Islandia, Dinamarca y Suecia en una ruta por libre de nueve días que nos llevaría a conocer este país tan deseado ya que Islandia era mi último país por conocer para completar el mapa de Europa, llevaba unos años queriendo viajar a él pero los astros no lo permitían y este 2022 para celebrar mi cumpleaños se hizo realidad, pero no fue solo Islandia sino que llegaríamos allí desde Copenhague, capital de Dinamarca, y claro estando tan cerca Suecia no pudimos evitar hacer una incursión en este país también. Todo esto en nueve días. ¡¡¡¡Sí, sí , os lo explicaré a continuación. !!!!
Planificación, vuelos y hoteles
En febrero empezamos con la preparación de este viaje a Islandia y ya sabíamos que no alquilaríamos coche, que no buscaríamos un circuito pues ya los había mirado el año anterior y eran privativos de precio y que teníamos que buscar vuelos con un buen horario para aprovechar bien los días en un país considerado el más caro de Europa; en este punto ya teníamos claro que nuestro punto de partida para conocer el país o en esta primera toma de contacto sería su capital, Reikiavik. Elegimos los días finales de mayo y primeros de junio por razones de trabajo pero también por el gran número de horas de luz, encontrar todavía las altas cumbres con nieve y ser partícipes de la explosión de colores y agua que se genera cuando comienza el deshielo.
Volar a Reikiavik desde Madrid nos obligaba a realizar una escala en Barcelona y el vuelo de Vueling llegaba a las nueve de la noche a destino con lo cual teníamos un día perdido y había que pagar una noche más. La solución pasaba por buscar una ciudad Europea con vuelo a Reikiavik que llegara temprano y pudiéramos aprovechar bien el día. La investigación me llevó hasta Copenhague ya que teníamos un muy buen horario desde Madrid y excelente horario para llegar desde ella a Islandia. Los vuelos fueron los siguientes:
Madrid a Copenhague con Ryanair, salía a las 10,05h y llegábamos a las 13,30h, con lo que teníamos toda la tarde para disfrutar de la ciudad.
Copenhague a Reikiavik con SAS Airlines, salía a las 8,30 h y llegaba las 9,45h, hay que tener en cuenta que el vuelo fueron tres horas pero en Islandia son dos horas menos, teníamos prácticamente todo el día para recorrer el país.
Reikiavik a Madrid con Vueling, salía a las 22h y llegaba a las 9 de la mañana a Madrid con una escala en Barcelona de tres horas, con lo que el último día del viaje lo aprovechamos prácticamente entero.
Los hoteles nos costó decidirnos, sobre todo en Copenhague, porque los precios eran excepcionalmente altos pero como había que dormir nos decidimos por las siguientes opciones.
Hostel Urban Copenhague Meininger, en el que pasamos tres noches. Elegimos una habitación triple con desayuno que estaba delicioso y baño privado; estaba ubicado a unos 200 metros de la Estación Central con lo que estábamos en pleno centro. Nos gustó mucho este hostel y sin duda volveríamos de nuevo, eso sí, barato no era pero cumplía perfectamente con nuestras necesidades y además había varios españoles trabajando en la recepción que eso ayuda. La única pega que le pondría es que en las tres noches que pasamos allí no limpiaron la habitación ningún día.
Hotel Frón en Reikiavik, en el que pasamos cuatro noches. Elegimos una habitación triple, con un desayuno excepcional y un restaurante de comida islandesa en el que cenamos la última noche, la habitación tenía una mini cocina que utilizamos casi todos los días para prepararnos a cena. Estaba ubicado en la calle Laugavegur, en pleno centro con restaurantes, tiendas y un supermercado Bonus a 150 metros; importante fue también que estaba a unos 300 metros de la parada del bus 6 donde nos recogían para las excursiones. Lo que no me gustó fue la señora de la recepción que no podía ser más antipática. ¡Pero no todo puede ser perfecto!
