Desde Bardejov Spa salimos sobre las 18,00h dirección a Presov, en una ruta de aproximadamente 50 Km que no tardamos más de 45 mn en llegar.
Presov es la ciudad más grande del noreste de Eslovaquia, siendo además centro del distrito Este de la Iglesia Evangélica y el centro educativo más importante de la región, es una ciudad con un importante centro cultural e histórico. Nos dimos cuenta nada más llegar.
Conseguimos fácilmente llegar al hotel... "Penzión Adam" y a pesar de que ofrecía aparcamiento gratuito, dejamos el coche frente al establecimiento ya que el período de pago era desde las 08:00 hasta las 17:00 y con solo 0,50€ teníamos asegurada la plaza hasta las 09:00 h del día siguiente. Esta pensión no nos gustó mucho, aunque en Tripadvisor y Booking le ponen buena nota. La habitación era nueva con muebles IKEA pero la limpieza dejaba que desear y la atención de las recepcionistas no era, digamos, exquisita. Los accesos para discapacitados son inexistentes con escaleras empinadas y sin ascensor. Dejamos las maletas y nos dispusimos a pasear por el centro de la ciudad.
BREVE HISTORIA
De la época romana, quedan vestigios de asentamientos agrícolas. En el lado siglos XI y XII hubo asentamientos de inmigrantes magyares, y finalmente los colonos alemanes en el siglo XIII llegados desde la Sajonia alemana se instalaron formando varios pueblos, que más tarde se convirtieron en partes de una ciudad medieval.
Presov reforzó su posición autónoma en el siglo XIV, cuando obtiene privilegios reales, en el siglo XV se convirtió en el miembro de lo que se conoce como Pentapolitana, asociación de cinco ciudades del este eslovaco. Además se encuentra en la llamada "Ruta del Ambar" que partía de los países bálticos hacia el Mar Negro.
Durante los siglos XVI y XVII con la Reforma, Presov se convirtió en el bastión de las denominaciones reformadas en el Reino de Hungría.
Poco después de la primera guerra mundial experimentó el intento de establecer el estado comunista inspirado en la revolución bolchevique en Rusia. Su existencia, sin embargo, fue muy corta.
En los años de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad asume varias competencias y algunas instituciones que se trasladaron desde Kosice, que fue ocupada por Hungría. El desarrollo industrial continuó después de la guerra y el número de su población fue aumentando constantemente. Hoy en día esta metrópoli de la región de Saris cuenta con una la población de 92.100 personas.
Nos dirigimos hacia el centro que quedaba apenas a doscientos metros y en la misma calle del hotel vimos una antigua cárcel del siglo XIII y unas calles perpendiculares muy animadas con terrazas y bares.
A través de los pórticos de las casas que daban a la calle Hlavná ulica, la más importante de la ciudad, accedimos a su núcleo histórico.
MONUMENTOS
Los edificios de su centro histórico forman parte de la Reserva de Ciudades Monumento de Eslovaquia. Los monumentos de Presov se concentran en su núcleo histórico que se extiende alrededor de la calle Hlavná ulica, que se ensancha en la plaza en forma elíptica. Su principal monumento es la Concatedral de San Nicolás del siglo XIV, con una alta torre reconstruida en estilo gótico.
Convertida en un edificio de tres naves. Es uno de los más bellos edificios monumentales del gótico tardío en el país. En el interior de la iglesia se conservan los elementos góticos originales, aunque el altar es barroco con la figura de San Nicholas. Algunas decoraciones han sido hechas por el Maestro Pavol.
Salimos del templo, para recorrer la calle y a ambos lados se distinguían bellos edificios impecablemente cuidados.
Un incendio en 1887, acabó con la hilera de casas en la calle Hlavná ulica y destruyó una gran parte de la ciudad. Originalmente, el gótico tardío, renacentista y casas burguesas barrocas fueron reconstruidos en el nuevo estilo romántico, modernista y Art decó.
El edificio más valioso de la fila oriental de casas es el palacio Rákózci . Enfrente la fuente de Neptuno, construida en 1826, un regalo del judío Marek Holländer para el Ayuntamiento de la ciudad de Presov que le permitió asentarse en la ciudad y abrir comercio, siendo el primer judío que lo consiguió. Presov además, es conocida también por sus decoraciones florales y esta fuente es uno de sus ejemplos.
Era del todo agradable pasear por la calle y admirar a izquierda y derecha las distintas ornamentaciones de los edificios y la tiendas típicas de mediados del siglo XX, decoradas como si no hubiera pasado el tiempo.
Seguimos calle abajo, pero pensando que era domingo y que había muchos establecimientos cerrados al pasar junto a un jardín urbano precioso y ver que en una terraza se estaba sirviendo comida, nos decidimos a cenar allí mismo.
Teníamos una vista estupenda desde donde pudimos apreciar la estructura más valiosa de esta plaza, era la Catedral griego-católica de San Juan Bautista, del siglo XVIII, que forma una estructura común con el Palacio Episcopal y la Facultad de Teología católica griega.
Dimos buena cuenta de la cena e iniciamos la siguiente caminata para bajar la comida que habíamos tomado en la dirección contraria a la que vinimos del hotel.
A medida que la luz del día se atenuaba, las luces de la ciudad empezaban a encenderse. Nos metimos en algún callejón ajardinado, vimos las esculturas de los jardines de la plaza, nos fijamos en los detalles de las casas y así poco a poco volvimos al hotel ya cansados de todo lo que habíamos hecho durante el día. La siguiente étapa nos esperaría con varias sorpresas más.
