Qué ver, qué visitar y qué hacer en Lyon en un día o en dos días: Colina de Fourviere, El Museo de Confluencias, Vieux Lyon, Croix-Rousse y la Presqu'ile.
Pasado y presente en la Ciudad de Lyon: la Colina de Fourviere y el Museo de las Confluencias.
Llegamos a Lyon a las 12 h en tren procedentes de Niza, el recorrido fue de unas cuatro horas pero muy entretenido ya que hasta Marsella recorrimos toda la Costa Azul y vimos amanecer con el mediterráneo de fondo. Al medio día estábamos en la estación Part-Dieu de Lyon. Con nuestras maletas empezamos a buscar la oficina de turismo para recoger nuestras tarjetas de la Lyon city card que habíamos comprado por internet para dos días. Como no aparecía preguntamos en información y nos dijeron que se recogían en un centro comercial que estaba frente a la estación.
La atención que recibimos en esta oficina fue poco amable pero con ellas en nuestro poder, salimos de nuevo a la plaza frente a la estación y buscamos la parada del tranvía T1 que nos llevaría a la estación de Parreche que ya nos regalaría imágenes bellísimas de la ciudad, donde muy cerca se encontraba nuestro hotel. Casi a las dos de la tarde empezamos nuestra ruta por esta bella ciudad francesa, de la que nos haríamos una idea de su pasado y presente.
Lyon es una de las ciudades de mayor población e importancia en Francia, siendo la tercera después de París y Marsella. Está situada en la región Auvernia-Ródano-Alpes, posee un emplazamiento geográfico excelente entre la confluencia de los ríos Saona y Ródano, algo que ha posibilitado su desarrollo durante más de dos mil años.
Además de haber sido la Capital de la Galia en la época romana, fue capital de la seda y de los textiles a partir del siglo XVI hasta la revolución y ya en los inicios del siglo XIX pone las bases para convertirse en una de las ciudades más importantes de Francia con una de las mejores universidades del país. Todo esto lo desarrollaremos en cada uno de sus barrios, que están estrechamente ligados lo la historia de la ciudad.
Por todo ello, Lyon fue inscrita como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1998 con esta descripción: “La ciudad de Lyon fue fundada en el siglo I a.C. por los romanos, que establecieron en ella la capital de las Tres Galias. Desde entonces, Lyon ha desempeñado a lo largo de toda su historia un papel importante en el desarrollo político, cultural y económico de Europa. Su estructura urbana y sus numerosos monumentos de todas las épocas son vivos testimonios de esa importancia.”
Aquí os dejamos un mapa que se encuentra en varios lugares emblemáticos de la ciudad, donde se aprecia la distribución de los barrios centrales que constituyen el pasado y presente de la ciudad. Visitamos en dos días la Colina de Fourviere, El Viejo Lyon, una pinceleda de la Croix Rousse, la Presqu'ile y el Museo de las Confluencias
COLINA DE FOURVIERE
Nuestra visita comenzó en la Colina de Fourviere lugar de fundación de la ciudad por los romanos en el año 43 a.C. Su primer nombre fue Lugdunum, que significa "la colina de la luz" En este momento su papel se limitaba al ámbito militar pero este se amplió y se convirtió en la Capital de las Tres Galias; se construyeron un foro, un teatro, el templo de Cibeles y baños públicos. La ciudad comenzó a extenderse a otros barrios como la Croix Rousse y la zona Presqu'ile, cruzando el río Saona y el Ródano. Fue también cuna del cristianismo desde las primeras implantaciones en el siglo II. Con el inicio del declive de del Imperio Romano la ciudad queda expuesta a las hordas de los bárbaros y perdió su condición de Capital de las Tres Galias. A lo largo de los siglos en esta colina se fueron estableciendo iglesias, conventos y una basílica, por lo que se la conoce como “ La colina que reza”.
Llegamos a este hermoso lugar de Lyon, a más de 300 metros de altitud, en el metro a la estación Vieux Lyon y tomamos el funicular que te deja en la plaza donde se eleva una de las iglesias más hermosas y visibles desde toda la ciudad, que no es otra que La Basílica Notre-Dame de Fourviere.
