El historiador Cesare Brandi, definió acertadamente a Noto como "el jardín de piedra". La ciudad tiene 50 iglesias e instituciones religiosas y 15 palacios y residencias de la aristocracia. Todas ellas con un inconfundible estilo barroco construidas a partir del siglo XVII. La antigua ciudad de Noto estaba a 8 kilómetros de la actual en la ladera del monte Alveria, pero en 1693 sufrió un terremoto que destruyó totalmente la ciudad, construyéndose la actual junto al río Asinaro.
La ciudad se planificó por arquitectos de renombre contratados al efecto y según el gusto barroco de la época, con calles paralelas intercaladas entre plazas que se plantearon como grandes escenarios, con escalinatas, terrazas y desniveles al modo español, intentando crear armonia entre los edificios. Además la utilización de piedra arenisca de la zona realza, al contacto con el sol, el esmerado trabajo de embellecimiento de las fachadas, adquiriendo una tonalidad dorada única. Esta considerada como una joya del barroco Siciliano. El casco histórico es Patrimonio de la humanidad desde el año 1996. El plano con los monumentos visitados y la ruta a pie por la ciudad está a continuación.
La ciudad de Noto, está dividida en dos partes, la baja, destinada en su momento al pueblo llano y la alta para la iglesia y la nobleza. Incluso con la llegada del rey Fernando II se construyó la Porta Reale, para hacer más efectiva su división. Antes de llegar a ella aparcamos el coche y empezamos a subir por su calle principal Vittorio Emanuele III. Y llegamos a la primera plaza monumental con la Iglesia de San Francisco de Asís con una bella escalinata y el monasterio Salvatore. Seguimos calle arriba hasta llegar a la más importante plaza de la ciudad, la plaza del Duomo.
Allí se encuentra la Catedral de S. Nicolás, cuya historia está llena de continuos desastres tanto naturales como humanos que han causado su ruina en tres ocasiones, la última en 1996 cuando la cúpula se derrumbó por un fallo de restauración, arrastrando parte de las capillas laterales y de la nave central.
La fachada es de piedra arenisca y de estilo barroco tardío y tiene dos torres decoradas con estatuas del siglo XVIII.
Desde lo alto de su esplendida escalinata se divisa toda la plaza y justo enfrente se encuentra el Palazzo Ducezio. Este edificio construido en el siglo XVIII es ahora sede del Ayuntamiento de la ciudad. Tiene una hermosa fachada con columnas intercaladas con arcos de medio punto. Lo más relevante y que además es visitable es la sala llamada el Salón de los Espejos, de forma ovalada, con mobiliario de estilo Luis XV y suntuosos espejos de finales del siglo XIX. Ha sido sede de numerosos actos oficiales y de recepción a Jefes de Estado.
A la izquierda de la Catedral se sitúa la Basilica de San Salvadore que es un testimonio significativo de la transición cultural de Sicilia entre finales de barroco y el neoclasicismo. es decir data de finales del siglo XVIII. Al igual que la Catedral, está ornamentada por un magnífico pavimento y muretes de piedra.
Al fondo de la plaza se divisa el Teatro Comunale que visitaríamos más tarde.
Una vez realizadas la fotos de rigor de la plaza del Ayuntamiento, nos dirigimos hacia la via Cavour y Via Nicolacci donde se encuentran los palacetes barrocos característicos de esta ciudad. Si hay algo que destaca en Noto son las ménsulas que decoran los balcones. Las mas importantes son las del Palazzo Nicolaci donde se encuentra la Biblioteca Comunale, allí encontramos figuras grotescas con forma de sirenas, leones, demonios o angelotes.
Perdiéndonos por las calles llegamos a la Piazza XVI Maggio que está dominada por la Iglesia de San Domenico y el monasterio del mismo nombre. La iglesia es una obra maestra del barroco siciliano, la fachada es convexa y las columnas imitando dórico griego emiten reflejos cuando reflejan el sol.
Desde allí subimos una empedrada calle donde el tercer domingo de mayo se celebra la "infiorata" y al estilo de Sitges (Barcelona) se realiza una espectacular alfombra de pétalos de flores en ésta y en las calles adyacentes. (Ver enlace)
Al final de la cuesta nos esperaba otra singular Iglesia, la Chiesa Montevergini con la fachada cóncava y cerrada por dos campanarios.
No dejamos de descubrir cosas que nos sorprendían, empedrados, enrejados, balconadas, ménsulas y fachadas con arte, pero el tiempo se nos echaba encima y emprendimos el camino de vuelta hacia la calle Vittorio Emanuele III. Allí nos encontramos con el Teatre Communale de Noto. En 1851 el creciente gusto por el teatro, contribuyó a construir un teatro municipal para poder responder al interés cultural y artístico de la ciudad y sus habitantes.
Se realizó como una versión a pequeña escala de un gran teatro de ópera y se le dió el nombre del regente en aquella época Vittorio Emmanuele III inaugurandose solemnemente en 1870 y aún hoy sigue ofreciendo representaciones teatrales, conciertos y conferencias. Ya un pelín cansados fuimos a recoger el coche y realizar el camino de vuelta a Catania. El día no podía haber sido más completo, solo esperábamos seguir sorprendiéndonos lo siguientes días de nuestra estancia en Sicilia.