Qué ver y qué visitar en un fin de semana
El día volvía a ser muy frío pero seguimos con nuestros planes. La mañana estaría dedicada a ver dos museos, el de Marceliano Santa María y el CAB, museo de arte contemporáneo; por la tarde nos tocaba la Cartuja de Miraflores y de nuevo en tren volver a Madrid. Salimos dispuestos a disfrutar nuestro segundo día en Burgos, paseamos por el Paseo del Espolón. Contemplamos esos escaparates de tiendas de las que decimos que "son de toda la vida".
Y con calma y disfrutando del silencio de la ciudad a esas primeras horas del domingo, llegamos a nuestro destino, el Museo Municipal de Marceliano Santa María.
El Museo Marceliano Santa María, ubicado en el antiguo Monasterio de San Juan, en la Plaza San Juan s/n, contiene la obra de este pintor burgalés nacido en 1866. Fue muy conocido en su época por sus paisajes castellanos y sus retratos. Estudió en Roma y después desarrolló su trabajo en Burgos y en 1934 es nombrado director de La escuela de Artes y oficios de Madrid. Aquí vive hasta su muerte en 1952.
La verdad es que nos gustó mucho la obra de este burgalés absolutamente desconocido para nosotros y también el lugar dónde está ubicado el museo. Recomendable darse una vuelta por el lugar.
Este Museo es de gestión Municipal, la entrada es gratuita y su horario es: De martes a sábados a 11:00 a 13:50 horas y de 17:00 a 21:00 horas. Domingos de 11:00 a 13:50 horas Cerrado: domingos tarde, lunes y festivos.
Desde aquí continuamos hasta nuestra siguiente parada, que no era otra que el CAB, Centro de Arte de Caja Burgos.
Este museo nació en 2003 y trata de divulgar las corrientes creativas más novedosas del momento desarrolladas por artistas contemporáneos. Acoge obras de creadores nacionales e internacionales, con el fin de aportar una mirada más profunda al arte. El Centro de Arte Contemporáneo de Caja de Burgos también conocido como CAB de Burgos, es un museo dedicado al arte contemporáneo. Se ubica en la parte alta del centro histórico de la ciudad de Burgos, junto a la Iglesia de San Esteban. La colección está integrada por más de 500 obras de reconocidos artistas contemporáneos. Además de las exposiciones que comprenden artistas del ámbito español e internacional, el centro realiza periódicamente actividades y talleres en paralelo para acercar la creación artística contemporánea a todos los públicos.
El edificio se compone de dos partes fundamentalmente. La primera está parcialmente enterrada y se manifiesta al exterior como un zócalo realizado con un muro de mampostería. En su interior alberga varios almacenes privados y zonas de exposición junto con una sala de proyección. La segunda parte se eleva sobre la terraza que limita a la anterior en forma de tres volúmenes realizados con lamas de madera y que a modo de tres cajones se dirigen hacia la ciudad. En el interior, las tres cajas se conectan a través de pasarelas que ofrecen vistas panorámicas de la ciudad y que configuran los recorridos del espacio expositivo.
Horario:
De martes a viernes: 11:00 – 14:00 y 17:30 – 20:00
Sábados: 11:00 – 14:30 y 17:30 – 21:00
Domingos y festivos: 11:00 – 14:30
Cerrado: lunes.
Gratuito
Y era hora de ir a buscar un el restaurante que nos habían recomendado para comer, cerca de la Plaza Mayor. También queríamos comprar unas morcillitas de Burgos, que nos gustan muchísimo y también nos habían encargado unos amigos.
Tras las compras, buscamos el Restaurante El Morito, que nos habían recomendado por las tres “ bes”: bueno, bonito y barato. Y la verdad es que estaba a rebosar de gente y nos gustó mucho la comida.
Tras la comida, no quedaba visitar la Cartuja de Miraflores. Burgos tiene muchas maravillas pero el funcionamiento, la frecuencia y la información de los autobuses urbanos es bastante mala. Como está a unos 4-5 km del centro decidimos ir en taxi y luego volver andando por un paseo que sigue el curso del Arlanzón. El taxi no fue caro.
El origen de La Cartuja de Miraflores se remonta al año 1442 cuando el rey Juan II de Castilla (1405-1454) dona a la Orden de la Cartuja un palacio de recreo, que fuera erigido por su padre Enrique III en 1401, para que lo habilitaran como monasterio.
