Si hay una ciudad de Navarra donde no se para de ver monumentos y lugares increíbles, esa es Estella. Prácticamente todos sus rincones son merecedores de observar y admirar. La ciudad es un destino maravilloso para los amantes del arte, la historia y el patrimonio monumental, además de ser una parada clave para los peregrinos en el Camino de Santiago, siguiendo el Camino Francés, Estella está llena de notable arquitectura religiosa.
Nosotros llegamos temprano a la ciudad, quizás hasta demasiado pronto, como veréis más adelante, pero madrugar también tiene sus ventajas, como encontrar sitio para aparcar con más facilidad. Lo hicimos en el aparcamiento que hay enfrente de la antigua estación de tren de Estella, un precioso edificio neo románico que fue estación del ferrocarril de vía estrecha que unía el País Vasco con Navarra, para pasar posteriormente a ser la estación de autobuses.
El paseo hasta llegar al centro histórico es realmente espectacular. Caminamos hacia el oeste junto a los márgenes del río Ega y cruzamos el puente que nos llevaría a la plaza más monumental de la ciudad.
Llegamos a La Plaza San Martín. En ella se encuentra una bella fuente renacentista del siglo XVI con árboles y bancos donde descansar y desde donde se puede admirar los dos magníficos monumentos que nos rodean: el Palacio de los Reyes de Navarra y la iglesia de San Pedro. El Palacio tiene mucha importancia porque es el único resto que queda en Navarra de la arquitectura civil en estilo románico. Su fachada actual está dividida en tres cuerpos horizontales con dos torres. Hacer constar que la parte superior es una extensión construida en el siglo XVII. Actualmente se ha convertido en museo. En esta plaza se encuentra aunque en un nivel superior (hay escaleras y un ascensor para llegar allí) la iglesia más grande de la ciudad y uno de los principales atractivos del lugar, la mencionada Iglesia de San Pedro de la Rúa.
¿Y qué pasó? Pues que llegamos antes de su apertura y no pudimos acceder a ninguno de los dos edificios. Lo mejor que pudimos hacer era preguntar por alguna cafetería donde desayunar, una lugareña nos indicó que estaría abierto el bar del albergue de los peregrinos y allí nos fuimos.
El desarrollo de la ciudad por el auge del Camino de Santiago hizo aparecer diferentes barrios, entre ellos los comerciantes judíos que se establecieron aquí formando una comunidad. El movimiento de la peregrinación facilitó la expansión de las corrientes artísticas, lo que se reflejó en las poblaciones que atravesaba El Camino. El resultado entre otros fue la monumentalidad de Estella que hace que a menudo se le llame "el Toledo del Norte".
Como no podía ser de otra manera enfilamos la calle "La Rúa", calle principal de la ruta jacobea a su paso por Estella y desayunamos en el bar del albergue, por cierto, bastante caro para ser un lugar frecuentado por peregrinos. Admiramos los palacetes y las casas antiguas que veíamos a nuestro paso antes de llegar de nuevo a las orillas del río donde encontraríamos otro monumento muy peculiar.
Nos referimos a la Iglesia del Santo Sepulcro, un templo originario del siglo XII con reformas diversas en posteriores siglos. La fachada gótica es impresionante, con un apostolario en hornacinas repartidas en la parte superior de ambos paños. Tiene abundante decoración en su fachada principal, destacando una figura de Santiago vestido de peregrino. Es una preciosa muestra de escultura gótica navarra. Durante la Edad Media fue el templo principal de algunos de los barrios que se constituían en la localidad.
El hecho de que el Camino de Santiago pase por Estella se debe a una decisión del Rey Sancho Ramírez. En el año 1090 decidió que la ruta se desviara hasta el río Ega que atraviesa la población y le dio una Jurisdicción a los francos para que desarrollaran allí sus actividades. Para facilitar el comercio y la circulación de personas se construyó el puente llamado de la Cárcel, espectacular obra sobre el río Ega, conocido también como el "puente picotudo" por su excesiva inclinación, al parecer debido a un error de cálculo.
