esta espectacular plaza. En primer lugar, subimos toda la escalinata hasta llegar a la que sería nuestra primera visita.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Fue construida entre los siglos XV y XVI gracias a la familia Mendoza, señores de la villa. Destaca su original torre plateresca, de aire salmantino, erigida en 1540 y que funciona como campanario. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en en la categoría de Monumento Histórico Artístico en 1983.
La torre campanario consta de cuatro cuerpos, el primero es totalmente macizo sin ornamentos, en el segundo se abre una ventana bellamente decorada con jambas y columnas que la enmarcan, en el tercer cuerpo de la fachada principal se distingue un reloj de sol, los blasones de la familia Mendoza y por encima, una inscripción en castellano antiguo donde se puede leer que la mandaron construir D. Juan Hurtado de Mendoza y su mujer Dña. Leonor del Río. Y pòr fin, en el cuarto y ultimo cuerpo se encuentran las campanas, separadas por columnas cerradas por arcos rebajados, terminando la torre con una cornisa notablemente saliente sobre la que descansa una elegante crestería y las gárgolas para evacuar el agua de la terraza. Llama también la atención la portada hispano-flamenca y el pórtico cubierto con bóveda estrellada con tetramorfos en las ménsulas, es decir, los cuatro evangelistas.
En su interior se observa que el retablo hecho a medida es barroco (siglo XVIII), pero la Virgen de la Muela que en él se venera, es una imagen románica de una inusual Virgen rubia. Por supuesto que los Hurtado de Mendoza, poseían lugar y banco reservado, además de privilegio de enterramiento en esta Iglesia. El sepulcro originariamente se encontraba en el presbiterio, tras la reja de forja que se desmanteló y ahora protege el pórtico cubierto.
El sepulcro fue trasladado a uno de los laterales del altar, dentro de un arco hispano flamenco, un bellísimo rincón que acoge la tumba de un joven Mendoza, fallecido en 1516, al que acompañaba otro sepulcro de su esposa, Leonor del Río, pero que aún no ha sido encontrado.
En una de las capillas laterales nos encontramos con un curioso ornamento en uno de los capiteles, una cabeza con rasgos mayas o aztecas esculpida en grandes dimensiones, quizás en recuerdo de algún sirviente o sirvienta de los señores de Mendoza provenientes del Nuevo Mundo. También en la sacristía se encuentra una excepcional talla de un Cristo que se facilita con frecuencia para exposiciones sacras de toda España.
Una vez realizada la visita a la Iglesia, contemplamos la vista del pueblo y sus alrededores desde la última terraza de la plaza, desde donde se distinguían los actuales molinos de viento o aerogeneradores, que intentan conciliar esta energía limpia con el paisaje, no poniendo siempre a todo el mundo de acuerdo. A continuación, nos dispusimos a bajar a la segunda terraza de la plaza para realizar nuestra siguiente visita.
Palacio de los Mendoza
En la misma fecha de terminación de la torre de la vecina iglesia, es decir, a principios del siglo XVI, el señor de la Villa, Don Juan Hurtado de Mendoza y su esposa Leonor del Río mandaron construir el Palacio anexo a la Iglesia de la Asunción. En su fachada de sillería se observan dos esbeltas columnas estriadas a los lados de la puerta, que se prolongan a lo alto para albergar dentro de un alfiz los escudos de armas de los Mendoza y de los Ríos y Salcedo.
Aunque desgastados, ya que el edificio está construido con piedra caliza que es sensible al viento y al agua, se observa en el lado izquierdo las armas de los Mendoza, (banda, diez panelas y la cadena) y en el lado derecho la de los Ríos (tres flores de lis y ondas de agua) sobre ellos, un casco con airones y un león. A los lados, dos seres fantásticos lo flanquean. También dos medallones de piedra con las caras del matrimonio se encuentran en la parte superior del arco de la puerta.
