Mojácar se compone de dos partes: el Pueblo de Mojácar, pueblo tradicional con nueve siglos de antigüedad, que ha pasado por diferentes épocas y culturas, desde la Prehistoria hasta incluso el reinado árabe, que ha acogido a fenicios, celtas, griegos, y romanos, de casas encaladas de blanco típicamente andaluzas y pequeñas calles serpenteantes en la cima de una colina. Y el otro, Mojácar Playa : la costa o zonas de costa con playas vírgenes y turísticas, de origen más moderno, con un tramo de 17 km de playas de arena blanca, bordeadas de chiringuitos, hoteles y restaurantes.
Fuimos allí desde Almería donde estábamos alojados y podéis leer nuestra visita a la capital en Qué ver en Almería en un día. Andalucía, España, no solo para conocer este bello pueblo, si no a visitar a un familiar que tiene la inmensa suerte de poseer una casa en tan precioso litoral. Aparte de la alegría por volver a verla, fue nuestra personal guía local y de gran ayuda para visitar la localidad. Dejamos nuestro coche aparcado y nos pusimos en sus manos.
En los años sesenta, el alcalde de Mojácar ofreció tierras a aquellos que se comprometieran a restaurar la ciudad casi en ruinas y que incluso carecía de agua corriente. Esta propuesta fue muy atractiva para artistas, intelectuales y periodistas de todas partes del mundo, que se habían enamorado de la ubicación de Mojácar y de su larga y rica historia. Se llevó a cabo la renovación de las casas y se empezaron a construir nuevas zonas residenciales en la costa, dando lugar a lo que hoy es la impresionante Mojácar Playa con algunas de las playas más atractivas de Almería y además con el atractivo añadido de ser limítrofe con el Parque Natural del Cabo de Gata, Reserva de la Biosfera, que tenemos pendiente de escribir.
Acompañados de Concha nos dirigimos a Mojácar pueblo, situado en una cima a 170 metros sobre el nivel del mar, al final de Sierra Cabrera, al este de la provincia de Almería. Cuando vimos desde el aparcamiento a qué altura estaba de nosotros, solo pensamos "Madre mía ¿Cuántos escalones habrá que subir? Pero no, hay un magnífico ascensor para subir al pueblo ¡Menos mal! Antes de tomar el ascensor vimos la escultura de una particular mujer, la Mujer Mojaquera.
En Mojácar hay dos estatuas que representan a las mojaqueras, una de bronce junto al parking y otra de mármol blanco junto a la Iglesia, como homenaje a las mujeres de la localidad por el esfuerzo, de la mujer que cultivó la tierra, cuidó de la casa y la familia y mantuvo en pie su pueblo, a pesar de las guerras, sequías y emigraciones. En las esculturas van vestidas con las túnicas típicas, representando su papel como portadoras de agua.
La impresión que da Mojácar con sus casas encumbradas en la montaña es de un gran impacto visual, el blanco de las casas, los marrones de la tierra y el azul del cielo y del mar. El esfuerzo de los vecinos por mantenerlo cuidado y hermoso le ha merecido ser proclamado como uno de "los Pueblos más bonitos de España"
Para llegar al casco antiguo hay que hacer algún esfuerzo, no solo vale con tomar el ascensor desde el parking, hay que subir cuestas, remontar escaleras y recorrer pequeñas calles sinuosas. Pero vale la pena, el paseo es a través de casas centenarias adornadas por cientos de flores de vivos colores que cautivan a cada paso, iglesias, tiendas extravagantes, salones de tatuajes, pequeños bares ruidosos con numerosas y ricas tapas y muchas tiendas de artesanía. En fin, hay que dejarse persuadir por el ambiente antes de llegar al tramo final.