A nuestra vuelta para ir de nuevo a la Plaza San Martín a través de la calle "Rua" curioseamos en una tienda artesana con artículos de madera y cuero que nos llamó la atención. Era la tienda y taller de Carmelo Boneta, artesano reconocido por los "Amigos del Camino de Santiago" por su apoyo a la cultura popular y le reconocimos ya que salió hace poco en un documental de la 2. Fue muy agradable la conversación que tuvimos con él donde nos explicó las vicisitudes que tuvo en Estella a lo largo de los años.
Llegamos a la Iglesia de San Pedro de la Rúa subiendo un buen tramo de escaleras para entrar por su puerta principal. El ascensor llega a las inmediaciones del claustro y esa zona se encontraba en obras. Este templo ocupó lo que fue el centro de la ciudad medieval de Estella. Estaba al lado del antiguo castillo, desde allí su posición en un alto de la pendiente, de ala defensiva. De hecho, la torre al pie de la iglesia le da todo ese aspecto militar. Sus restos más antiguos son del siglo XII y también durante la Edad Media tuvo un cementerio de peregrinos. Se le reconoce como el Hito nº8 del Camino de Santiago Francés y por tanto incluido como parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad que se le reconoce al Camino.
Destaca su pórtico de entrada con el arco de acceso al templo que luce una bonita decoración polilobulada influenciada por el arte musulmán que durante el siglo XIII predominaba en el sur de la Península Ibérica.
Al pasar a su interior, lo primero que destaca es la pulcritud y limpieza. Se nota que ha sido restaurada recientemente porque apenas tenía signos de goteras o humedades y las paredes y el suelo estaban casi impolutos. El templo tiene tres naves que albergan diversos tesoros artísticos, entre los que destacan las esculturas de San Andrés y San Pedro, una Virgen románica, un Cristo románico y otro gótico.
El claustro, originario del siglo XII, es uno de los elementos más bellos del conjunto religioso de estilo románico tardío y decorativo que combina la iconografía del Camino de Santiago con otros temas vegetales y animales. Sólo conserva las galerías norte y oeste, ya que las dos restantes fueron voladas durante el siglo XVI.
Y no se puede pasar por alto un capricho excepcional que se repite en Burgo de Osma y Santo Domingo de Silos: las cuatro columnas torsas entrelazadas en las que se apoya la arquería central. Está considerado uno de los conjuntos de mayor riqueza escultórica del románico navarro.
Cada crujía esta formada por nueve arcos de medio punto apoyados en columnas cilíndricas pareadas con capiteles decorados. En los capiteles del ala norte se representan escenas de santos y de la vida de Cristo, mientras que en los del ala oeste se esculpieron motivos vegetales y seres fantásticos como arpías y águilas. En este claustro es donde se filmó la película de "Los Borgia".
Retomamos la visita a la ciudad y nos dirigimos por la calle Chapitel, antiguo foso defensivo hasta otra maravilla románica, otra iglesia-fortaleza situada en la parte mas alta de la ciudad, desde donde se puede observar gran parte del pueblo y la sierra al fondo, nos referimos a la Iglesia Parroquial de San Miguel.
Comenzó a construirse a finales del siglo XII, aunque quedó inacabada y de ahí la mezcla de estilos que se han ido produciendo a lo largo de los siglos. Entramos a través de su pórtico con extraordinario conjunto de imágenes en piedra, siendo uno de los conjuntos escultóricos más representativos del románico tardío en Navarra.
Solo nos quedaba por conocer en nuestro itinerario el centro neurálgico de Estella, la plaza que durante cinco siglos fue Plaza de Mercado, coso taurino durante las fiestas y punto de encuentro de los habitantes de la ciudad. Hablamos de la Plaza de los Fueros. Su aspecto actual es la de edificios con balcones y soportales cuyos bajos están repletos de bares, restaurantes, cafeterías y locales comerciales. La Iglesia de San Juan Bautista preside la plaza, aunque la fachada principal actual se construyó durante el siglo XIX en estilo neoclásico, aún conserva la portada norte de estilo románico.
Acababa con esta visita nuestro paso por Estella, aún nos quedaba mucho ver en el día, volvimos al aparcamiento y nos pusimos en marcha.
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