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Turisteando el mundo

Foto del escritorPilar y Paco Viajeros

Lugares de la Mancha que no imaginas. Llanuras y molinos de Viento (UNESCO). Castilla La Mancha (Esp

Nuestros dos siguiente días cambiarían de paisaje totalmente, aunque seguíamos en la Mancha, pasamos de las sierras de Albacete a las llanuras de ésta y las de Toledo y Ciudad Real.

Salimos de Alcaraz después de visitar la Iglesia y su museo, camino de la mancha albacetense. Paramos en El Ballestero , más por valor sentimental que monumental. Pero como suele ocurrir nos encontramos con que la cabecera de la Iglesia de San Lorenzo Martir la había realizado Andrés de Vandelvira en el Siglo XVI parece ser que un hijo del arquitecto se caso con una nacida en el pueblo y decidió intervenir en la mejora del lugar.

Nuestra siguiente cita era en Villarrobledo, no por turismo sino por una reunión familiar. pero si pasáis por aquí no dudéis en hacer una parada por sus quesos y vinos, tiene un centro de interpretación de la alfarería tinajera, se celebra cada año el viña Rock (nos tocó ese día y el pueblo estaba tomado por la música), rutas del vino, rutas del quijote. Villarrobledo tiene una parada turística. Ya de noche emprendimos ruta a nuestro próximo destino, esta ya para seguir turisteando por esos lugares increíbles de la Mancha, hablamos del pueblo toledano de El Toboso, patria de Dulcinea. Se dice que, de no existir tal lugar, Alonso Quijano lo hubiera inventado para honrar la alcurnia de su Dama. Llegamos ya de noche al pueblo y rápidamente encontramos nuestro precioso alojamiento La Casa de la Torre. Una casa con mucho encanto, decorada con gusto exquisito y sus propietarios dos personas altamente comprometidas con el mundo de la cultura.

Nos regalaron un libro, un pergamino, nos informaron dónde cenar y nos dieron un folleto de la "XXIV JORNADAS CERVANTINAS", que se celebran en el Toboso todos los años en torno al 23 de abril, día del libro.

Tras dejar las maletas en la habitación no fuimos a cenar, nos decantamos por un bar con terraza, que no recordamos su nombre, y tomamos una selección de tapas Cervantinas que estaban divinas.

Tras la magnífica cena y dos cafés bien cargados, nos fuimos a buscar el pozo de la Gascona donde a las doce de la noche daría comienzo una ruta literaria nocturna "Y entraron en el Toboso…" Don Quijote y Sancho buscan a Dulcinea a cargo de Ágape Teatro. La representación, sencillamente fue preciosa, recorrimos casi todo el pueblo en busca de los escenarios de la historia. Y además estaba el pueblo entero siguiendo las andanzas de Don Quijote y Sancho.

Tras tanta alegría y fiesta nos fuimos a nuestra Casa de La Torre a dar buen uso de la preciosa habitación. Eran ya las tres de la mañana. Como era de esperar nos levantamos tarde y nos fuimos a dar buena cuenta del desayuno que nos prepararon, los detalle de la decoración eran preciosos como podéis ver en las fotografías.

Así describe el Ayuntamiento lo que es el pueblo de El Toboso y que os ponemos íntegramente porque es una definición perfecta:

El Toboso debe buena parte de su fama a la obra Cervantina. Todo en El Toboso recuerda a Alonso Quijano. De allí era la joven Aldonza Lorenzo, a quien Don Quijote, vino a llamar "Dulcinea del Toboso".

Pocos lugares de su entorno pueden rivalizar con El Toboso en belleza, alberga entre sus calles y plazas monumentos de interés histórico, artístico cultural, además de numerosos rincones llenos del encanto, de las pequeñas villas manchegas, con sus tradicionales edificios de mampostería y tapial, y el refulgente blanqueado de sus muros.

Contando con estos datos acerca de El Toboso, es de merecer una visita en busca de la Patria de Dulcinea y la Cuna del amor. El viajero que se acerque a El Toboso siguiendo los pasos de la universal pareja, Quijote y Sancho, deberá hacerlo según se narra en el Capítulo IX de la segunda parte del Quijote: adentrarse en el pueblo en busca de la sin par Dulcinea del Toboso y... habiendo andado doscientos pasos dar con una gran torre, y luego conocer que tal edificio no es el Alcázar sino la iglesia principal del pueblo... y exclamar "¡con la iglesia hemos dado!". Si se escucha atentamente se oirán sus palabras, resonando por los callejones y rincones del pueblo... El Toboso..." sosegado silencio". Cuatro rutas muy interesantes: la monumental, la de los pozos, la nocturna y la literaria. Podéis encontrar el mapa y los contenidos en la web del ayuntamiento.

Tras el desayuno, salimos a ver el pueblo a la luz del día y sin lugar a dudas merece mucho la pena pasar un fin de semana en este lugar y si es en las fechas de las jornadas más, pues encontraréis eventos de calidad en torno al Quijote.

