Empezaba nuestro segundo día en Samarcanda, la Mítica ciudad de la Ruta de la Seda. La mañana la dedicaríamos a visitar la ciudad de Shakhrisyabz, también Patrimonio de la Humanidad y ciudad natal de Amir Timur pero esta es otra historia que os contaremos como se merece.
Llegamos a Samarcanda sobre las tres de la tarde y comenzamos con nuestras visitas. La primera parada fue el Observatorio de Ulugbek y Museo Memorial de Mirzo Ulugbek. Ya sabemos que Ulugbek fue el nieto de Amir Timur y uno de los artífices de la belleza de Samarcanda, pero además fue un emir científico y sabio. Mirzo Ulugbek, dijo. “Las religiones se disipan como la niebla, los imperios se desmantelan, pero lo trabajos de los sabios quedan para la eternidad ”.
El Observatorio de Ulugbek, es uno de los monumentos históricos de Samarcanda más importantes, fue construido por Ulugbek en 1428-1429 en una de las colinas de la ciudad. Este hombre fue un estudioso y gran aficionado a la astronomía y las matemáticas desde niño; como os contamos en el post anterior construyó una madraza en la misma plaza del Registán para el estudio de las ciencias y la artes.
El observatorio era de tres pisos cubierto con un acristalamiento de forma redonda de unos 46 metros de diámetro y unos 30 metros de altura. A falta de lentes, estamos hablando del siglo XV, construyó un sextante para la observación de la bóveda celeste, le interesaba sobremanera el movimiento del sol.
Se llegaron a catalogar más de mil estrellas y en 1444 terminó la obra principal de su vida “ la tabla astronómica y catálogo de estrellas” que fue traducido a los idiomas europeos y se convirtió en la guía básica de la astronomía todo el mundo. En la historia de la astronomía, Ulugbek está considerado un astrónomo tan grande como Copérnico, Galileo y Ptolomeo. Además, con una exactitud sorprendente llegaron a calcular la duración del año solar que era igual a 365 días 6 horas 10 minutos y 8 segundos. La duración real que conocemos hoy es de 365 días 6 horas 9 minutos 10 segundos; por lo tanto un error de tan solo un minuto.
Después de su muerte el observatorio fue destruido, quemados mucho libros por los fanáticos religiosos, que nos les parecían nada bien los conocimientos científicos. A principios del siglo XX un arqueólogo ruso encontró los documentos donde se describía la ubicación el observatorio. Encontraron la parte subterránea del sextante y la base del edificio. Tras estos hallazgos, decidieron crear un museo que honrase la memoria del gran Mirzo Ulugbek, cuyo nombre real era Muhammad Tarag'ay, el gran científico y gobernante de Asia Central. Así nació el Museo Memorial de Mirzo Ulugbek en Samarcanda, que se levantó junto a las ruinas de su observatorio.
El museo cuenta con una colección de objetos relacionados con los trabajos de Ulugbek, se recrea el ambiente en el que vivió y trabajó. Varias miniaturas de artistas uzbekos representan las escenas en las que Ulugbek se dedicaba a los asuntos públicos y científicos, reproducciones de instrumentos de medición y alguna reproducción de maquetas del sextante. Pudimos ver una colección de periódicos, restos de sus famosas tablas astronómicas y de libros, entre los que se asignaba un lugar de honor al gran madrileño Ruy González de Clavijo.
Encantados con nuestra visita a estos dos monumentos de la historia de este país, continuamos ruta hacia El Museo Afrasiab de Samarcanda, que es el lugar dedicado a la historia de la ciudad. El museo está ubicado en la parte norte de Samarcanda, cerca de las colinas del antiguo asentamiento de Afrasiab.
¿Pero qué es Afrasiab? Afrasiab se cree que fue la antigua Maracanda, la legendaria capital de Sogdiana, el antiguo asentamiento fundado en los siglos VII-VI antes de Cristo y que existió hasta el siglo XIII, hoy en día sólo es un grupo de colinas. Lo que si se sabe por las excavaciones es que es el asentamiento de la antigua Samarcanda del período pre-mongol. Era una ciudad fundada en siglo VI a.C. hasta la destrucción por los mongoles en 1220.
A finales del siglo XIX comenzaron las excavaciones y el resultado de éstas es lo que se expone en el El Museo de Afrasiab. El museo se inauguró en 1970 coincidiendo con los 2500 años de la fundación de la ciudad, el proyecto se le encargó al arquitecto armenio Bagdasar Arzumanyan y es un edificio, a nuestro modo de ver, bastante feo.
En el museo pueden ver sus objetos únicos : osarios, fragmentos espadas, elementos de cuchillos y flechas, monedas, cerámica, figuras de terracota, joyas. Pero lo que tiene más valor histórico son fragmentos conservados de frescos del palacio de Samarcanda de los siglos VII-VIII y se han conservado casi por completo las paredes con escenas de la vida de los gobernantes.
Una visita más que recomendable para conocer el pasado de Samarcanda, la mítica ciudad de la Ruta de la Seda por sus más de 22000 objetos expuestos. También animamos a las autoridades a que se reabran las campañas de excavación para que Afrasiab siga mostrándonos su historia, estas campañas están suspendidas desde 1961.
Nuestra siguiente parada fue en uno de los monumentos arquitectónicos más misteriosos y únicos de Samarcanda, la necrópolis Shakhi Zinda; consta de once mausoleos construidos entre XIV - XV siglos. Está situado cerca del asentamiento de Afrasiab y también se le conoce como "el cementerio de la calle" ya que los mausoleos están dispuestos uno tras otro formando una calle. Shakhi Zinda fue el lugar de enterramiento de personas reales y nobles, siendo uno de los únicos lugares de Asia Central en que hombres y mujeres están enterrados juntos.
Es un lugar sagrado para los musulmanes porque piensan que el mausoleo que inicia la necrópolis es la tumba del primo del profeta Mahoma, Kusam Ibn Abbas. El complejo fue llamado "Shakhi Zinda" que significa en persa "El rey vivo" en honor de este primo de Mahoma. La inscripción en la lápida de Kusam Ibn Abbas dice: "Aquellos que hayan caído mientras se sigue el camino de Alá no se cuentan muertos. No, ellos están vivos “.
Kusam Ibn Abbas llegó a Samarcanda de la Meca a propagar el Islam en el siglo VII y se cree que estuvo en la ciudad unos doce años. Según las leyendas locales, fue decapitado por los zoroastrianos. Su tumba atrae a Samarcanda muchos creyentes en peregrinación porque a la tumba se la equipara a la Meca. Según la leyenda una fuente de agua emanaba en la tumba y tenía poderes curativos.
Todo los mausoleos de la necrópolis de Shakhi Zinda forman una composición única. Son edificios de planta cuadrada con una cúpula y la entrada tiene un pórtico, son ricos en decoración como podéis observar en las imágenes. Los primeros mausoleos fueron construidos alrededor del santuario de Kusam Ibn Abbas en la parte superior de la colina; los posteriores fueron construidos por la pendiente de la colina y forman un callejón de más 200 metros de largo, salvando el desnivel con escaleras.
Uno de los lugares más bonitos e impactantes de la ciudad de Samarcanda y como no podía ser de otra forma, fuimos saliendo del lugar con la caída del sol que nos dejó unas imágenes espectaculares.