Para las excursiones desde Reikiavik en estos cinco días contacté con varias agencias locales, intentando encontrar excursiones en español cosa que fue casi imposible, aunque sí localicé una, pinchad AQUÍ, que al menos te daban una tablet con las explicaciones en nuestro idioma y que resultaron ser formalísimos una vez allí aunque durante la preparación me hicieron un poco la vida imposible con la lentitud en sus respuestas. Y otra, pinchad AQUÍ, que decía tener un guía bilingüe que finalmente no existió, nos avisaron de ello la tarde anterior y se retrasaron en exceso en recogernos.
Con respecto al Covid, en el momento que hicimos el viaje habían desaparecido todas las restricciones en los tres países y para volver a España no tuvimos que hacer el código SpTH. En cuanto a la moneda no cambiamos en ninguno, pagamos todo con tarjeta de crédito.
Ruta día a día en Copenhague, Suecia e Islandia
Primer día: Copenhague
Comenzaba como siempre con un vuelo de Madrid a Copenhague, llegábamos al aeropuerto de Copenhague-Kastrup puntualísimas, las maletas salieron rápido también y finalmente decidimos llegar al centro en un taxi ya que al ser tres personas no era mucho más caro que el tren, metro o bus. A las tres de la tarde estábamos listas para la conquista de Copenhague, una ciudad que yo había conocido hacía 26 años y a la que tenía ganas de volver. Empezamos por la Plaza del Ayuntamiento, la Catedral, la Universidad, la Torre Redonda, , cafetito en la librería Paludan, Castillo de Rosenborg con sus jardines, el canal Nyvhaven al que llegamos chorreando por la lluvia donde nos sentamos a cenar bajo las estufas y una mantita y de vuelta al hotel bajo la lluvia recorriendo íntegramente la calle peatonal Stroget. Todo esto con más detalle os lo contaré en Qué ver en Copenhague en dos o tres días.
Segundo día: Castillo de Kronborg en Dinamarca, Lund y Malmö en Suecia, el Puente de Öresund y El parque del Tívoli
Contratamos una excursión para poder visitar estos lugares en un día y reconozco que estaba muy bien organizada con el tiempo suficiente para hacer las visitas. Salíamos a las 9 desde la Estación Central para ir en bus hasta el famoso castillo de Kronborg en Helsingor, conocido como el castillo de Hamlet, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Desde aquí fuimos al Puerto para tomar un ferry que en 15 minutos une Helsingor en Dinamarca con Helsingborg en Suecia, para seguir ruta a la preciosa ciudad Medieval de Lund que conserva la Catedral Románica más antigua de los Países Nórdicos y continuar hasta Malmö con su coqueto centro histórico, unos de los edificios modernos más singulares creado por Santiago Calatrava y sin duda porque de ella parte en modernísimo puente de Öresund que la une a Copenhague, una obra de ingeniería espectacular. Todo os lo contaré en Kronborg, Lund y Malmö, una ruta perfecta desde Copenhague.
Y de nuevo en Copenhague, nos tocaba recorrer el famoso Parque de Atracciones de Tívoli, uno de los más antiguos de Europa, todo esto con más detalle os lo contaré en Qué ver en Copenhague en dos o tres días.
Tercer día: Copenhague
Hoy dedicaríamos todo el día a la ciudad, paseándola tranquilamente pues había amanecido un día espléndido de sol. A las 9,30 estábamos en la Plaza del Ayuntamiento con la intención de visitar sus salas interiores antes del inicio del free tour que empezaría a las 10, pero no fue posible porque ese día había un referéndum de algo relacionado con la Otan, tras los acontecimientos de la guerra de Ucrania. Nuestro guía se llamaba Edgar y era un mexicano que llevaba varios años viviendo en la ciudad, resultó ser encantador y nos hizo muy agradable una visita de unas tres horas. Además de todas las explicaciones pertinentes de la Plaza del Ayuntamiento, visitamos las calles más antiguas de la ciudad, el Palacio de Justicia, Christiansborg, La Iglesia de San Nicolás, La Plaza Nueva del Rey (Kongens Nytorv), Nyhavn y terminaremos en Amalienborg, donde vive la reina de Dinamarca, cuatro palacios que están en la Lista indicativa de la Unesco. Desde ahí nosotros seguimos a ver la Iglesia de Mármol que estaba cerrada y decidimos comer antes ya que la abrían a las 14 h y después siguiendo el canal en un paseo precioso hasta el símbolo de la ciudad: la Sirenita.