La Basílica Notre-Dame de Fourviere se comenzó a construir a finales del siglo XIX e inaugurada en 1896, su creador fue el arquitecto lyones Pierre Bossan, que tenía más de setenta años cuando empezó el proyecto. Su arquitectura y su interior son de inspiración bizantina, y es que Bossan estuvo en Palermo y se enamoró del lugar; ya en Francia y concretamente en Lyon intentó reproducir el estilo de lo que había visto. Como dato curioso, decir que esta Basílica no pertenece a la Archidiócesis de Lyon sino a la Fundación privada Fourviere.
Se encuentra enclavada donde en la época romana estuvo el foro de la ciudad. Llama la atención su exterior con sus enormes columnas de mármol italiano talladas en Italia y trasladadas a Francia posteriormente, pero es el interior es, sin lugar a dudas, lo que deslumbra. Domina la riqueza de mosaicos que cubren hasta el último milímetro.
Este actual lugar de peregrinación que es la Basílica de Notre-Dame de Fourviere, cuyos orígenes se remontan al inicio del siglo XII, es en realidad un libro abierto sobre la victoria del bien sobre el mal; cuatro columnas y cuatro torres que representan las virtudes cardinales; ángeles protegiendo la iglesia; una cripta a la que también se accede desde el exterior por la que debe pasar la procesión que cada 8 de diciembre se realiza en honor de la virgen y que representa las tinieblas; desde la cripta se accede a la imponente nave dorada central que representa el triunfo del bien sobre el mal.
Como veis una Basílica cargada de simbolismo y belleza, que se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad de Lyon, siendo uno de sus imprescindibles. Su acceso es gratuito y el horario es de lunes a domingo de las 7:00h a las 19:00h. Tiene además un pequeño museo de arte religioso interesante, tienda de regalos, un restaurante y cuenta con aparcamiento.
Junto a la Basílica se encuentra la Torre Metálica de Fourviere, que tiene un gran parecido con la Torre Eilffel de París y en su ubicación genera un marco bastante feo, ya que algunos espacios que rodean a la Basílica están bastante descuidados. Al descender de la colina es visible desde varios puntos de la ciudad generando una postal bastante bella.
Otro lugar que no hay que perderse en la Plaza de la Basílica de Fourviere es el mejor mirador de toda la ciudad, desde el que se divisa gran parte de los barrios históricos de la ciudad. ¿Qué nos decís de estas fotografías?
Desde este bello mirador tomamos la Rue Radisson para llegar a nuestra siguiente visita el Museo de la Civilización Galo-Romana de Lyon. Se inauguró en 1975 y fue obra del arquitecto francés Bernard Zehrfuss, muy aficionado a las carreras de coches ganando algún que otro ganador Grand Prix. Diseñó un edificio de hormigón sobre la ladera de la colina de Fourviere en el que lo más importante es el enorme espacio expositivo, una larga rampa va descendiendo por las distintas salas expositivas.
La colección de este museo es muy interesante y narra la historia de Lyón desde la prehistoria hasta el siglo VII de nuestra era. Tiene una gran colección de esculturas, piezas de uso cotidiano del momento, joyas y una gran colección de mosaicos policromados. Algunas de sus piezas son de un valor histórico incalculable como la Tabla Claudiana, que reproduce en bronce un discurso del emperador Claudio en el año 48 ante el senado en el que pedía la admisión de senadores galos, el Sarcófago del triunfo de Baco y el Calendario Galo.
En la rampa inferior se abran unos ventanales enormes que proporcionan unas vistas increíbles del Teatro Romano y del Odeón, como si un cuadro se tratase. El horario es de martes a domingo de 10h a 18h. y es gratuito con la Lyon City Card. Y algo interesante es que con la entrada te dan una audioguía en varios idiomas para poder ir siguiendo las piezas de la colección. Un museo imprescindible en Lyon.
Junto al Museo de la Civilización Galo-Romana se encuentran dos de los restos romanos más significativos de Lyon: El teatro y El odeón. Fueron construidos en la ladera de la colina con vistas a los ríos Saone y Ródano y a los Alpes en días claros.
