Así empieza a contar el Ayuntamiento de Almadén la historia del lugar en su web: “La historia de Almadén da comienzo cuando la naturaleza creó en sus entrañas el mayor yacimiento de mercurio conocido hasta la fecha. Se estima que Almadén ha producido aproximadamente la tercera parte del mercurio consumido por la humanidad. El yacimiento de Almadén se formó hace unos 430 millones de años, cuando las cuarcitas que hoy componen su subsuelo se estaban depositando bajo el mar en una plataforma continental de poca profundidad. Contemporáneamente con este episodio sedimentario surgió un volcanismo profundo de tipo básico que arrastró el mercurio desde las entrañas de la tierra. Este acontecimiento perdido en el tiempo marcará la historia de un pueblo y sus gentes hasta la actualidad.”
Hablan de la explotación minera los autores clásicos romanos Vitruvio y Estrabón y puede decirse que existía ya antes de la era cristiana; está vinculada a la llamada, por el Imperio de Roma, "Región Sisaponense" ya citada por Plinio. Almadén como ciudad parece ser que es de origen árabe. Lo ratifica el hallazgo de monedas y objetos diversos en los antiguos trabajos mineros y finalmente por la abundancia de términos de origen árabe empleados en las minas; como alarife por albañil, aludel por caño, jabeca o xabeca por horno, azogue por mercurio y el propio nombre de la ciudad Almadén que significa "la mina".
La población permaneció bajo poder musulmán hasta que en 1151, Alfonso VII conquistó la comarca. La cesión de la explotación de la mina se le concede a La Orden de Calatrava . En 1417 recibió el título de villa. En 1523 finaliza el arriendo de los Maestrazgos y por ende el de los pozos de Almadén, quedando el 4 de mayo de dicho año incorporados perpetuamente a la Corona de Castilla. Esta actividad traerá consigo la creación en Almadén del primer centro de enseñanza minera de España y América en 1777 por Carlos III, que va a permitir una mejor formación de los técnicos y el acercamiento de las técnicas europeas a la minería en Almadén. En 1792 Carlos IV concedió a la villa varios privilegios.
El siglo XVIII significa la expansión como ciudad y su mayor quehacer arquitectónico, construyéndose en esa época el Hospital de Mineros, la Plaza de Toros, la Escuela de Capataces de Minas y la Real Cárcel de Forzados. Y desde aquí pasamos al año 2002 en el que se decide dar por finalizada la explotación y por consiguiente el cierre definitivo de la mina. Esto fue motivado por la baja demanda de mercurio en el mundo y no por agotamiento de sus filones tras más de 2.500 años de explotación.
Este lugar se ha transformado, convirtiéndose este recurso económico en un recurso cultural y patrimonial de primer orden. Y esto tuvo lugar cuando en 2012 la Unesco nombra a Almadén en Ciudad Real e Idrija en Eslovenia como PATRIMONIO MUNDIAL DEL MERCURIO. Aquí os dejamos el enlace donde se explican los motivos y los criterios. El Patrimonio del Mercurio en Almadén, no es solamente la mina sino que se incluyen otros bienes relacionados con ella y es su conjunto el que está catalogado por la UNESCO: estos bienes son:
- Mina de Almadén o Conjunto minero de interior: Socavones de la Mina del Pozo (s. XVI) y Mina del Castillo (s. XVIII), Socavón de la Contramina (s. XVII), Pozo de San Andrés (s. XVIII), baritel y malacate del San Andrés (s. XVIII), Galería de Forzados (s. XVIII), Caña Gitana (s. XVIII), galería al Pozo de San Aquilino y túnel para transporte de mineral.
- Conjunto minero de exterior: Hornos de Bustamante (s. XVII), Horno de Tejeras (s. XVII), Muralla y Puerta de Carros (s. XVII) y de Carlos IV (s. XVIII), Pozo de San Aquilino (castillete y edificio de máquinas), Pozo de San Teodoro (castillete, tolvas, cintas de estériles), Pozo de San Joaquín, Hornos Cermak-Spirek y otros edificios e instalaciones como el Almacén de mercurio, talleres, sala de planos, etc.
- Castillo de Retamar (s. XII)
- Casa Academia de Minas (1785)
- Restos arqueológicos de la Cárcel de Forzados (1754)
- Real Hospital de Mineros de San Rafael (1774)
- Plaza de Toros (1757)
Ya veis que Almadén y sus alrededores tienen una visita muy, pero que muy interesante para hacerla en un fin de semana. Nosotros pensábamos que tan solo habían declarado patrimonio el parque minero, pero vimos que había bastantes más cosas. Llegamos a Almadén a primera hora de la tarde y fuimos a buscar nuestro hotel que era el Hotel Plaza de Toros, que habíamos reservado por 69 euros con desayuno. Edificio construido en 1757, es Monumento Histórico Artístico desde 1979 y como mencionamos anteriormente dentro del conjunto histórico como Patrimonio de la Humanidad desde 2012.
