Salimos hacia Tulum y Cobá, en una excursión con visita guiada contratada por internet, el día 18 de julio y suponía nuestro primer contacto con el mundo Maya. Ubicado en el municipio de “Tulum” y dentro del parque natural del mismo nombre, está aproximadamente a 128 km. de Cancún y 62 km. de Playa del Carmen. Es uno de los sitios arqueológicos más representativos de la Riviera Maya y del estado de Quitana Roo. Se asienta en la costa del mar Caribe.
Llegamos sobre las 11 de la mañana y el calor y la humedad eran matadores, pero había que olvidarlo porque nos esperaba uno de los templos más bonitos de la zona. La distancia desde las taquillas al sitio arqueológico supera el kilómetro por lo que cogimos un trenecito que nos subiera hasta el inicio del recorrido. Este era el ambiente en el exterior y el señor vestido de maya "bronqueándonos" por hacerle una fotografía, decía que había que pagar 100 pesos (5 euros) y eso que estaba en un espacio público.
Accedimos por una de las puertas de la muralla y el guía nos contó un poco de historia del lugar. De acuerdo a estudios del siglo XVI designan al sitio con el nombre de “Zamá”, que posiblemente se refiera a la palabra maya para “mañana” o “amanecer”, lo cual es comprensible ya que el sitio se encuentra emplazado en la porción más alta de la costa oriental donde ver el amanecer debe ser un espectáculo especialmente bello.
Mientras los toltecas anexaban a su imperio ciudades de la Península de Yucatán, Tulum prosperaba como puerto y permaneció así hasta la llegada de los españoles en 1518. Alcanzó su esplendor en el año 1200 al 1500 d. de C., destacando por la magnífica conservación de los edificios de El Templo de los Frescos y El Castillo. Constituye un verdadero ejemplo de la era postclásica.
“Tulum” se traduce al español como “muro”, “reja” o “barrera”, algo que ves porque al recinto se accede por una puerta de la muralla que les sirvió como protección. Esta muralla les permitió controlar las actividades en su interior, además de salvaguardar a sus habitantes, marcando la diferencia entre la élite y la gente que vivía fuera de ella. La muralla delimita al conjunto principal por sus lados norte, sur y oeste, ya que el sector oriental mira al mar Caribe; tiene cinco accesos y dos torres de vigilancia.
Tulum fue uno de los puertos comerciales más importantes en la costa oriental del mundo maya. Era el puerto redistributivo de las mercancías que llegaban a la zona desde las costas de Centroamérica, las costas del Pacífico y del golfo de México. Su territorio era independiente y formaba parte del Cacicazgo de Ecab. El gobierno lo ejercía, el Batab, que respaldado por los militares, controlaba a la nobleza, a los especialistas y trabajadores. Además era el administrador del Batabil (área de gobierno independiente y estratégica en el comercio de la costa oriental). Es una de las últimas urbes construidas y habitadas por los Mayas, pero permanece como una de las más valiosas joyas de su legado. Fue contemporánea de Chichén Itzá y Mayapán. Con la caída de estos dos estados se consolidó y se produjo su época de mayor auge.
Muchas de las representaciones en los monumentos se relacionan con el dios Kukulkán, aunque sólo se encuentra un templo dedicado a esta deidad. Algunas de las estructuras de mayor importancia son: El Castillo, el Templo del Dios Descendiente, la Casa de las Columnas (El Gran Palacio) y el Templo de los Frescos.
Los principales edificios de estas ruinas mayas en Quintana Roo yacen en el centro de la ciudad, de donde parten dos caminos: uno hacia el norte y otro hacia el sur, cuyas casas fueron alineadas y emplazadas sobre la parte más alta de las plataformas.
El Castillo
Es la edificación más grande e importante de las ruinas en Tulum y se asienta casi a la orilla del risco, desde donde mira al Mar Caribe. Se construyó en dos fases, de tal forma que la parte más antigua sirvió como base para erigir el templo superior. En el nivel del piso, hay dos pequeños templos donde se depositaban ofrendas y en el piso superior se realizaban las principales ceremonias religiosas.
Este templo junto al mar fue principalmente utilizado para rituales religiosos y se cree que fue un faro para los barcos mercantes mayas que navegaban en las cercanías
El Templo de los Frescos
Tuvo una relevante importancia social y religiosa: sus elementos arquitectónicos, murales, decoraciones, esculturas y apariencia general apuntan a un lugar de profunda veneración.
El Palacio
Este complejo fue, sin duda, el más grande edificio residencial en Tulum: una estructura de tres niveles de 85 metros de largo por 35 metros de ancho. El monumento cuenta con numerosas cámaras pequeñas y fue habitado por los nobles superiores de la sociedad maya.
El estilo arquitectónico es consistente con el diseño puuc, mientras que su decoración incluye tallados e imágenes en honor a deidades como Kukulkán. Pero además de estas edificaciones bellísimas, hay dos aspectos de Tulum dignos de reseñar. Hay que resaltar que junto a las ruinas mayas, hay una magnífica y pequeña playa en la que desgraciadamente nosotros no pudimos darnos un baño por falta de tiempo. Y desde el mar, es donde se consiguen las mejores fotos de este magnífico lugar,
Por otro lado, como ya dijimos más arriba, “Zamá” en maya significa “mañana” o “amanecer”. Sus construcciones se orientaron con el propósito de registrar los pasos solares de solsticios y equinocios, eventos importantes para dar comienzo a las actividades agrícolas.
En el amanecer que sigue a la noche más larga del año, la luz solar ilumina las ventanas del templo. Esto ocurre el 21 de diciembre.
Y aquí terminaba la visita a nuestra primera ciudad maya. Llegamos al bus absolutamente mojados por el calor y la humedad. ¡Lo que hay que sufrir cuando se está de vacaciones!
Aquí os dejamos la Información práctica sobre Tulum:
Se localiza en el km. 230 de la carretera federal Chetumal – Cancún, 128 kilómetros al sur de Cancún y es fácilmente accesible a través de la carretera federal 370.
Otros Servicios disponibles en la zona son el estacionamiento propio (no pudimos ver el precio), y también existe uno en el centro comercial anexo, con su propia tarifa, no controlada por el INAH.
El trayecto de 1 km. ubicado entre el estacionamiento y la entrada a la zona arqueológica, se puede hacer a pie o a bordo de un pequeño tren (tampoco relacionado con el INAH), cuya tarifa es de $20.00 (ida y vuelta, o como dicen los mexicanos, y que nos encanta: recorrido redondo).
El Horario es de Lunes a Domingo de 08:00 a 17:00 horas (último acceso a las 16:30 hrs.).
El precio es de 65 pesos.