Nuestra siguiente parada fue la Casa Museo de Dulcinea, que ese día era gratuita por las jornadas cervantinas. Esta casa conserva para de la estructura del siglo XVI, pertenecía a una de las familias más ilustres del Toboso, los Martínez Zarcos de Morales y sus escudo se pueden ver en la fachada. Según la tradición en época cervantina la casa estaba habitada por Don Esteban y su hermana Ana, quién inspiro el personaje de la sin par Dulcinea. La casa merece la pena ser visitada para conocer como se vivía en esa época.

Tras esta visita quedaban lugares por visitar, pero que dejaremos para otro paso por estas tierras toledanas.

Y con la imagen de este bello patio manchego no despedimos de la mancha toledana de El Toboso para en unos pocos kilómetros adentrarnos en la mancha ciudadrealeña y aquí tenéis dos imágenes con los colores del inicio de la primavera en esta tierra. Nos esperaban unas visitas de lo más interesante por estos parajes: Los molinos de viento inmortalizados por Cervantes.

Los Molimos de viento de Castilla-La Mancha se encuentran incluidos en la Lista Indicativa del Patrimonio de la Humanidad desde 1998, tres comunidades comparten estos bellísimos molinos, a saber, Murcia, Valencia y Castilla-La Mancha.



La descripción de la Unesco dice: "Los molinos de viento fueron mejorados por los árabes, quienes los propagaron por el Mediterráneo durante los siglos XII y XIII. Tuvieron una importante propagación por la península Ibérica, dónde a diferencia de otros países europeos, no abundan los ríos caudalosos que mueven los molinos hidráulicos. Estaban destinados a la molienda de la harina y sal, la producción de aceite y la extracción de agua. Algo que los caracteriza es que confieren un paisaje único y son huellas de los antiguos usos de épocas pasadas. Son muy reconocidos los molinos de viento de la Mancha, debido a que Cervantes los inmortalizó con su famosa aparición en El Quijote. En la Mancha destacan los molinos de viento de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Consuegra, Madridejos, Mota del Cuervo o Valdepeñas. Pero también son destacables los molinos del Campo de Cartagena (Murcia) y de la provincia de Alicante (Calpe, Javea). La mayoría de ellos no están dedicados a la función para la que fueron construidos, si no que son usados como museos u otras finalidades cívicas"

Campo de Criptana está situado en la comarca natural de La Mancha, dentro de la subcomarca denominada Mancha Alta. Tiene en la actualidad unos 14.000 habitantes y en su momento fue muy conocido por ser el pueblo que vio nacer a Sara Montiel. El lugar tiene una larga historia, teniendo noticias de asentamientos en la zona de más de 5000 años de antigüedad, en este en lace podéis ver la historia de este bello pueblo. Tiene mucho que ofrecer turísticamente a los visitantes, la sierra de los molinos, el pósito, iglesias y ermitas , el barrio del Albaicín, cuevas y un largo etc. Aquí o dejamos el enlace donde está toda la información turística del pueblo con una buena cantidad de folletos para descargar (http://www.campodecriptana.info/turismo).

Los molinos de viento de Campo de Criptana atesoran una fama mundial por ser los que inspiraron a Miguel de Cervantes para narrar la aventura más famosa de la literatura universal, la de Don Quijote contra los ‘Gigantes’. En 1575, las Relaciones Topográficas de Felipe II mencionan “muchos molinos” en Campo de Criptana. El Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1752 recoge 34 molinos en esta localidad, más que todos los molinos sumados del resto de pueblos de La Mancha. Entre el conjunto de molinos que puebla la Sierra de los Molinos, se encuentran los tres únicos molinos de la Península Ibérica que conservan la estructura y maquinaria original del siglo XVI (Infanto, Burleta y Sardinero), aptos para moler el cereal como se hacía siglos atrás, gracias al ingenio del hombre y a la fuerza del viento. En esto descubrieron 30 o 40 molinos de viento que hay en aquel Campo…” (Inicio del capítulo VIII de Don Quijote de La Mancha).

Nosotros teníamos la intención de visitar la Sierra de los Molinos, para ver la maquinaria de los mismos y cómo se hacía la molienda y el Barrio del Albaicín, que es un típico barrio de casa blancas y añil pegado a los molinos. Como veis en las imágenes, cuando llegamos a la sierra de los molinos nos encontramos con un concurso o similar de vuelo de cometas que generaba unas imágenes preciosas pero que hacía difícil la visita de los molinos por la gran cantidad de gente.

Estos son algunos de los más importantes y la información del resto en la completísima web del ayuntamiento:

Molino Infante (siglo XVI) También llamado “Infanto”, su nombre proviene de la familia propietaria. Conserva la estructura y mecanismo originales del siglo XVI. Este Molino estaba arrendado por los propietarios, los cuáles entregaban el tercio de las maquilas obtenidas, o bien recibían del molinero una renta fija. Horarios de visita: todos los días de 10 a 14 y de 16.00 a 18.30 horas

Molino Burleta (siglo XVI) También conocido como “Burlapobres”, la denominación hace alusión, probablemente, a la sospecha de prácticas fraudulentas por parte del molinero. Conserva la estructura y mecanismo originales del siglo XVI. Cada primer domingo de mes, en horario de mañana, se escenifica en el mismo una molienda tradicional. En los meses de julio y agosto, la molienda tiene lugar en horario nocturno, el primer sábado de mes.

