La ciudad colonial de Cienfuegos es conocida como La Perla del Caribe ya que tiene uno de los centros históricos más homogéneos y bien conservados del sur de Cuba y conserva su estilo caribeño. Se encuentra ubicada en una bahía hermosísima y la ciudad goza de ambiente marinero muy tranquilo. Su nombre se debe a José Cienfuegos, un capitán general español, que autorizó en 1817 a emigrantes a asentarse en esta zona; do años más tarde fue fundada en 1819 en territorio español pero poblada por emigrantes de origen francés que le dieron este aspecto que encontramos hoy de estilo neoclásico. Pronto se convertiría en uno de los puertos más prósperos del país en el corazón de la zona de producción de caña de azúcar, tabaco y café. Además, Cienfuegos, está considerado como "el primer ejemplo sobresaliente de un conjunto arquitectónico que representa las nuevas ideas de modernidad, higiene y orden en el urbanismo desarrollado en América Latina a partir del siglo XIX" por lo que la Unesco lo declara Patrimonio de la Humanidad en el año 2005.
Llegábamos a Cienfuegos a primera hora de la tarde tras la visita de la ciudad de Santa Clara y el mausoleo del Che Guevara, en ella pasaríamos dos noches y desde aquí iríamos al día siguiente a conocer la ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, por lo que tuvimos una tarde y una mañana para conocer y disfrutar de esta pequeña y hermosa Perla del Caribe. Nos alojamos en el Hotel Meliá Unión en pleno centro de la ciudad, más datos del hotel y toda la ruta del viaje lo podéis leer en Ruta de nueve días en Cuba.
Pueblo Nuevo o Centro histórico de Cienfuegos
Empezamos nuestro recorrido por el centro histórico de la ciudad, El Parque José Martí, construida en 1839, que hoy es la plaza principal donde antes se asentara la Plaza de Armas. Su nombre lo recibe en honor del libertador de Cuba y en ella se encuentran los monumentos más significativos de la ciudad con un aire que recuerdan a la Belle Époque: Palacio Ferrer, Arco de Triunfo, La Catedral, Palacio de Gobierno, El Colegio de San Lorenzo o el Teatro Tomas Terry. En este lugar se produjo el primer alzamiento contra Batista en el año 1957.
El Arco del Triunfo está considerado una construcción única en Cuba y está dedicado a la independencia del país. Se levantó en 1902 y en su inscripción consta: Los obreros de Cienfuegos a la República Cubana.
En el lado opuesto de la plaza se encuentra La Catedral de la Purísima Concepción construida en 1869 en estilo neoclásico muy sobrio, con paredes encaladas y unos hermosos vitrales de estilo francés.
Cuando entré en la catedral, encontré este cartel y aprendí cómo llaman a la mascarilla en Cuba; no me digáis que no es original. ¡Cada día se aprende algo nuevo!, eso me decía mi padre cuando era niña y cada vez me ratifico más en que es así.
El Teatro Tomas Terry es uno de los edificios eclécticos con influencias italianas más bonitos de toda la ciudad y está declarado monumento nacional. Su interior con una capacidad de casi mil personas dicen que es espectacular con decoraciones de mármol de carrara y madera de cedro, pero no pudimos visitarlo por estar cerrado.
Al lado del teatro está el Colegio San Lorenzo otro edificio neoclásico que bien merece la pena detenerse en él.
El edificio más imponente de esta plaza de José Martí es sin duda el Palacio de Gobierno y fue declarado desde 1995 Monumento Nacional. El edificio existe en la ciudad desde su fundación en 1819, se amplió en 1840 y en 1842 ya se usaba como vivienda presidencial, de ayuntamiento y también de cárcel hasta el año 1920. Tras una nueva restauración que le da el aspecto actual de estilo neoclásico colonial es usado como sede de la Asamblea Provincial, siendo todo un símbolo de Cienfuegos. No se puede acceder al interior para ser visitado.
Saliendo de la Plaza de José Martí merece la pena recorrer El Boulevard San Fernando o Avenida 54, que es la calle peatonal que comunica la plaza con el Paseo del Prado. Suele ser una calle muy concurrida por los lugareños porque está llena de tiendas y restaurantes aunque nosotros la encontramos casi vacía como todos los lugares que visitamos en Cuba, nuestro hotel tenía parte de la fachada en esta calle en esquina con la Avenida 31.
También merece la pena darse un paseo por El Paseo del Prado o calle 37, llena de hermosos edificios de color pastel, alguna pequeña iglesia y la escultura a tamaño real del compositor cubano Benny Moré pero tuvimos poco tiempo para poder disfrutar de ella y no pudimos intentar comernos un helado en la famosa Coppelia ya que en la de La Habana no tuvimos suerte pero esto es otra historia. Atraviesa toda la ciudad y termina convirtiéndose en el malecón llegando hasta Punta Gorda de la que hablaremos más abajo.
Punta Gorda y el Malecón
El Malecón recorre la hermosa bahía de Cienfuegos, ofreciendo unas vistas maravillosas del lugar; aquí se encuentran edificios coloniales, hoteles y algún que otro bar para disfrutar de las vistas, el mar Caribe y altísimas palmeras que le dan un aspecto idílico.
En realidad este malecón es un muro de contención para contener el mar Caribe, cuando se pone bravo. Nos contaron que en este lugar se celebran los famosos carnavales de Cienfuegos y es uno de los paseos favoritos de los cienfuegueros. Es un lugar perfecto para pasearlo y llegar hasta Punta Gorda, son unos dos kilómetros desde el centro de la ciudad.
Punta Gorda se encuentra en el extremo sur de de la bahía de Cienfuegos, con unas vistas increíbles de toda ella. Hasta aquí llegamos para recorrerla en un barco en un paseo que duró unos 45 minutos; lo disfrutamos mucho y las vistas fueron maravillosas y si además es a la caída de la tarde los atardeceres son inolvidables. Desde aquí doy las gracias a Vicente que me hizo esta preciosa fotografía en el barco recorriendo la bahía de Cienfuegos.
Y como remate del paseo por la bahía, este atardecer maravilloso.
Desde Punta Gorda salen también barcos para poder visitar la Fortaleza militar de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua construida en 1745 pero que yo no pude visitar por falta de tiempo, pero por las imágenes que he visto debe merecer mucho la pena. Así que si venís a conocer esta ciudad anotadla en vuestra ruta.
De vuelta a la ciudad y hasta la cena que haríamos en el hotel todavía tuvimos tiempo de dar un paseo por la Plaza de José Martí y contemplar estos edificios neoclásicos con iluminación nocturna. Estaba absolutamente desierta y eran las siete de la tarde pero mereció mucho la pena.
Las vistas desde mi habitación tampoco estaba nada mal, porque obtuve una imagen preciosa de la Catedral de la Purísima Concepción de Cienfuegos.
Hasta aquí la visita a la ciudad de Cienfuegos y su bahía, conocida con mucha razón como La Perla del Caribe. Una ciudad que merece la pena conocer y disfrutarla, cuentan que hace un calor sofocante en verano pero tuvimos un tiempo magnífico y agradable. El viaje no terminaba y quedaban lugares muy interesantes para conocer.
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