La Sirenita ya nos recibió con una amenaza de lluvia inminente, al inicio del regreso entre el lago y el canal, el cielo decidió romperse, menos mal que había un puente y allí nos vimos paradas con más gente durante casi hora y media, imposible seguir aunque al menos reímos un rato y entablamos charla con una pareja valenciana. Seguimos hasta el canal de Nyhavn con la intención de tomar un barco y hacer el paseo de una hora por los canales de la ciudad que resultó ser espectacular y que nos permitió descansar mientras y secarnos un poco porque había salido el sol.
Desde aquí nuestra intención era ir a visitar la ciudad Libre de Christiania, de la que os conté mi experiencia de hace 26 años en Copenhague en tres historias, pero se nos había hecho un poco tarde y con el cuórum de las tres decidimos subir a la torre del Palacio de Christiansborg que era gratuita, tenía ascensor y cerraba a las nueve de la noche...¿Qué pasó?, os lo cuento en Qué ver en Copenhague en dos o tres días.
Cuarto día: Península de Reyjanes, geoparque por la Unesco y La Laguna Azul, todo ya en ISLANDIA
Dicen que el que algo quiere, algo le cuesta y eso nos pasó a nosotras ya que nos tocó un madrugón a las 4,30 horas para dejar nuestro hotel en Copenhague a las 5 de la mañana y salir hacia el aeropuerto para estar en él con unas tres horas de anticipación. SAS Airlines, que nos llevaría hasta Reikiavik, capital de Islandia y motivo principal de este viaje, es una de las compañías más claras y fáciles al hacer las tarjetas de Embarque y seleccionar asientos; les doy un 10. Una vez en el aeropuerto, hicimos auto facturación de las maletas en las máquinas pertinentes, las dejamos en las cintas y listas para acceder a la zona internacional en la que ya había comprobado había zona de fumadores en ambas terminales. Desayunar y esperar a la salida del vuelo que fue muy puntual.
A las 9,45 aterrizábamos en Reikiavik, el aeropuerto es pequeñito, y en 15 minutos estábamos fuera y yo pisaba mi último país de Europa que me faltaba conocer. Y empezamos fuerte porque nos recogía un taxi en el aeropuerto que nos llevaría a conocer la increíble Península de Reyjanes, Geoparque por la Unesco desde 2015, ponemos rumbo a la primera parada fue en "el puente entre continentes" donde las placas de Eurasia y América del norte se separan, llegamos a Reykjanesviti, donde está el faro más antiguo del país, una costa con acantilados increíbles y zona predilecta de muchas especies de aves, seguimos hacia Gunnuhver, donde observamos las áreas geotérmicas activas y más lugares increíbles. a las 14 teníamos reservada hora en otro lugar icónico de esta país, Blue Lagoon o Laguna Azul. Terminó nuestro recorrido a las 6 de la tarde en Reikiavik donde pasaríamos cuatro noches. La primera experiencia en este país no podía haber empezado mejor, todo lo acontecido con más detalle en Península de Reyjames ( Unesco) y Laguna azul en un día.
Quinto día: Península de Snaefellsnes
Hoy era mi cumpleaños y tocaba conocer la Península y Parque Nacional de Snaefellsnes en el noroeste de Islandia; dicen que conocer este espectacular espacio es como conocer toda Islandia en pequeño. Os cuento que para mí, después de terminado el viaje, este lugar fue el más variado paisajísticamente y el más bonito de todo el viaje. Conocimos lugares con nieves perpetuas, cascadas de deshilo por toda la ruta, la playa de playa de Ytri Tunga con una colonia de focas, la iglesia negra de Buðir en un lugar solitario e inhóspito, la playa de arena negra de Djúpalónssandur de una belleza singular y lKirkjufell, una de las montañas más fotografiadas de Islandia famosa por su aparición en Juego de Tronos. También comimos en la granja Lýsuhóll, un buen menú de comida islandesa y visitaremos los establos donde se había caballos islandeses. Todo esto y mucho más que visitamos este día en Península de Snaefellsnes en un día.
