Nos pusimos en marcha sobre las 08:30h, era domingo y nuestras últimas horas en Luxemburgo. Teníamos unas cuatro horas para ver la ciudad de día. Fuimos a la estación de tren y cogimos un autobús hacia el centro histórico, cuando fuimos a pagar el conductor nos explicó que los domingos y festivos en Luxemburgo el transporte público es GRATIS, no sabemos si durante todo el día o solo a primera hora del día. Llegamos rápidamente pues no había apenas tráfico y apenas gente por la calle.
En esa mañana debíamos visitar el recinto amurallado de la ciudad y las famosas casamatas, fortificaciones y galerías en la roca hechas por españoles, convirtiendo la ciudad de Luxemburgo en una gran fortaleza fronteriza.
Empezamos cogiendo el camino adoquinado que nos llevaría a "La Corniche", un espléndido recorrido que te permite ver quinientos años de historia en unos minutos. Desde el Castillo Puente hasta el Promontorio de Bock.
Increibles las vistas que se divisan desde ese magnífico paseo, el camino tiene dos o tres espacios lúdicos para descansar, eso sí, mal, muy mal cuidados y con una falta de mantenimiento que no es de recibo para una ciudad europea y más si estamos hablando de uno de los conjuntos históricos declarados Patrimonio de la Humanidad.
Barandillas en un estado lamentable, sin pintar, sin arreglar, oxidadas y los bancos sin cuidar ni restaurar, llenos de musgo. Nos desagradó y nos defraudó que Luxemburgo trate así a su Patrimonio histórico. Aún en esas condiciones no pudimos refrenar el deseo de sentarnos contemplando la belleza que se presentaba ante nosotros.
Continuamos la marcha subiendo la empinada cuesta y parándonos donde pudiéramos observar con mejor angulo, por algo denominan "El Balcón más bello de Europa" a esta parte de la Corniche.
Desde nuestra posición la Vieja Ciudad, o Barrio Bajo del Grund, como se le denomina ahora, parecía hecha de colecciones de maquetas de casas, más que por edificios señoriales y sedes de Museos.
Llegamos al final y ya sabíamos que no íbamos a poder visitar las casamatas, están cerradas hasta el mes de febrero pero queríamos ver más de cerca las increíbles fortificaciones realizadas en las murallas de piedra.
Una vez recorrido el "Más Bello Balcón de Europa" nos dispusimos a ver el centro de la ciudad con luz del día a pesar de que el sol hacía por esconderse y dejarnos un día gris y nublado aunque sin llover. Volvimos a pasar por la Catedral de Santa MarÍa, esta vez para conocer su interior y vímos que iba a empezar una misa. Teníamos el tiempo justo para no molestar a los fieles.
La Catedral de Notre Dame (en francés) está considerada como el corazón de la ciudad de Luxemburgo y su interior debía plasmar la actividad espiritual de la ciudad. Mezcla elementos estructurales góticos y adornos renacentistas. El mobiliario anteriormente barroco se sustituyó por uno de estilo neogótico más acorde con la ornamentación del Templo.
Nuevamente, visitamos (esta vez a la luz del día) el centro de la ciudad con el Palacio Ducal y Cámara de Diputados.
La Plaza de Guillermo II.
La casa consistorial o Ayuntamiento.
Y las preciosas casas de estilo Art Nouveau que se podían apreciar en sus calles.
Fuimos recorriendo sus calles empedradas hasta llegar a la parte más señorial de la ciudad donde los bancos tienen sus sedes y se asientan los palacetes más sobresalientes. Este barrio está situado al otro lado del río y también parece mentira lo descuidado que está su mantenimiento.
Seguimos andando hasta que llegamos a la sede principal de la Caja de Ahorros de Luxemburgo. Imposible perdelo de vista debido a su torre de gran altura. Una vez desde allí cogimos nuevamente la Rue de la Liberté.
Desde la Place de Metz hasta la Estación de tren, la Rue de la Liberté es un compendio de arquitectura romántica y art nouveau. Los edificios singulares se suceden por doquier, pero desgraciadamente no teníamos tiempo para una visita más a fondo ya que nuestro tren partía a las 13:00h.
También nos desilusionamos al no poder degustar el pastel Melchor, que al igual que nuestro Roscón de Reyes, los luxemburgueses lo toman también durante estos días y sobre todo el 6 de Enero. Pero nuestro tren no esperaría, así pues buscamos el anden y subimos las maletas al tren que nos llevaría a Metz (Francia).
Sin lugar a dudas, tendremos que volver a esta preciosa ciudad y a este país para visitar una gran cantidad de lugares que nos quedaron pendientes.
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