Como otras veces, nos encontramos visitando Extremadura, ya que además de ser tierra de nuestras raíces, tenemos familiares allí. Alguna vez, como en esta ocasión, aprovechamos para visitar rincones de esta bella parte de España. En el camino de vuelta a Madrid y pasando Mérida tomamos el desvío de Santa Amalia en dirección a Don Benito (EX-206), recorrimos los campos de arrozales que estos días estaban absolutamente verdes y entramos en uno de los pueblos con más historia de esta Comunidad Autónoma y conocido sobre todo por ser la cuna del más famoso conquistador extremeño, Hernán Cortés.Se trata de Medellín, al cual llegamos a través del Puente de los Austrias, un magnífico puente de veinte ojos y cuatrocientos metros de longitud, que cruza los márgenes del río Guadiana y que representa el tercer puente que el vado de este río habría de conocer.
El primero de aquéllos, de época romana, fue destruido por una riada anterior a 1525. Un segundo, de traza renacentista, vino a ser erigido en 1575, pero fue devastado a su vez por una nueva crecida del Guadiana en 1603. El puente que hoy se contempla data de 1630, como atestigua un interesante templete con escudo de los Austrias, hacia la mitad de su trayecto.
Pudimos salir del coche al no haber tráfico y sacar unas cuantas fotos desde aquel enclave, y observamos la silueta de un monumental castillo. Posteriormente nos dirigimos hacia el Teatro Romano, por cierto muy bien indicado para llegar.
Nos paramos en un pinar colindante con una Iglesia que nos llamó la atención por su antigüedad y por su jardín con palmeras. Se trataba de la Iglesia de San Martín, del siglo XIII, con incofundibles detalles románicos. Construida al parecer sobre un antiguo templo romano y donde fue bautizado Hernán Cortés. Se trata de uno de los primeros edificios cristianos construidos en la provincia de Badajoz tras la Reconquista.
Cerca de la Iglesia, un enorme panel indicativo donde se pueden observar los principales puntos de interés de la ciudad (¡Bien por el Ayuntamiento!). Desde allí, una vez reconocido el lugar donde nos encontrábamos, nos dirigimos al cerro que el castillo medieval corona de forma majestuosa y que junto al teatro romano, la iglesia rómanica de Santiago y varios vestigios árabes, en la actualidad se ha convertido en uno de los enclaves de atracción histórico-arqueológica más interesantes, variados y completos no solo de España, si no de Europa occidental.
En este espacio, se observan multitud de evidencias de las culturas que lo han ocupado a lo largo de casi tres mil años, desde el final de la Edad del Bronce hasta la Edad Moderna. Se puede afirmar que esta localidad, representa uno de los asentamientos ininterrumpidos más antiguos de la Península Ibérica.
El Centro de Interpretación del Parque Arqueólogico de Medellín, se encuentra ubicado en la Iglesia de Santiago edificada sobre un antiguo templo pagano, como evidencia los restos que se observan a través de paneles de cristal colocados en el suelo. Al llegar, tuvimos la suerte de coincidir con una visita guiada a la que pudimos añadirnos.
Junto al teatro romano, observamos diversos ejemplos de fustes, basas y capiteles, aún bellamente recubiertos de estuco, que ofrecen indicios acerca de la monumentalidad que en su día debió exhibir el frente escénico. En su momento el teatro tenía capacidad para 3200 espectadores. Hoy en día y después de un gran trabajo arqueológico realizado, a pesar de haberse suspendido en varias ocasiones, alberga a más de 1000 espectadores y desde hace tres año participa en el Festival de Teatro clásico de Mérida.
La tipología constructiva del teatro, recuerda en parte el modelo de teatro griego ya que se asienta y aprovecha el desnivel natural de la ladera. Conviene destacar la buena conservación que presentan algunas de sus partes, como los suelos de mármol de la orchestra (escenario) o los aproximadamente 800 sillares que aún existen de sus gradas originales. Entre 1969-70, se realizan la primera excavación arqueológica sobre los restos visibles de dicho teatro, exhumando durante la intervención parte de la planta del mismo, pero no es hasta el año 2007 cuando se reanudan las excavaciones de este monumento, realizándose actuaciones de adecuación y renovación de las estructuras de dicho teatro, abriéndose por fin al público en el año 2013. Su restauración y apertura a la visitantes, lo ha convertido en un nuevo foco de atracción turística para Extremadura. Todo ese buen hacer, ha sido reconocido internacionalmente con la concesión de uno de los tres premios especiales de conservación patrimonial Europa Nostra, en su edición del año 2013.
Una vez acabada la visita guiada al teatro romano, entramos nuevamente en el centro de interpretación donde se exponen varias de las piezas rescatadas de las ruinas encontradas y vimos un video multimedia en 3D realmente espectacular con escenificación de como hubiera sido el citado teatro.
La visita a este centro de interpretación también nos ofrece la oportunidad de comprobar el abovedamiento tardo-románico de esta iglesia. Se trata de una enorme bóveda de cuarto de esfera reforzada con finos nervios que se apoyan en ménsulas, no en columnas, como es habitual. A continuación la información del centro:
TARIFAS
Centro Museográfico + Teatro Romano General: 3 € Pensionistas: 1,50 € Niños menores de 12 años: Gratis.
VISITAS GUIADAS (Monumentos)
- Las visitas guiadas al Teatro Romano se harán acompañadas por el Informador Turístico a las siguientes horas: 11:00, 12:00, 19:00 y 20:00 h.
- Las visitas guiadas al Castillo se harán acompañadas del Informador Turístico y con un mínimo de 15 personas a las 11:00, 12:00, 19:00 y 20:00 h.
Salimos de allí, dudando entre visitar el Castillo o dirigirnos al pueblo. Nos decidimos por la segunda opción ya que teníamos que seguir camino y aún faltaban muchas horas para llegar a Madrid. No obstante observamos desde abajo su imponente silueta, una de las mejores fortificaciones de Badajoz. El castillo de Medellín es de origen musulmán, del siglo X, aunque durante los siglos XIV y XV se acometen obras para acondicionarlas para uso palaciego.
Nos dirigimos al centro de Medellín, donde se encontraba la oficina de información que nos facilitó el material necesario (mapas y folletos) para completar nuestra visita a la ciudad. paramos a hacer unas fotos en la plaza del Ayuntamiento donde además se encuentra la estatua homenaje a Hernán Cortés.
El Ayuntamiento cuelga de sus muros una placa de hermanamiento con la ciudad de Medellín (Colombia) que por cierto, para los interesados en historia y para nuestros amigos colombianos de la ciudad con mismo nombre, el origen de la ciudad sudamericana se remonta a 1675 es decir, bastante después del descubrimiento de América y fue impuesto no por un extremeño, sino por un general vasco de Eibar (Guipúzcua). También comprobamos que existen aún casas de estilo colonialista, seguramente de algúnos "indianos" vecinos de la ciudad. Recorrimos algunas calles del pueblo con las típicas casas extremeñas encaladas de blanco. Demasiado calor para seguir paseando.
Hicimos una breve parada en la parroquia del pueblo, la Iglesia de Santa Cecilia y después comimos en un bar del pueblo, para después continuar nuestro viaje de regreso.
Nos felicitamos por haber conocido una ciudad tan llena de historia y que si no tiene más patrimonio es porque la esquilmaron durante la guerra de la independencia, las tropas francesas. Un acierto el haber parado en tan bello lugar. Si en vuestro viaje a Extremadura pasáis cerca de Don Benito, no dudéis en hacer una parada.