La mayoría de la vida nocturna de Bratislava se encuentra concentrada en su bonito centro histórico, por lo que desde el hotel, disfrutar de la noche solo nos iba a costar un paseo agradable entre las calles de esta entretenida, bonita e histórica ciudad.
Estuvimos dos noches e intentamos aprovecharlas, primero durante el día, nos íbamos fijando en los restaurantes que bajo nuestro criterio nos podían gustar para cenar. Al coger el hotel con desayuno incluido, las comidas las solemos hacer ligeras sin importarnos mucho el tipo de bar o restaurante e intentamos elegir locales con encanto a nuestro gusto para cenar.
RESTAURANTES
Vimos uno a pocos metros del hotel donde estábamos alojados, era un pivovar (cervecería en eslovaco) que fabrica su propia cerveza de forma artesanal y que además servía cocina típica eslovaca. Y allí fuimos la primera noche. Se trataba del Zamocky pivovar, en cuya fachada han expuesto los alambiques para la elaboración de la cerveza para que sea visto por los transeúntes como un reclamo más. Y la verdad es que les dio resultado con nosotros que acabamos cenando allí. El trato fue agradable por los chicos que atienden las mesas y la comida sin ser del gusto al que estamos acostumbrados, era aceptable. bien presentada y abundante. El precio sin ser barato está dentro de lo normal para un local de estas características.
En nuestra segunda noche, teníamos claro donde ir, habíamos leído sobre él y la mayoría de los viajeros lo recomendaban. Quizás sea el local más popular y conocido por los extranjeros en Bratislava. Nos referimos al famoso Pub Slovak.
El Pub Slovak tiene once comedores, cada uno de las cuales está dedicado a una cierta etapa histórica de Eslovaquia. En el local se encuentran multitud de objetos eslovacos, algunos con más de 150 años de antigüedad.
Muy interesante su página web donde se hace un repaso dela historia del país y a lo que llaman "renacimiento nacional eslovaco". La verdad es que fue toda una experiencia cenar allí, pues era un espectáculo cada plato y cada comedor.
Totalmente recomendable para pasar un rato agradable y la comida es buena, preparada al momento y con ingredientes naturales de sus propias granjas.
LOCALES DE OCIO
Bratislava es una ciudad relativamente "barata" para el turismo anglosajón y si para ellos la noche en esta ciudad les resulta atractiva, para el resto hace que prefiramos un paseo por sus calles, que meterse en garitos donde los británicos e irlandeses viajan a la ciudad para celebrar despedidas de solteros o simplemente aprovechar los precios de pintas de cerveza para emborracharse. Varias empresas se ha especializado en llevar tropas de británicos para tenerlos entretenidos el fin de semana con actividades varias como paintball, karting y noches de copas y locales de streptease al igual que ocurre con los adolescentes que vienen a Magaluf, Salou o Lloret. Lo hemos corroborado al pasar por la mismísima puerta de San Miguel y ver dos locales contiguos de striptease con las puertas abiertas y los británicos jaleando desde las terrazas de los locales. Eso no se debía de permitir.
PASEOS
A pesar del bullicio que puedan ocasionar los turistas ocasionales de Gran Bretaña, en Bratislava, merece mucho la pena perderse entre sus calles y observar la bonita iluminación de sus edificios y plazas. Uno de los edificios que merece ser visitado de noche es el Palacio de Grassalkovich.
Se encuentra en la plaza Namestie Slobody, donde también hay unos bonitos jardines de estilo francés y un estanque con una fuente y una escultura con forma de la tierra como un símbolo de la libertad. El palacio de estilo rococó, fue construido en 1765 como lugar de residencia de aristócratas húngaros. Después de la reconstrucción en 1996, el palacio se convirtió en la residencia oficial del Presidente de Eslovaquia. Un punto interesante de este jardín es, que muchos políticos famosos han plantados árbolesaquí como un signo de amistad y cooperación con Eslovaquia. No está abierto para el público, sólo durante los eventos especiales. Hoy en día el palacio es vigilado por la guardia de honor del presidente.
Pero el verdadero centro neurálgico de la diversión nocturna de Bratislava es la Plaza Mayor, o como la llaman aqui, Plaza de Armas. Esa quizás de las más pequeñas de cuantas hemos visto en Europa, sin embargo por eso no pierde encanto, es más, hace que gane en atractivo pues es casi imposible perder detalle de su alrededor. Llena de restaurantes con terrazas, tiendas de souvenires y edificios diplomáticos como las embajadas francesa y japonesa, edificios de colores atractivos que recuerdan las épocas barrocas y renacentistas. Un lugar fácil de acceder en el cual se puede pasar un buen rato tomando una buena cerveza o un excelente pastel.
En el centro de la plaza se encuentra la Fuente de Maximilano. No sabemos por qué, pero la llaman Fuente de Rolando, quizás sea por el parecido físico. Iluminada con colores cambiantes, dedicada al primer emperador coronado en la ciudad y que se construyó como reserva de agua para combatir los incendios. Los habitantes de Bratislava celebran aquí el Año Nuevo y según la leyenda dicen que el caballero despierta cada año, exactamente en el momento cuando se acaba el año viejo y empieza el nuevo.
Otro sitio para observar de noche es el puente de San Miguel, que a pequeña escala recuerda bastante al puente de Carlos de Praga y que da acceso (entrada y salida) al casco viejo de la ciudad. Aquí solo con observar las ida y venidas de los transeúntes es suficiente para acercarse hasta allí. El sitio es mágico cuando se iluminan las farolas.
Ni que decir tiene, que desde la ciudad vieja se puede observar el castillo de Bratislava iluminado por la noche, siendo más incluso que por el día el verdadero icono de la ciudad.
Y nuestra última recomendación, un recorrido en tranvía por Bratislava de noche, es una delicia de paseo y no os perderéis detalle ya que la velocidad que llevan es muy moderada y la iluminación de la calles dan la calidez suficiente para observar desde el vehículo la vida nocturna de esta ciudad.