Teníamos toda una mañana para seguir conociendo Estrasburgo, antes de salir hacia nuestro nuevo destino a las 14:00 h. Salimos de nuestro hotel, esta vez cruzando el puente más próximo que nos permitiría observar la Iglesia de Saint-Pierre-le-Vieux, que en realidad son dos. La singularidad es que son dos iglesias yuxtapuestas, una católica y la otra protestante, oficiándose misa en cada una de ellas.
En vez de seguir un camino recto por la Grande rue en dirección a la Catedral, fuimos callejeando y descubriendo preciosos edificios y conjunto de casas con un gran atractivo histórico, por su uniformidad y estilo. Salimos a la orilla y paseamos por ella hasta llegar a la altura de la Catedral, donde se encuentran los embarcaderos.
Allí atraca el famoso Batorama, barco panorámico que da la vuelta a la "Grand Ile" de Estrasburgo para turistas comentando la visita en varios idiomas. No pudimos utilizarlo por falta de tiempo y en invierno el horario es mucho más restringido. El trayecto dura hora y media.
Junto a los canales se disponen varios edificios históricos que se han reconvertido en museos. Como el edificio de la "Grande Boucheríe" del siglo XVI, donde se encuentra el Museo histórico de la ciudad de Estrasburgo que funciona como tal desde 1920.
Otro es el Palacio Rohan, un testimonio del estilo de vida del siglo XVIII, muy apegado a la realeza, que acoge hoy en día varios museos. Es uno de los edificios más importantes de la Alsacia francesa. Tiene dos fachadas principales, una da a la plaza de la Catedral, que es donde tiene la entrada principal y la otra da a los canales.
Es de estilo puramente barroco con un gran patio central. Los museos que alberga son el Museo Arqueológico, el Museo de Artes decorativas y el Museo de Bellas Artes. Aunque también acoge conciertos y representaciones. De nuevo dimos un vistazo a la Catedral, de día seguía imponiéndonos su monumentalidad y belleza. Preciosas son sus formas y su color.
Una vez vista (de nuevo) la hermosa Catedral, fuimos andando hasta la Plaza de la República para coger un tranvía que nos llevara al Parlamento Europeo de Estrasburgo.
Un trayecto de poco menos de 15 mn, aunque haya que hacer transbordo. El billete es válido para 1 hora y no para un solo trayecto. El Parlamento Europeo tiene dos lugares de reunión: el Edificio Louise Weiss en Estrasburgo, que es el que visitamos y en el que tienen lugar doce sesiones plenarias de cuatro días al año y es la sede oficial del Parlamento. Se pueden visitar cuando hay sesión plenaria, pero no era nuestro caso ya que no se reanudarían las sesiones hasta finales de Enero.
El otro complejo de edificios es el centro Leopold en Bruselas, Bélgica, que es el mayor de los dos y sirve para las reuniones de los comités, los grupos políticos y las sesiones plenarias complementarias.
Al edificio de Estrasburgo se le puso el nombre de Louise Weiss en honor a la periodista que lucho por los derechos de las mujeres y que además pronunció el discurso de inauguración del Parlamento Europeo en su constitución.
Se compone de dos construcciones: una en forma de elipse que fue la que pudimos visitar y otra en forma de triangulo que alberga el hemiciclo. Fue inaugurado en 1999 por los presidentes Jacques Chirac presidente entonces de Francia y por Nicole Fontaine entonces presidenta del Parlamento Europeo. Para llegar a su interior, es necesario pasar por dos controles de seguridad, es gratuito y suelen tener alguna exposición temporal en el patio cubierto del complejo. En esos días había una exposición de fotografías de refugiados en Europa.
Otra de las visitas en la que estábamos interesado era el Museo Tomi Ungerer, dibujante e ilustrador de libros para niños, y autor de dibujos satíricos y publicitarios, así como obras eróticas para adultos. No tuvimos la suerte de que estuviera abierto y nos tuvimos que conformar con verlo por fuera. Está casi pegado a la Plaza de la República, junto a la estación de tranvía.
Se terminaba nuestro tiempo en Estrasburgo, decidimos volver al hotel para recoger las maletas y de paso hacernos un café en su bonita sala para ordenadores (a disposición de los clientes).
Descansamos en sus sofás y esperamos la hora de partir. La estación estaba cerca y cuando llegó la hora nos pusimos de nuevo en marcha. Siguiente parada... Stuttgart (Alemania).
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