Tiene dos amplias ventanas balconadas en el piso superior, que se colocan simétricamente a los lados de la portada. El palacio hace años que fue abandonado por la familia, y desde entonces ha tenido diversos y variados usos. Así en 1933 se convierte en alojamiento de las fuerzas de la benemérita, hasta que a finales de la década de los cincuenta se construyó una nueva casa cuartel para la Guardia Civil. Más tarde fue sede del Frente de Juventudes y con posterioridad sede del Ayuntamiento. En la actualidad, en este edificio, de propiedad municipal, pero gestionado por la Diputación de Soria, se encuentra el Museo Provincial del Traje Popular, Inaugurado en septiembre de 2012 y que merece la pena ser visitado.
El museo cambia su exposición cada dos años, para la limpieza, acondicionamiento y reparación de las piezas de su colección, acogiendo diferentes exposiciones temporales mientras se realizan estos trabajos. Actualmente, se muestra la exposición A la Gala de la Buena Novia, que permanecerá abierta hasta finales de 2019, mostrándose en ella más de 50 históricos trajes de novia y varios ajuares de época, llamando la atención los trajes de color negro, pues era el color más elegante hasta que la reina Victoria Alexandra de Inglaterra se caso de blanco y lo puso de moda. Se pueden observar trajes españoles y de varios países como Italia, Estados Unidos. o México.
El museo realiza una importante labor para preservar una valiosa herencia cultural de la indumentaria popular española provenientes en su mayoría de cesiones de colecciones particulares y recuerdos familiares. El colorido y la riqueza de ajuares, faldas, mantones, velos, chalecos, sayas y bordados se pueden apreciar en este interesante museo a través de vitrinas donde se representan escenas cotidianas con utensilios y objetos de época.
La gestión del Museo del Traje ha sido encomendada a Soria Museum, con el patrocinio del Departamento de Cultura de la Diputación de Soria, cuyo empeño es hacer del Museo un lugar vivo, donde se realicen actividades en las que participen los habitantes de Morón y un conocimiento al exterior de la riqueza e importancia de la vestimenta tradicional de pueblos y ciudades, por lo que habrá que estar atento a lo que se vaya programando (consultar página web), así como a los horarios y fechas de visita ya que en invierno se reducen sensiblemente.
El último edificio que nos quedaba por ver está contiguo al Palacio y solo hay que bajar unos pocos peldaños para llegar a él.
EL ANTIGUO CONCEJO DE MORÓN
La antigua Casa Consistorial está situado en la parte baja de la plaza y es el edificio más antiguo de los que componen el conjunto artístico de la Plaza Mayor. De estilo renacentista construido en la época de los Reyes Católicos, es decir, siglo XV. Su fachada consta de dos pisos, el piso inferior está porticado mediante tres arcos escarzanos apoyados en pilares cilíndricos con decoración estriada, florones y grandes conchas santiaguistas. El piso superior también sigue la misma distribución de arcos.
El edificio está coronado por una espadaña añadida posteriormente que consta de reloj, campanilla y veleta de gallo. Se le ha dado uso como biblioteca y consultorio médico que aún funciona, aunque espera la rehabilitación concedida, para volver a ser Casa Consistorial. Por último, en el bajo del cerro, las viviendas del pueblo llano, por desgracia cada vez menos numerosas, pero fieles a la perseverancia y rudeza castellana que el poeta Antonio Machado supo describir en sus versos:
¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía! ¡Castilla, tus decrépitas ciudades! ¡La agria melancolía que puebla tus sombrías soledades!
Y pasando por sus solitarias calles nos despedimos de una villa castellana que por su rico patrimonio e historia merece la pena conocer y poner definitivamente en el mapa para viajeros y turistas.
Agradecemos al Departamento de Cultura de la Diputación de Soria habernos facilitado la oportunidad de conocer este singular pueblo, así como las explicaciones, comentarios y visitas que pusieron a nuestra disposición. Aprovechamos también para mandar un saludo a los que fueron compañeros de viaje en ese día: Nacho de Dos a la deriva, Javier de Vamos a Viajar, Alicia de Rutas por España y por supuesto a Luis Ulargui y Laura de Andrés (Borrón y cuenta nueva comunicaciones) que confiaron en nosotros para formar parte de esta visita.
Para más información sobre Morón de Almazán se pueden visitar las siguientes webs:
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