QUE VER Y HACER EN PIESTANY
Una media hora de camino nos supuso desplazarnos desde el Castillo de Cachtice a la ciudad de Piestany. Siempre en dirección a Bratislava, elegimos esta ciudad para pernoctar esa noche y "a priori" no sabíamos apenas nada de ella, excepto que era una ciudad balneario y casi todos los hoteles tenían spa, por lo que pensamos que sería bueno disfrutar de uno antes de ir hacia la capital de Eslovaquia. No teníamos siquiera intención de pasear por ella, asi que fuimos directamente al hotel. Nos presentamos en el Hotel Satelit sobre las 19:00 h. y primera decepción cuando nos dicen que el spa solo funciona hasta las 17:00 h.
¡Nuestro gozo en un pozo! Así que en vez de tomar un agradable baño con burbujas nos tocaría dar un paseo por la ciudad. También tenían el wifi estropeado, pero al menos la habitación era correcta con una gran terraza con vistas a un jardín y por fin un hotel con ascensor.
Una vez dejamos las maletas en la habitación y nos refrescamos un poco, emprendimos la marcha hacia el centro de la ciudad, cogimos la calle peatonal que lleva a la llamada isla Spa dentro del río Vah. A primera vista nos dimos cuenta de una cosa, que el calificativo para esta ciudad sería la de "ELEGANTE".
Todas las casas restauradas, no hay pintadas, multitud de tiendas de marca, escaparates con artículos de lujo, bonitos restaurantes, parques, jardines, etc. Todo está pensado para "cuidar" al turista que se acerca por allí.
Esta pequeña localidad de 30.000 habitantes, es la ciudad balneario más importante de Eslovaquia y se encuentra como hemos dicho, a orillas del río Vah. Se puede decir que la ciudad está orientada casi exclusivamente al turismo de salud y es un destino importante no sólo para ciudadanos eslovacos, sino también para turistas extranjeros que acuden a tratar sus dolencias desde países tan dispares como la República Checa, Austria, Hungría, Países árabes o Israel.
La ciudad al ser visitada actualmente por gente llegada de todo el mundo ha mejorado su economía e intenta retomar su pasado glorioso, restaurando y reparando los monumentos y edificios emblemáticos.
Uno de estos ejemplos es la Villa Löger, junto al río antes de cruzar el puente, que se utilizó originariamente para el alojamiento en verano de los pacientes a los balnearios. Es un remanente de los edificios pintorescos y románticos que se encontraban en el llamado anteriormente, Paseo del Rey.
También de aquella época es la pequeña capilla del Sagrado Corazón de Jesús construída en 1897 para la comunidad de los católicos griegos de Piestany.
Llegamos al puente que une la Isla Spa con la ciudad, un precioso puente decorado con cajas de cristal grabado por el artista nacional Martin Benka. Al entrar en el puente se encuentra una estatua bronce que representa un hombre rompiendo una muleta y con la inscripción "Levantaté y anda". ¡Madre mía, que ocurrentes!
Vamos, que el mensaje estaba claro. Tu llegas hecho un lisiado y cuando acabas el tratamiento rompes las muletas. ¿Será verdad?. Para todos los interesados tenemos el enlace a la lista de precios completa de todos los balnearios de Piestany. Es de pensarlo si se tiene dolencias del aparato locomotor ya que el tratamiento medio con supervisión médica incluida son aproximadamente 600 € semana por persona.
La ciudad está conexionada con la isla mediante uno de los puentes más conocidos y arquitectónicamente más valiosos de Eslovaquia: el Puente de las Arcadas (Kolonádový most), obra del conocido arquitecto eslovaco Emil Belluš levantado en el año 1932.
La fama de la ciudad balneario de Piestany se asocia con el agua geotérmica medicinal y el barro sulfuroso medicinal que tienen notables efectos terapéuticos sobre los trastornos del aparato locomotor, siendo únicos, no sólo en Europa, sino en todo el mundo también. El barro dejado por el curso del río, también se utiliza para los tratamientos, en forma de piscinas termales de fango a temperatura de 39ºC. El agua del complejo y la terapia del fango se complementa mediante electroterapia, ejercicio, masajes, medicaciones y dieta.
Lo primero que vemos nada más cruzar el puente y llegar a la Isla Spa es un enorme panel indicativo (esta vez, si está todo en inglés) con un mapa y toda clase de información. Es el spa más grande y de mayor éxito de Eslovaquia dedicado a la terapia de enfermedades relacionadas con el aparato locomotor, en especial la artritis reumatoide y la osteoporosis. Fuentes de agua mineral caliente (67 ° -69 ° C) con el contenido de 1,500 mg de sustancias minerales por litro y el barro medicinal sulfúrico han estimulado el desarrollo de la industria del spa y la construcción de alojamientos con instalaciones terapéuticas.
La primera casa balneario fue construida después de las guerras napoleónicas en 1822. Sigue en pie y se conoce como el antiguo balneario de Napoleón. Varios hoteles de estilo Art Nouveau se construyeron a principios del siglo XX y algunos otros entre los años 1960 a 1980. Hoy en día el spa ofrece más de 2.400 camas para tratamientos varios y con toda gama de precios, desde el más sencillo al más lujoso.
El parque de la Ostrov Kúpeľný (la Isla Spa) con sus fuentes y estatuas ofrece un marco relajante y agradable. Las partes del área incluyen una piscina termal al aire libre, una red de hoteles con spa, centros de salud e instalaciones deportivas. Hay también instalaciones de ocio como un campo de golf, pistas de tenis y un campo de voley-playa. Además, el ciclismo y jogging se practican mucho en todo este área.
En la parte norte de la isla hay un Centro Social, que ofrece programas culturales y artísticos de diversos géneros, festivales de teatro, y excursiones a los monumentos y lugares de interés arquitectónico e histórico de la zona. En otras dos salas del Centro Social, se organizan congresos y conferencias internacionales. También hay galerías de arte y otros locales de ocio.
Descubrimos que el atardecer junto al río era todo un espectáculo con preciosos colores rojizos que invitaban a repetir una y otra vez los disparos de nuestras cámaras.
Solo hasta que se fue la luz, no abandonamos las preciosas vistas que nos ofrecía el puente, una verdadera gozada.
Cuando el sol se retiró, también lo hicimos nosotros del puente, buscando un restaurante donde ir a cenar. Lo hicimos estupendamente y por muy buen precio en la misma calle principal. Piestany, no es tan caro como se podría suponer.
Y acabada la cena, directamente al hotel, había que descansar, ya que por la mañana saldríamos pronto hacia Bratislava y primero tendríamos que dejar el coche de alquiler en el aeropuerto, antes de conocer la capital de Eslovaquia.