Tras el fallecimiento de los Reyes Católicos, La Cartuja gozó de la protección de Felipe el Hermoso. A la muerte de este, sus restos descansaron temporalmente en la iglesia de Miraflores, hasta que por mandato de su mujer, Juana la Loca, se trasladaron en solemne cortejo a la ciudad de Granada. La Guerra de la Independencia fue fatal para la historia del Monasterio, teniendo los monjes que abandonarlo por un cierto tiempo ante el saqueo por parte de las tropas napoleónicas de muchos de los bienes artísticos. Abandonadas las tropas francesas España hacia 1813, la Cartuja vivió una época oscura políticamente por la supresión de muchas casas religiosas y una difícil situación propiciada por los gobiernos de principios del siglo XIX. En siglo XX, cabe decir que los Monjes superaron todas las dificultades propias de la época y habitan todavía hoy el monasterio. Preocupados por su estado de conservación, en los últimos 20 años se han promovido diversas actuaciones para restaurar las vidrieras, los sepulcros reales, los muros y patios del monasterio, con el objeto de preservar mejor la realidad patrimonial y posibilitar que se siga conservando prácticamente intacta por muchos años.
La entrada a La Cartuja es libre y no guiada. Tienen folletos explicativos en idiomas: español, alemán, francés, inglés e italiano. Cuando llegas al monasterio, el personal de atención al visitante te da la bienvenida en nombre de los monjes cartujos y te explica el recorrido que puedes hacer dentro del monasterio. Para contactar con Atención al Visitante de La Cartuja de Miraflores: Teléfono: (0034) 947 25 25 86 Dirección: Carretera Fuentes Blancas, Km 3,5 09002 Burgos (España) Horario: De lunes a sábado: 10:15 a 15:00 y de 16:00 a 18:00 (hora de cierre)
Domingos: 11:00 a 15:00 y de 16:00 a 18:00
La Cartuja es una joya del arte gótico final, en su conjunto destaca la iglesia, con portada occidental en estilo gótico isabelino decorada con los escudos de sus fundadores. El templo consta de una única nave cubierta con bóveda estrellada, con capillas laterales, y rematada por un ábside poligonal. Juan II de Castilla elige este lugar como su panteón real, alberga dos de las sepulturas más espectaculares del gótico, los sepulcros reales del fundador y de su segunda esposa, Isabel de Portugal, y del hijo de ambos, el infante don Alfonso, contratados por Isabel la Católica hacia 1485, treinta años después de la muerte de su padre, y culminados en 1493 por Gil de Siloé. Sin lugar a dudas, la visita merece la pena, por ver esta tumba de alabastro realizada como una estrella de ocho puntas. El retablo mayor de la Cartuja de Miraflores fue diseñado por el mismo escultor, realizado entre los años 1496 y 1499, poco después de los sepulcros de Juan II e Isabel de Portugal y el del infante don Alfonso.
Para información del retablo y de los sepulcros reales os dejamos el enlace a este blog que es absolutamente una maravilla, tanto por la información como por las fotografías (http://www.viajarconelarte.blogspot.com.es/) La Orden Cartujana es una de las congregaciones religiosas que ha sabido mantener con mayor fidelidad el espíritu y la práctica de sus orígenes y, de hecho, a lo largo de su dilatada historia, no ha sufrido ni dramáticas escisiones internas ni grandes reformas como otros movimientos monásticos o conventuales. Los padres son monjes que se dedican exclusivamente a la contemplación, al continuo diálogo con Dios, a la lectura espiritual, al rezo vocal del Oficio Divino y a la ejecución de algún trabajo manual no productivo.
Nos llamó su especial particularidad además ya que, a diferencia de otros monjes que oran, leen, trabajan, comen y duermen juntos, cada uno de los padres cartujos realizan cotidianamente las actividades citadas de manera individual, en absoluta soledad, silencio y aislamiento, en el ámbito de la celda, que consistía en una casa con su huerto o jardín. Característico también es el clima de simplicidad y pobreza en el que se desarrolla la vida del padre cartujo, que se reflejan en su austero hábito blanco. Retornamos a la ciudad, las últimas fotografías con el Cid, la Castañera, la Catedral, el Espolón y nuestro viaje estaba llegando a su fin.
Y aquí terminaban estos dos días en Burgos que habíamos disfrutado muchísimo. Sabíamos que volveríamos pronto a esta ciudad para ver el Museo de la Evolución Humana, que en aquellos momentos estaba en construcción y que inaugurarían en julio de 2010.
Esto fue en octubre de 2012, que os contaremos en otro artículo, porque además visitamos ATAPUERCA, Unesco desde 2010. Y en el momento que redactamos este artículo, la Unesco declaró en 2014 también Patrimonio de la Humanidad el Centro Histórico de la ciudad y en 2015 la Unesco, nuevamente declara Atapuerca como lugar Universal Excepcional.