Sexto día: Círculo Dorado (Unesco) y Avistamiento de Ballenas
Pusimos rumbo al Parque Nacional de Thingvellir, Patrimonio dela Humanidad, lugar donde se fundó el primer parlamento islandés y donde se dividen las placas tectónicas de América y Europa, que veíamos por segunda vez en este viaje por Islandia. Después fuimos a la zona geotérmica de Geysir donde vimos erupción al géiser Strokkur y como no, nos pusimos chorreando, para sacar una buena fotografía hay que alejarse porque si no tan solo sale una mancha de vapor de agua. La última parada de la mañana fue en la impresionante cascada de Gullfoss con más de 30 metros de salto. Estos tres lugares conforman el llamado Círculo Dorado de Islandia y yo diría que es la excursión más demandada del país.
Regresamos a Reikiavik y a las cuatro estábamos cambiando nuestros bonos para realizar una excursión de Avistamiento de ballenas que duró unas de unas tres horas y media. Advertían que el mar no es un zoológico y que si no las veíamos podríamos repetir en otro día, cosa que no fue necesaria porque tras una hora de navegación hacia el norte empezó el espectáculo, una situación mágica y única que superó con creces nuestras expectativas. Hay montones de especies de ballenas que en esta época se encuentran por la zona pero todas las que vimos fueron ballenas jorobadas. Toda la experiencia en Círculo Dorado (Unesco) y Avistamiento de Ballenas, en un día perfecto, porque además fue el único día en todo el viaje en el que el frio y la lluvia nos dio una tregua.
Septimoto día: Sur de Islandia por el Geoparque de Katla(Unesco)
La Costa Sur de Islandia ocuparía nuestro día y aunque fueron muchos kilómetros no importó porque los paisajes durante todo el viaje son de infarto. Nuestra primera parada fue en Skógafoss, una cascada de 62 metros preciosa y si tienes buena forma física podrás subir 253 escalones bastante irregulares sobre el acantilado para disfrutar de unas vistas, cuentan, únicas. La playa de arena negra de Reynisfjara y el encantador pueblo de Vik fueron las dos siguientes paradas, aunque aquí el viento y la lluvia persistentes hicieron de las suyas y la visibilidad fue mala aunque logramos disfrutarla mucho. No podía faltar un glaciar y su laguna de deshielo, el elegido fue Sólheimajökull, Terminaban las visitas en la la cascada de Selkalandsfoss, en la que se puede pasar por detrás de una cortina de agua de 60 metros. Todos estos lugares majestuosos se encuentran dentro de uno de los Geoparques de la Unesco desde 2011, llamado Katla. La experiencia completa en Geoparque Katla (Uneco), en el sur de Islandia.
Octavo día: Reikiavik
Este casi último día de viaje lo dedicamos a recorrer la ciudad de Reikiavik, que sin ser muy bonita no carece de lugares más que interesantes como para dedicarle unas horas. El puerto viejo es muy bonito, la escultura del viajero al sol que se ha convertido en la imagen de la ciudad, sus calles y casas coloridas, la singular iglesia Hallgrímur (Hallgrimskirkja) que no me gustó nada o el interesantísimo Museo Perlan en las afueras de la ciudad en el que pudimos conocer cómo son las cuevas de hielo de la que tiene una reproducción o el cielo en invierno cuando se producen las auroras boreales y mucho más pues tiene una terraza panorámica de 360º donde las vistas de la ciudad son únicas. Os contaré lo que da de sí esta ciudad en Qué ver en Reikiavik en un día.
Noveno día: Fin del viaje y resgreso a casa
Una noche de vuelo de Reikiavik a Madrid, con una escala en Barcelona, era el final de un viaje que superó nuestras expectativas, Islandia es un país mágico y desolador que no deja indiferente a nadie. Es cierto que la isla tiene mucho más que ver y en un viaje de 12 o 15 días se podría hacer una vuelta a la isla completa pero creo que son variantes de mayor o menor escala de lo que vimos en estos días completos. La compañía en este recorrido de Concha y Elena ha sido única, hemos reído mucho y hemos recordado esos viajes de juventud con amigos, Habrá más de las tres chicas de oro, por la edad que no por el dinero, seguro.
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