La verdad es que es un edificio precioso y nosotros tuvimos mala suerte en la habitación que nos dieron y los problemas que tuvimos hasta poder hacer uso de la misma (Cuando hagáis la reserva pedir directamente que no os den la habitación 24) Podéis leer nuestros comentarios en Booking.
Y está dentro de esta lista UNESCO porque la construcción del edificio no fue como plaza de toros sino como viviendas para albergar a los mineros en mejores condiciones de salubridad. El patio interior, hexagonal, quedó para celebrar festejos diversos, entre ellos taurinos, y con el dinero recolectado contribuían a la construcción del hospital para los mineros.
Nuestra siguiente visita fue al Hospital de Mineros de San Rafael, UNESCO desde 2012, las obras del edificio comenzaron en 1755, reinando Fernando VI y terminaron en 1773 bajo el reinado de Carlos III.
A pesar de no estar totalmente concluido, el hospital entró en funcionamiento en marzo de 1774, ya que debido al aumento de la producción en la mina, la mala salubridad de las viviendas y el gran número de presos haciendo trabajos forzados, se generó un gran número de personal enfermo.
Podéis leer toda la historia del hospital en la web del Ayuntamiento.
Desde su rehabilitación en 2004, alberga en su interior el Archivo Histórico de Minas de Almadén –con más de 100.000 expedientes ya catalogados y una extensa colección de planos desde el s. XVIII hasta nuestros días–, la sede de la Fundación Almadén, el Museo del Minero, el Museo Hospitalario y otras salas de exposición que permiten conocer la vida y costumbres de la población de Almadén y su comarca.
La visita es bastante interesante, os la recomendamos. Horario de invierno (octubre-abril): martes a domingo de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 19.30 h. Horario de verano (mayo-septiembre): martes a domingo de 10.00 a 14.00 y de 15.30 a 18.30 h. Precio entrada: 3 € (se puede adquirir la entrada combinada Parque Minero + Hospital de Mineros, aunque no implica disminución de precio). Los restos arqueológicos de la Cárcel de Forzados, edificio de 1754, Unesco desde 2012 no los pudimos ver porque se encuentran dentro de la actual Escuela Universitaria de Minas en Almadén y los fines de semana está cerrada. Preguntad en la oficina de turismo, porque si es un fin de semana tranquilo el personal de la oficina abre el edificio para poder visitarlo. Como ya os contamos, desde aquí nos marchamos a Chillón a la Ermita del Castillo y a la vuelta decidimos cenar, estaba empezando a llover, en el restaurante del hotel. Y la verdad es que lo hicimos muy bien.
Para visitar el Parque Minero de Almadén, Patrimonio de la Humanidad desde 2012, llamamos al teléfono que aparece en la Web: www.parqueminerodealmaden.es y reservamos para el día 11 de octubre a las 10,30 que era la primera visita guiada. Como mínimo se realizan una visita a primera hora de la mañana y otra a primera hora de la tarde.
La mina de Almadén, que ha estado en activo 2.000 años, es el mayor yacimiento de mercurio conocido hasta la fecha, del que se ha extraído la tercera parte del mercurio consumido por la humanidad. En 2002 se cesó su explotación, aunque todavía hay una gran reserva de cinabrio en su interior que no ha sido extraído. El Parque Minero de Almadén propone un espectacular recorrido por las entrañas de la tierra donde visitar el interior de una de las minas más antiguas del mundo, así como sus instalaciones dentro del Cerco de San Teodoro y el Cerco de Buitrones. Llegamos al centro de centro de recepción de visitantes, compramos las entradas e hicimos una visita virtual a los cercos mineros y al interior de toda la mina de Almadén, apreciando los distintos tipos de estratificación a través del sistema de galerías y pozos desde la Edad Antigua hasta nuestros días. Un montaje muy interesante y didáctico.
Nos adjudicaron a nuestro guía Pedro, que fue mecánico en la mina y fuimos a visitar el Centro de Interpretación de la Minería, dentro de un antiguo edificio de compresores que data de la década de 1920, se pueden conocer los diferentes sistemas de explotación utilizados en la mina durante los últimos quince siglos.
