Jerash o Gerasa es conocida como la Pompeya del del desierto o de Oriente. Un lugar que fue habitado desde hace más de seis mil años pero que conoció su máximo esplendor a partir del siglo I a.C. cuando fue conquistada por los romanos en el año 63 a.C., pasando a formar parte de la Decápolis Romana que se ubicaba en los actuales territorios de Jordania, Israel, Palestina y Siria. Espectacular el hipódromo, el ágora, teatros, templo de artemisa o arco de Trajano. Sorprende que esté tan solo incluida en la Lista Indicativa de la Unesco desde 2004, como antiguo punto de encuentro del Este y el Oeste, y no esté en la lista de honor ya. Es una de las ciudades romanas más espectaculares que he conocido y de las mejores conservadas del mundo.
Se encuentra ubicada al norte de Jordania en una colina junto a un río que le proporcionó agua constantemente y un valle muy fértil que la convirtió en un importante lugar comercial y lugar de paso de las rutas comerciales del momento. En su momento de máximo esplendor llegó a tener unos 20.000 habitantes, Sucesivos emperadores romanos la engrandecieron y dotaron de nuevos templos y majestuosos edificios. Invasiones sasánidas y persas la sumieron en la oscuridad, el imperio bizantino o los omeyas posteriormente intentaron devolverle su esplendor pero no lo consiguieron, un terremoto en el siglo VIII la destruyó prácticamente y poco a poco cayó en el olvido.
Os dejamos un plano para mejor orientación de la visita y sus principales monumentos.
Se accede por su parte sur donde se encuentran las taquillas y lo primero que encuentras es el impresionante Arco del triunfo o Arco de Trajano construido en el siglo II como homenaje a la visita del emperador con una altura en su arco de unos 13 metros.
Una vez atravesado, tras las fotos de rigor, nos encontramos con el hipódromo del siglo III del que tan sólo se conserva una pequeña parte de sus gradas y unos de arcos; aún así impresiona el tamaño del lugar y no tardas en imaginar como debió ser con sus 15000 personas viendo y disfrutando de las carreras de cuadrigas. Sus dimensiones fueron de unos 250 metros por 50 de ancho.
Seguimos camino junto a la muralla de Diocleciano construida en el siglo IV y atravesamos otra hermosa y decorada puerta
que daba acceso a la ciudad. A la izquierda se encuentra el Templo de Zeus
Nos encontrábamos frente a la inmensa Plaza Ovalada rodeada por una imponente columnata que debió ser el centro neurálgico de la antigua Gerasa ejerciendo funciones de mercado y desarrollándose aquí la vida social de la ciudad. Con unas medidas de 80 por 90 metros y rodeada por 56 columnas jónicas que da acceso al Cardo Máximo, una larga calle de unos 800 metros de longitud a cuyos lados existieron viviendas, comercios y templos de los que hoy quedan un gran número de columnas. También se aprecia todavía el complejo sistema de alcantarillado de la ciudad.
Estas dos magníficas construcciones están datadas en el siglo II y sus arquitectos fueron enormemente ingeniosos porque no satisfechos con la enormidad de la plaza usaron losas en el pavimento que iban aumentando de tamaño para que la plaza parezca mayor todavía. A mí personalmente me recordó muchísimo a la Plaza del Vaticano en Roma.
Desde este punto se puede seguir el Cardo Máximo o ir al Templo de Zeus y el Gran Teatro Sur de la ciudad; esta fue la opción que elegimos para después de visitar otro gran número de lugares que os contaremos más adelante volver a la salida y terminando la visita recorriendo esta impresionante avenida. Desde el Templo de Zeus del que quedan pocos restos a pesar de haber sido el el edificio más importante de la ciudad, merece ser visitado porque desde aquí se obtienen las mejores vistas del foro, la plaza oval y el cardo máximo.
La siguiente parada fue el Teatro Sur, el más grande de Gerasa con una capacidad de unas 5000 personas. Uno de los lugares más increíbles de la antigua Gerasa y con unas vistas increíbles de toda la ciudad. Se comenzó a construir tras la conquista de los romanos de la ciudad y se terminó en el siglo I d.C. La acústica es increíble y para muestra había unos músicos haciendo demostraciones acústica, también tiene un punto desde l que hable, aplauda o emita cualquier sonido puede oírse en todas las gradas del teatro.
Seguimos con nuestro recorrido divisando a nuestra derecha toda inmensidad de la ciudad hasta llegar al Templo de Artemisa construido en el siglo II. Artemisa es la diosa de la caza y la juventud, según la mitología griega es la hermana de Apolo e hija de Zeus. A pesar de no ser un templo muy grande su ubicación y sus 11 imponentes columnas corintias doradas lo hacen increíblemente hermoso. El resto del templo desapareció en el siglo IV incluido su santuario interior decorado con mármol. Descendimos el propileo del templo que no era otra cosa que el vestíbulo que te conducía al templo.
De nuevo en el Cardo Máximo emprendimos el camino de regreso por esta impresionante avenida de casi 800 metros. Nos saltamos el teatro y la puerta del norte que vimos desde la lejanía porque según se nos hacía muy tarde, llevábamos visitando la ciudad casi tres horas por lo que entiendo que para recorrer todos y cada uno de sus edificios se necesitaran unas cinco o seis horas.
Nuestra última parada fue el Ninfeo, una preciosa fuente de varias alturas cubierta por una media cúpula en forma de concha con hermosas decoraciones. Hay una gran pila que recogía el agua manaba de unas estatuas.
Este ciudad romana de Gerasa, me impresionó muchísimo, tanto que el año anterior había conocido Pompeya y aún hoy no sabría decir cual me gustó más. Este lugar es el segundo más visitado de Jordania tras Petra y por delante del famoso desierto rojo del Wadi Rum. Sin lugar a dudas una visita imprescindible en un viaje a este país. Y continuamos ruta porque había mucho por conocer y seguir celebrando mi cumpleaños en este hermoso país. Podéis leer todo el viaje en Viaje a Jordania.
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