Molino Culebro (Sara Montiel) Alberga el Museo de Sara Montiel. Horarios de visita: todos los días de 10 a 14 y de 16.00 a 18.30 horas.

Molino Poyatos Alberga el Punto de Información Turística. Abierto todos los días de 10 a 14 y de 16.00 a 18.30 horas.

Pero como veis en la imagen, no todos los molinos están en este cerro. Algunos se conservan dentro del casco urbano.

Un lugar excepcional para ser visitado e icono junto a otros pueblos de la imagen de esta tierra. Desde Criptana se pueden ver los molinos de Alcázar de San Juan, otra población digna de ser visitada pero que nosotros nos dejamos para otras rutas futuras por la zona.

Continuamos camino hacia Puerto Lápice, casi en el límite con la provincia de Toledo, que conserva recuerdos de don Quijote de la Mancha en cada rincón. Antiguamente recibió el nombre de Ventas de Puerto Lápiche. Cervantes menciona en El Quijote varias veces a Puerto Lápice. En el capítulo VIII de la primera parte, después de la batalla de los molinos de viento, Cervantes escribe: “Y hablando de la pasada aventura siguieron camino de Puerto Lápice porque allí decía don Quijote que no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, por ser lugar muy pasajero…

Parece ser que de los tiempos del Quijote se conservan algunas ventas que son su principal reclamo turístico. La posada de Dorotea Jiménez es citada por José Martínez Ruiz, más conocido como Azorín, en la La ruta de don Quijote, obra que sirve de base a todas las guías actuales con el mismo título. Y que es un trabajo que le encargaron a Azorín con motivo del tercer centenario del Quijote en 1915. En este enlace de de la Biblioteca virtual Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com/obra/la-ruta-de-don-quijote--0/) podéis leer el magnífico libro de de Azorín.

Visitamos su Plaza de la constitución, de madera color almagre y buscamos la llamada Venta del Quijote, que aún siendo del siglo XVIII, debió ser muy similar a las que vio Cervantes. Hoy es un restaurante, algo caro, pero a nuestro gusto con buena comida manchega. Comimos y visitamos un pequeño museo de ediciones ilustradas del Quijote bastante interesante.

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La localidad cuenta con tres estupendos molinos de viento que también inspiraron a Cervantes, pero que nosotros solo vimos desde la lejanía, cuando abandonábamos el lugar camino de Villarrubia de los Ojos, para visitar el Mirador de La Mancha.

Así es como lo describe su propia web (http://www.elmiradordelamancha.com/): Un original alojamiento turístico y rural en plena naturaleza. Se trata de una finca de 70.000 metros cuadrados, de gran riqueza paisajística y vegetal enclavada sobre una ladera de la Sierra Calderina, en el término municipal de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), en pleno corazón de La Mancha y dentro de las primeras estribaciones de los Montes de Toledo, muy cerca del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y en la auténtica Ruta del Quijote. Galardonado con el Premio Turismo de Castilla La Mancha 2004.

El Mirador, con su ambiente armonioso, se halla rodeado de olivos con más de 250 años, matorrales y monte bajo y ubicado a los pies del "morrón" San Cristóbal donde se encuentra la Ermita del mismo nombre. Se llama así por la impresionante e inigualable panorámica de la llanura manchega que se divisa, pudiéndose contemplar en la lejanía la mayoría de los pueblos de la Orden de Calatrava, Orden de San Juan y Campo de Montiel. Y sin lugar a dudas las vistas son impresionantes, y aquí la mejor muestra de que el color y la luz de la Mancha es único.

Si vosotros pasáis por aquí no dudéis en parar y además hacer una parada un en el pueblo de Villarrubia de los Ojos, el lugar donde aparece y desaparece el Guadiana y el lugar en el que ubican historias tan significativas como el encuentro de Don Quijote con los Cabreros, los amores pastoriles de Crisóstomo y Marcela y la pelea con los yangüeses.

Desde aquí retornamos a casa, después de cuatro días de aventuras y ninguna desventura por tierras de la Mancha de Albacete, Toledo y Ciudad Real. Pero como esta tierra ofrece muchos atractivos al viajero, en otro artículo os hablaremos de Villanueva de los Infantes, quizás aquel lugar de la Mancha de cuyo nombre no quería acordarse Cervantes.

Una visita ineludible debe realizarse a Almagro para disfrutar del el Corral de Comedias. Y continuando con los devaneos del Siglo de Oro español, nada mejor que concluir la ruta en la Torre de Juan Abad, donde estuvo preso Francisco de Quevedo.


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