Desde aquí y ya con los cascos de seguridad puestos nos adentramos a la mina interior, hicimos un recorrido por la mina explotada en los s. XVI y XVII, bajando en una jaula de mina por el pozo de San Teodoro hasta la primera planta (50 metros de profundidad). La mina llega hasta los 500 metros de profundidad.
Aquí podremos contemplar la Galería de Forzados, el Pozo y el Baritel de San Andrés, el Pozo de San Aquilino, el Plan de San Julián, la Ermita de la Virgen de la Mina… Impresiona, por su forma y expresión especial, el malacate de San Andrés, una instalación de principios del s. XVIII que tenía como objetivo extraer el mineral a través del pozo del mismo nombre.
Se trata de un torno vertical anclado en el hueco excavado para ello, alrededor del cual se arrolla una soga. El tambor se desplazaba movido por caballerías y los cables pasaban por unas poleas y suspendían las soleras con mineral. El baritel es el espacio excavado en la roca y recubierto por una cúpula de ladrillo y piedra.
La salida a la superficie la realizamos por medio de un tren de vagonetas habilitado para el transporte del público, continuando la visita por el exterior. Nuestro guía Pedro nos esperaba para llevarnos primero a ver los hornos, después al Museo del Mercurio y de paso ver la Puerta de Carlos IV, también perteneciente al conjunto que es Patrimonio UNESCO.
En el conjunto histórico minero-metalúrgico de exterior podemos ver los Hornos de Aludeles o Bustamante (1720). Éstos consistían en un gran depósito sobre el que se colocaba el cinabrio, descansando sobre una red, debajo del cual estaba el combustible.
El vapor de mercurio producido por la tostación pasaba por unos orificios en la pared del vaso a una camarilla de la que salían por una serie de caños de barro enchufados (aludeles) hasta una reguera donde era fácilmente recogido. Podremos ver los únicos aludeles conservados en perfecto estado de los 16 pares utilizados entre 1646 y 1928. Están declarados Bien de Interés Cultural desde 1994.
También podemos ver, en el Cerco de Buitrones, los Hornos de Tejera y Hornos Berrens. Los primeros servían para cocer aludeles para los Hornos de Bustamante y los segundos, descubiertos en el verano de 2008, se encuentran a nivel arqueológico y fueron un proyecto frustrado de hornos para la destilación del azogue durante el s. XVII.
Nos dirigimos al Museo del Mercurio pasando antes al lado de la Puerta de Carlos IV que era antiguamente el lugar de paso para recoger el azogue que sería enviado a America.
En el antiguo Almacén de Mercurio, construido en 1941 para la protección del azogue en una fecha conflictiva en la Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial, se puede visitar el Museo del Mercurio.
En él hay salas dedicadas a la geología y la paleontología de la zona, las ciencias del mercurio con experimentos interactivos de física y química del mercurio, la historia de la metalurgia de este metal y la sala de pesaje y envasado.
Además, en el sótano podemos conocer la historia de las minas y del transporte del mercurio desde Almadén a las atarazanas de Sevilla para llevarlo después hasta América.
Desde aquí en unos coches eléctricos te devuelven nuevamente al centro de interpretación y das por finalizada la visita.
• Horario de invierno (octubre-abril): martes a domingo de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 19.30 h
• Horario de verano (mayo-septiembre): martes a domingo de 10.00 a 14.00 y de 15.30 a 18.30 h
• Precio entrada: 13 € (tarifas especiales para niños, mayores de 65 años y grupos)
Una vez terminada la visita a la mina, volvimos a callejear por el centro del pueblo. Nos acercamos al Castillo de Retamar, también Patrimonio de la Humanidad desde 2012. Construido en lo alto del pueblo por los árabes en el siglo XII para la defensa de sus minas y denominado “Hins-al-madin” o Fuerte de la Mina. Se divisa desde toda la zona.
Fue reforzado y ampliado en 1467 por el clavero de la Orden de Calatrava, López de Padilla. En el siglo XVIII fue reparado por fuera y se construyó una torre, con reloj y campanario, siendo el único resto que se conserva hoy en día coronando el muñón de los restos del castillo en cuya base se ve la roca, con vetas del rojo bermellón característico del cinabrio.
Además se puede visitar la Iglesia de la Estrella, la iglesia de San Sebastián, la ermita de Fátima, la Casa de la Superintendencia o la Casa de la Inquisición y de los Fúcares, el Monumento Minero, etc.
A nosotros ya solo nos quedaba buscar un sitio para comer y emprender retorno a Ciudad Real. Si nos preguntáis: ¿Merece la pena desplazarse a Almadén y ver su parque minero? La respuesta será sí, una visita interesante para todos, incluidos niños. Además, los espacios naturales de la zona son extremadamente interesantes y bellísimos.