Después de comer en Guisando, nos dirigimos al punto más alto del Valle del Tietar por la carretera AV-502 en dirección a Ávila, para llegar al famoso Puerto del Pico, desde donde comenzaríamos nuestra excursión para conocer uno de los enclaves más bonitos de la península, la comarca de las "Cinco Villas de Gredos". Para consultar en qué consistió todo nuestro viaje a Gredos, podéis hacerlo en el siguiente enlace: Escapada a Sierra de Gredos (Ávila). España
El Puerto del Pico se corona a 1.352 metros y se convierte en el punto de inflexión entre dos mesetas. Desde allí pueden disfrutarse unas espléndidas vistas sobre el valle de las Cinco Villas, una comarca de gran valor histórico, cultural y paisajístico. Llegamos por una reformada carretera que en esta zona, aún cuenta (o se han conservado) con un par de hitos que miden la distancia en leguas, llamados "leguarios" desde que en 1801 una Real Orden intentó unificar todas las medidas en las carreteras españolas.
Aparcamos en una explanada de tierra cerca del mirador, no sabemos si está preparada por la Diputación de Ávila o por la Administración central, pero no se encuentran en muy buen estado. Nos dimos cuenta que desde allí parten varias rutas de senderismo de diferentes niveles, aunque bastante difícill de leerlas por su deterioro. Emprendimos el camino desde el aparcamiento al mirador y apreciamos que el viento debe ser un inquilino habitual de esta verdosa cima. Al igual que pasa con el mar, la montaña tiene sus peligros, no hay que olvidarlo nunca, aunque aparentemente pueda parecer mansa, ya que sería una percepción errónea. ¡Precaución con el viento!
Llegamos hasta el mirador para observar la inolvidable perspectiva que hay sobre los pueblos de valle e hicimos algunas fotos.
Pero el mirador del Puerto del Pico no es la única vista privilegiada, al retornar hacia el aparcamiento, fuimos a tomar un café en el restaurante "La Parada del Arriero" donde nos sorprendió la contemplación paisajística desde la terraza del Bar Restaurante, que se eleva unos metros más arriba de la plataforma del mirador. Un sitio ideal para realizar una comida con vistas, además de que nos han hablado muy bien de su menú.
Aún hay más alicientes que ver desde la cima del puerto y también desde otros puntos intermedios de la carretera, como por ejemplo, apreciar el trabajo que hicieron los arquitectos romanos en el diseño y ejecución de una impresionante obra pública que ha llegado hasta nosotros en bastante buen estado de conservación, la Calzada Romana. Una calzada que aún hoy se sigue utilizando para la trashumancia. La obra romana consta de 5 kilómetros aproximadamente, hasta el pueblo de Cuevas del Valle y salva un desnivel de 520 metros más o menos, teniendo una longitud total de 8 kilómetros. Se realizó como vía de unión entre los Valles del Tiétar y del Alberche.
Dejamos el Puerto del Pico y comenzamos a descender. La visita a las Cinco Villas la realizamos en dos días, pero vamos a relatarlas en un único artículo para mejor comprensión de lo que constituye esta zona. De Norte a Sur empezamos por nuestra visita a...
CUEVAS DEL VALLE
Se accede al pueblo a través de un bosque con potente aroma a roble y pino, casi encaramado en los últimos peldaños del Puerto del Pico, cuya escarpada silueta cruza desde hace más de 2000 años su Calzada Romana y que empieza en los aledaños de la Iglesia del pueblo. Se trata de un pueblo pequeño, de unos 500 habitantes, pero con fuerte presencia turística, que duplica su población durante la temporada de verano. El pueblo se integra perfectamente en el paisaje e Incluso un río cruza el pueblo de lado a lado, haciendo necesario el uso de puentes.
En nuestra opinión es la más bonita de las Cinco Villas, por lo que merece la pena dejarla para el final de la ruta, tal y como hicimos nosotros, que la visitamos en el segundo día. Las distancias son muy cortas entre estos pueblos, así que no preocuparos por cambiar el itinerario más lógico. El pueblo es muy agradable para pasear, así que lo mejor es dejar el coche en el aparcamiento que hay junto al río y perderse entre sus calles ya que su arquitectura es muy interesante, llamando la atención las calles con casas con balcones de madera.