La Plaza Nueva y el Mirador, vibrante plaza principal de la ciudad con sus frecuentes eventos comunitarios y una hermosa vista a lo largo la costa e increíbles paisajes de montaña. Es la plaza principal de Mojácar. está siempre llena de turistas y lugareños que toman copas en bares con acogedoras terrazas o simplemente contemplan las sierras de Cabrera y Almagrera, así como los pueblos cercanos y el río Aguas. Nosotros fuimos por la mañana, pero nos dijeron que desde esta plaza se observan atardeceres con unas puestas de sol impresionantes.
Una vez saciada nuestra sed con una bebida disfrutada en una de las terrazas con vistas, un gran lugar para sentarse y ver pasar a la gente,nos dirigimos a la Iglesia de la localidad.
La Iglesia de Santa María en el centro del casco antiguo es uno de los mejores lugares para ver y sentir la historia de la ciudad, recuerda a una fortaleza por su estructura. Es un edificio formidable que se cierne sobre las pequeñas residencias a su alrededor, con su exterior de color arena de estilo Alcazaba árabe con grandes sillares de piedra, fue diseñado para el culto y la protección de los locales del pueblo en caso de ataque. Se construyó a finales del siglo XVI, probablemente en el emplazamiento de una antigua mezquita. Su interior es muy sobrio y entre sus imágenes destacan la Virgen del Rosario y San Agustín, ambos patrones de Mojácar..
Un poco más abajo de la plaza se encuentra otra muy singular, La Plaza del Parterre que actualmente se encuentra porticada y engalanada con innumerables flores. Queda junto a los muros de la iglesia y fue utilizada como antigua necrópolis árabe, ya que se han encontrado restos orientados hacia el oeste (La Meca). En uno de sus rincones se encuentra la reproducción exacta de una de las escenas de la Reconquista, que se recrean en la sillería del coro de la catedral de Toledo.
Con más calma fuimos bajando hacia el parking, deteniéndonos en cuantos lugares nos apetecía, por ejemplo para observar un peculiar árbol en la Plaza del Ayuntamiento.
El árbol Centenario de Mojácar, traído de las Américas por un emigrante, se trata de un ficus benjamin. En el suelo podemos encontrar mosaicos con el símbolo del Indalo dibujado. Seguimos bajando y llegamos a...
La Puerta de la Ciudad: o Puerta de la Almedina, como reza su inscripción árabe. Es un arco de medio punto del siglo XV que sustenta el escudo primitivo del municipio. Era la antigua y única vía de acceso al pueblo. Una vez cruzada la puerta, ya en extramuros nos deleitamos paseando
El Barrio del Arrabal, una hermosura de calles sinuosas y abigarradas que conforman este antiguo barrio judío que comenzó a construirse en el siglo XVII a extramuros de la ciudad. Recorrerlo es imprescindible para captar la autenticidad del este pueblo impresionante, ejemplo de arquitectura árabe y española que se alza en la cima de la colina desde hace casi un milenio.
Los llamados arrabales son las ampliaciones por fuera de la murallas que tuvieron muchas ciudades en su crecimiento, el de Mojácar parece ser que albergó una importante comunidad judía, que fue expulsada junto con las del resto de España en 1492 por los Reyes Católicos. Algunos historiadores defienden que la comunidad judía de Mojácar es incluso anterior a la presencia musulmana, pues había llegado junto a fenicios y cartagineses.
Se caracteriza por tener calles estrechas y colores vivos de flores colgadas de sus paredes blancas, intrincadas callejuelas, alejadas del turismo de masas y que no solo producen admiración sino calma y paz al pasear por ellas, Se acercaba la hora de comer y recorrer la costa pero esa es otra historia.
Y por último la curiosidad de este pueblo ¿Sabéis que Walt Disney probablemente nació aquí? Una revista española afirmó en la década de los años 40 que el dibujante y productor de cine era hijo ilegítimo de una joven lavandera y un médico, que como madre solera emigró desde Mojácar a Chicago y allí lo dio en adopción porque no podía hacerse cargo de él. ¿Es leyenda urbana o realidad? El caso es que ha sido estudiado hasta por el FBI y se resume en este artículo de The Guardian.
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