En unos de nuestros viajes a Extremadura pasamos por la localidad de Zalamea de la Serena (Badajoz), mundialmente famosa por ser escenario de la obra de teatro de Calderón de la Barca "El alcalde de Zalamea" y por escribir allí Nebrija la primera gramática castellana, pero además, posee un excepcional yacimiento arqueológico a unos 8 kilómetros de la población extremeña, se trata de Cancho Roano, cuyo origen se remonta a la época tartésica (siglo V a.C.).
Nosotros tuvimos la curiosidad de acercarnos hasta allí debido al reportaje documental de National Geographic titulado "Finding Atlantis", ("En busca de la Atlántida") donde expertos en arqueología ubican la ciudad perdida en las marismas de Doñana (Huelva). En el documental se habla de la posibilidad de que la ciudad de Tarsis pudiera sufrir constantes terremotos y tsunamis hasta que fue destruida y los supervivientes se adentraron tierra adentro buscando un lugar más seguro. Quizás en aquel viaje llegaron hasta la actual Extremadura y que Cancho Roano pudo ser construido por los refugiados de la Atlántida en recuerdo de su ciudad hundida. ¿Quien sabe? El caso es que nos pareció lo suficientemente interesante como para acercarnos a conocerlo.
La información sobre el yacimiento y los horarios de visita se pueden consultar en: TEMPLO DE CANCHO ROANO y el famoso video de National Geographic pinchando AQUÍ.
El yacimiento se encuentra al lado del río Cagancha, el principal protagonista del lugar y gracias al cual se levantó el monumento que data del siglo V a.C. y que está compuesto por tres edificios unidos entre sí. El edificio principal, denominado Palacio Santuario y dos capillas laterales donde se depositaban las ofrendas.
Enfrente del monumento está el centro de interpretación donde se encuentra toda la información referente al monumento, historia, maquetas, exposición de objetos, audiovisuales, etc. Fue el primer espacio que visitamos antes de pasear por el recinto.
La construcción impresiona por sus dimensiones. Se trata del conjunto tartésico mejor conservado del país, siendo uno de los más importantes hallazgos de la arqueología española del último cuarto del siglo XX. No solo ha generado un gran interés, sino que también ha generado incluso polémica entre los investigadores especializados en la Protohistoria de la península Ibérica.
El arqueólogo extremeño Jiménez Ávila vinculado al yacimiento desde 1988 ha realizado la investigación y la gestión del patrimonio trabajando en la obra casi en secreto, para evitar malos entendidos. Sobre las referencias míticas de Cancho Roano con la Atlántida, Jiménez Ávila ha precisado que se trata tan sólo de consideraciones esotéricas sin ninguna solidez científica. Sin embargo, hay otras tesis como la narrada en el video de National Geographic que con fotografías desde un satélite y trabajos con equipos de alta tecnología, han intentado conocer si en el subsuelo existen muros y otras construcciones humanas, de hecho, han conseguido observar relieves que coinciden incluso con la forma que tendría la ciudad que describe Platón.
El templo elevado sobre una terraza de piedra, aparece rodeado por una serie de largas y estrechas naves articuladas en pequeñas habitaciones. Todo ello, a su vez, es rodeado por un ancho foso excavado en la roca que delimita un espacio de unos 2.000 metros cuadrados que se ha convertido en uno de los más sobresalientes hallazgos de la arqueología española en los últimos tiempos.
Respecto al foso no se ha conseguido conocer su función, solo hay suposiciones, pero al parecer no tenía fines estratégicos defensivos, más bien parece simbólico. Tiene una de sus dependencias empedrada con losas, lo que pudo ser la residencia del sacerdote. La curiosidad es que la piedra no es de esta zona, sino de la costa, desde donde tuvo que ser transportada hasta aquí.
Si existieran datos que relacionen la ciudad perdida de la Atlántida con los vestigios extremeños, nos encontraríamos dando solución a las leyendas, fábulas o quimeras de un lugar que se busca desde hace más de 2.000 años sin que nadie sepa a ciencia cierta dónde estuvo ubicada, siendo muchos los lugares que se le han asignado. Se habla de la Atlántida como la ciudad más avanzada de su tiempo y que fue arrasada por el mar tras devastadores tsunamis.
La forma del altar de este templo refuerza de alguna manera la teoría de la conexión con la Atlántida descrita por Platón, ya que se trata de un símbolo de tipo faraónico, que el filósofo griego habla en sus escritos por la relación de los atlantis con los egipcios.
Tarsis, ciudad que se menciona en la biblia y que se identifica como la capital del reino de los tartesos, podría ser la misma ciudad que describe Platón, ya que coinciden muchas de sus ilustraciones con las que se reflejan en diferentes escritos del Antiguo Testamento. Si la Atlántida y Tarsis fuesen la misma ciudad, hay teorías que coinciden con la función del templo de Cancho Roano, los restos podrían contener la clave del misterio de la Atlántida.
Lo que sí está claro, es que el yacimiento es el conjunto de origen tartésico mejor conservado de la península Ibérica, un yacimiento excepcional y único, tanto por su forma como por su tamaño y su estado de conservación y que para conocer la cultura tartésica hay que venir a Cancho Roano.
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