A pesar de visitarlo en pleno puente del mes de mayo, no vimos mucha gente por la calle, y gran parte de los paseantes tenían aspecto de turistas, como nosotros, quizás por la débil lluvia que encontramos al llegar, aprovechando a caminar por dentro de los soportales de madera que cubren parte de sus calles. Precisamente en la calle de los Soportales que lleva hasta la Plaza Mayor hay 50 metros de calle cubierta.
El nombre de Cuevas del Valle, probablemente provenga del gran número de casas antiguas que cuentan con una cueva en su planta baja y que son visitables, pues vimos anuncios para acceder (previo pago) en algunas de ellas.
A destacar que es un pueblo al que atraviesa el río Pasaderas con unas aguas frías y cristalinas. Cuenta con una piscina natural que se utiliza en verano para el baño. El cauce del río resulta muy agradable de ver, y oír su murmullo en su encuentro con las rocas resulta muy bucólico.
Al otro lado del río, y en la parte más alta de la localidad, se encuentra la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora del siglo XV que nos pareció de gran tamaño para el pueblo. Sin embargo estaba cerrada, y no pudimos visitarla por dentro. El aspecto exterior era desde luego imponente.
Por último y como información, si sois amantes de la setas y venís a Gredos a cogerlas, la Sociedad Micológica Amagredos tiene su sede social en esta localidad y durante los meses de octubre y noviembre, hay Jornadas Micológicas, a las cuales acuden aficionados de toda España y orientan a los aficionados para recoger los hongos con seguridad. El siguiente pueblo más al sur que encontramos fue....
VILLAREJO DEL VALLE
Fue el más difícil de ver, ya que no tiene ningún espacio para aparcar el coche, por sus calles estrechas y por falta de un espacio reservado para visitantes. Antiguamente denominado como Pueblo Abajo y Barranco del Suelo, este municipio formó parte de las Ferrerías de Ávila hasta el año 1694, cuando se constituyó villa independiente.
Su Plaza Mayor denominada como Plaza de España, es un caos de coches aparcados de cualquier manera y su disposición es alargada y triangular. La única acera que tiene, está ocupada por las terrazas de los bares que hay en los bajos de los edificios. Su arquitectura tradicional es de casas de piedra a dos o tres alturas con balcones de madera y largos aleros. Planta de abajo con fachada de mampostería de granito y la planta de arriba hecha con entramados de madera. Suelen disponer de bodega y cueva subterránea.
También en la misma Plaza se encuentra el Monumento a la Cabra Montés, Escultura de un macho montés creada por el escultor Nacho Martín en el año 1994 para conmemorar la independencia de Mombeltrán.
Un rollo de piedra del siglo XVII, celebra la carta de villazgo ocurrida en 1694 cuando la localidad se independizó de Mombeltrán. La columna está formada por 6 tambores de piedra con capitel rematados con cabezas de animales y acabado en bola.
En las afueras del pueblo por la carretera AV-P-706 existe también una piscina natural, aunque para disfrutar de ella hay que pasar a través de un restaurante y el estacionamiento en el arcén de la carretera es para apenas cinco coches. Seguimos nuestra ruta hacia sur y nos encontramos con el pueblo de....
SAN ESTEBAN DEL VALLE
En otro tiempo "del Castañar", es un pueblo apretado de callejuelas estrechas y empinadas que constituye una isla entre un mar de viñas y olivar. La importante figura de la iglesia destaca, majestuosa, sobre su casas ofreciendo unas vistas de ensueño.
Y hacia allí nos dirigimos directamente pues la habíamos avistado a distancia. La impresionante Iglesia de San Esteban que data del siglo XV aunque su fachada es renacentista con portada plateresca del siglo XVI. Realizada en estilo gótico isabelino, desde su emplazamiento se domina todo el valle pues se levanta sobre el cerro más alto de la localidad. Tiene una imponente torre de campanario de 22 metros de altura. Fue declarada monumento Histórico Artístico en 1982.
En su interior destaca la capilla mayor que es de gran belleza, dedicada a San Esteban en estilo neoclásico y queda dividida del resto de la nave por medio de una reja de hierro forjado, con todos sus varillas terminadas con adornos de flores de lis y granadas. Cuando entramos estaba completamente a oscuras, pero dos señoras del pueblo que estaban dentro nos encendieron las luces para que pudiéramos observar la belleza de su interior.