El Teatro es uno de los más antiguos de la Galia ya que fue construido en el 15 a.C. y reconstruido por el emperador Adriano en el siglo II con una capacidad de 10.000 espectadores. El odeón es un pequeño teatro dedicado a la música y fue construido junto al teatro al inicio del siglo II con una capacidad de 3000 personas.
En el siglo III ambos entraron en desuso, convirtiéndose posteriormente en cantera para nuevas construcciones. Ambos se pueden visitar pero nosotros no pudimos hacerlo porque en ese momento estaban montando todo el entramado para la Noche de las Luces, de la que os hablaremos más adelante.
Habíamos ascendido con el funicular pero decidimos descender a pie por la Monteé Saint Barthelemy para seguir admirando las vistas que nos proporcionaba la colina con la intención de empezar a recorrer el viejo Lyón, pero en ese momento llegó un autobús que iba dirección al barrio de la Confluencia, preguntamos al conductor y paraba frente al Museo. Cambiamos el plan, nos subimos al bus que recorrió prácticamente todo el centro hasta el Museo.
MUSEO DE LAS CONFLUENCIAS
Ubicado en el extremo de la península de Lyon se extiende el Barrio de las Confluencias que debe su nombre al lugar donde confluyen los ríos Ródano y Saona; es en este punto exacto es donde se creó este macro proyecto cultural que es el Museé des Confluences. Este barrio del centro ciudad se ha dedicado desde el siglo XVIII a las actividades industriales y portuarias. A mediados del siglo XX se comenzó a gestar una remodelación de la zona y poco a poco se está convirtiendo en la zona moderna y de desarrollo, junto a Part-Dieu; simboliza el dinamismo de una ciudad que sabe mezclar tradición y modernidad.
El Museo de las confluencias fue construido por la cooperativa de arquitectos con sede en Viena Coop Himmelbau, abrió al público en 2014 y fue heredero de los fondos del Museo Guimet de Lyon concibiéndose como un museo de historia natural y de las sociedades, el museo de la confluencia de los conocimientos científicos, técnicos, naturales y sociales. El gran museo de la confluencia de ríos del conocimiento, un museo imprescindible en una visita a la Ciudad de Lyon.
Cuando te acercas ya intuyes una arquitectura increíble de cristal, hormigón y acero inoxidable; se le conoce como “la nube de cristal”. Antes de acceder a su interior, recorrimos su perímetro exterior que nos ofreció unas formas muy diferentes dependiendo del ángulo en el que encuentres. Una vez en el interior sorprende nuevamente su estructura y sus pilares de hormigón y acero que parecen no tener fin; siempre nos preguntamos cómo es posible conseguir espacios expositivos con tanta asimetría.
El museo cuenta con cuatro exposiciones permanentes: “Orígenes”, “Sociedades: el teatro de los hombres”, “Especies: la trama de lo viviente” y “Eternidades: visiones del más allá”; esta última nos impresionó muchísimo donde pudimos conocer cómo viven y recrean la muerte las diferentes culturas. Además suelen tener siempre alguna exposición temporal, que en el momento de nuestra visita era sobre el cine y los Lumiere. El acceso es gratuito con la Lyon Card, sus horarios precios los podéis encontrar pinchando aquí. ¡Un lugar imprescindible que visitar en Lyon!
Para poder hacerte una idea de este Museé des Confluences se necesitan un mínimo de dos o tres horas y no hay que dejar de subir al último piso donde se encuentra la cafetería y las terrazas que nos ofrecen unas vistas preciosas de la ciudad.
Para terminar el recorrido hay que darse un paseo por el jardín posterior para ver la confluencia de los ríos Ródano y Saona, que han sido testigos del desarrollo de esta ciudad durante dos mil años. Y tampoco puede faltar unas fotografías en la insignia de la ciudad "OnlyLyon".
Con el tram T1 que tiene parada en la puerta principal del Museo retornamos al centro de la ciudad, un paseo por el mercado navideño de la animada Plaza de Parreche, una cena rápida y a descansar.
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