La empinadas pero también más amplias calles del pueblo, nos daba la oportunidad de contemplar desde cualquier punto, la simbiosis entre naturaleza y el entorno rural. Finalizado el paseo, de nuevo al coche y llegar a nuestra siguiente parada que sería....
MOMBELTRÁN
Se le considera como una de las primeras poblaciones de Gredos. A finales del siglo XIV, Enrique III concede carta de villa al lugar, y así se independiza jurisdiccionalmente de Ávila. Luego pasó a formar parte del señorío del condestable Ruy López Dávalos, y más tarde a don Juan de Aragón, para después pasar por un trueque a la orden de Calatrava. Posteriormente lo adquiere D. Álvaro de Luna y cuando éste es ejecutado, se confisca a su mujer y pasa a manos de don Beltrán de la Cueva. La Villa de Mombeltrán pregona su pasado señorial y de esplendor por doquier, resaltado en el magnífico castillo, la imponente iglesia o la profusión de casas blasonadas que circunda la Plaza de la Corredera.
La carretera pasa a lado de la Iglesia de San Juan Bautista, construida entre los siglos XIV y XV, en estilo gótico y que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1982. La Iglesia tiene aspecto también de fortaleza, por sus macizos volúmenes que dan sensación de haber tenido una probable función defensiva en sus orígenes.
Desde la Iglesia, caminamos por el pueblo hasta llegar a su preciosa Plaza de las Correderas. En la plaza observamos viviendas que todavía conservan el aire de la arquitectura serrana, viviendas señoriales, de origen medieval, que destacan por su tamaño, calidad constructiva y sobre todo por la presencia del escudo heráldico en su fachada, propiedad de la pequeña nobleza que siempre habitaba en torno a la cabeza del señorío.
En esa misma plaza se encuentra el edificio que albergó el antiguo Hospital de San Andrés, que acogía no sólo a los pobres transeúntes que bajaban el puerto, sino también a los muchos peregrinos que especialmente durante los siglos XVI y XVII viajaban hacia Guadalupe. Fundado en 1517, destaca su portada renacentista. Actualmente es casa de cultura del Ayuntamiento aunque no sabemos cómo puede hacerse cargo del mantenimiento y conservación de tamaño edificio.
Seguimos caminando hacia el sur y nos encontramos con el monumento más característico de la villa de Mombeltrán, su Castillo, dominando todo en valle y sus vías de comunicación. Fue edificado en sillería y mampostería de granito y tiene una planta cuadrada con torres redondas y almenadas en las esquinas. Mandado construir por don Beltrán de la Cueva a finales del siglo XV, parece ser que por el mismo arquitecto que realizó el de Manzanares el Real o el de Belmonte ya que tiene características muy similares.
Hay visitas guiadas para conocer su interior, pero tienen que ser concertadas llamando a un teléfono que os facilitamos en el siguiente enlace: VISITAS CASTILLO MOMBELTRÁN. Hay que resaltar que numerosas escenas de la serie de "Isabel la Católica" fueron rodadas aquí.
Se ha realizado un importante y bonita actuación urbana, dándole aún más importancia al entorno del Castillo. El Parque de la Soledad, lugar de reunión en la Villa de Mombeltrán, luce como nunca y lo vimos muy cuidado y limpio. Sitio ideal para tomar un refrigerio teniendo como telón de fondo la silueta de esta fabulosa construcción.
Abandonamos Mombeltrán y la figura del Castillo se iba empequeñeciendo cada vez más, nuestro último pueblo a visitar en la excursión a las "Cinco Villas" sería....
SANTA CRUZ DEL VALLE
Es el pueblo más pequeño del valle, con una población que no llega a los 400 habitantes, pero el que ofrece las mejores vistas del Barranco. Cualquier punto de su entramado urbano hace de improvisado mirador. Elegido por pintores bohemios en los años 80, como lugar de residencia, existen multitud de murales pintados, principalmente de temática etnográfica, en las fachadas de las viviendas.
Y con este pueblo dimos por terminado un magnífico fin de semana en Gredos recorriendo sus "Cinco Villas", una excursión muy recomendable a menos de dos horas de Madrid y que se puede hacer con la intensidad que cada uno quiera, senderismo, escalada, montañismo, bicicleta, en familia, en pareja, o simplemente a vuestro aire "Turisteando Gredos".
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