LUGO- ASTORGA (LEÓN)
Empezaba nuestro cuarto día de viaje en la bellísima ciudad de Lugo, amaneció brumoso pero enseguida disfrutamos de un sol espléndido lo que iba a facilitar la tarea de recorrer íntegramente la muralla de la ciudad.
Desayunamos con unas buenas vistas y entre café y café leímos un poco de la Historia de Lugo. Sobre el origen de Lugo hay distintas teorías que pueden ser todas compatibles, como la que defiende la existencia de un castro prerromano, también es posible que hubiese un lugar sagrado ligado a la divinidad nativa Lug y que luego este lugar fuese reconvertido en lugar de asentamiento de un cuerpo militar, hasta que Augusto a través de su legado Paulo Fabio Máximo la fundara como ciudad de Lucus Augusti a la altura del cambio de Era. En la segunda mitad del siglo III se empieza a construir la muralla tal vez como medida preventiva ante la posible amenaza de las tribus "bárbaras" que ya ejercían presión sobre las fronteras del imperio. Los musulmanes irrumpieron en la ciudad en 714 y se quedaron casi 30 años. Alfonso I ordena la repoblación del lugar al Obispo Odoario. Durante estos siglos hay momentos de paz con revueltas populares en contra de los nobles. Una de éstas la llevó a cabo, en el siglo XIV, María Castaña, su marido Martín Cego y dos hermanos más, que ocasionaron bastantes daños a la iglesia llegando al asesinato del mayordomo del obispo. Nosotros hemos aprendido de dónde viene el dicho “en tiempos de Maricastaña” y no podemos dejar de compartirlo…Muchos más eventeos acontecen en esta ciudad, pero ahora toca ya su Patrimonio.
Con todo esto asimilado, nos fuimos a visitar la Muralla de Lugo y accedimos por la Puerta de San Pedro (cinco son antiguas y cinco nuevas que unen el casco antiguo con el ensanche de la ciudad). El adarve (camino situado en la parte alta de las murallas) que tiene una anchura de unos cuatro metros- es un paseo tradicional extraordinario, considerado una calle más de Lugo, al que se accede por escaleras adosadas al paramento interior.
La vida y la sociedad de Lugo en el siglo XX se ve muy bien reflejada en la novela de “Hotel Almirante” de la autora lucense Marta Rivera de la Cruz.
De día, sin lugar a dudas, la muralla es el mejor mirador sobre el casco histórico. Un paseo que nos encantó. La información sobre la muralla la hemos extraído de la web del Ministerio de Cultura, aquí os dejamos el enlace:
(http://ca.www.mcu.es/patrimonio/MC/PatrimonioMundial/BienesDec/ListadoBienes/Lugo.html) y que explica muy bien las razones por las que fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
“La Muralla romana de Lugo fue declarada Patrimonio Mundial en el año 2000 por constituir el mejor ejemplo vivo de fortificaciones militares del Imperio romano tardío conservado en Europa. Las modificaciones que ha sufrido a lo largo de sus más de 17 siglos de existencia no han llegado a alterar, sustancialmente, su aspecto y trazado original, que sigue las directrices del ingeniero romano Vitrubio. Es la única, en todo el territorio del Imperio romano, que conserva íntegro su perímetro y con su presencia ha determinado la historia y la evolución urbana de la ciudad de Lugo, incrementando y enriqueciendo su interés cultural."
La Muralla rodea el corazón de Lugo, la llamada antiguamente Lucus Augusti, fundada por los romanos hace más de 2000 años fue la capital de uno de los tres conventos jurídicos romanos junto con Astorga y Braga, que conformaban la provincia de la Gallaecia y que se extendía hasta el río Duero. Esta ciudad desempeñó un papel capital en una región por aquel entonces riquísima en oro que Roma explotó durante 3 siglos hasta el agotamiento. Durante los tiempos criticos erigió esta fortificación. y la muralla ocupó una zona de terreno topográficamente irregular. Inexplicablemente se hizo más alta al noroeste y en descenso hacia el sudeste. Continúa siendo un enigma los motivos de ese trazado, que dejó fuera importantes zonas residenciales de la antigua ciudad romana y en cambio protegió terrenos descampados.
A pesar de las reformas sufridas, la Muralla mantiene su trazado original y las características constructivas que le otorgan un aspecto masivo y recio propio de su carácter defensivo. Su forma de rectángulo con ángulos redondeados supera los dos kilómetros de perímetro, más de 4 metros de espesor y con 85 torres defensivas de las que se conservan 71.
Al recinto interior de la Muralla se accede hoy por diez puertas que la atraviesan, 5 antiguas y otras 5 de traza y apertura moderna; desde el interior se puede acceder a su adarve por cuatro escaleras exteriores y dos rampas adosadas. Se conoce la existencia de un foso exterior de unos 20 metros de ancho y al menos 5 de fondo, que completaría la defensa, dificultando la aproximación de máquinas de asedio o la excavación de minas.
Perdida su función militar, la Muralla romana de Lugo ha quedado plenamente integrada en la estructura urbana actual: rodea la ciudad histórica y su adarve es un paseo, o una calle peatonal más, de los que utilizan habitualmente sus habitantes y visitantes. En el adarve, coincidiendo con los cubos originales, se conservan escaleras interiores de doble tramo y traza imperial. Los restos del cubo o torre denominada “a Mosqueira”, con un lienzo exterior sobre el adarve en el que se abren ventanas, hacen suponer que cada una de las torres contaba con una estructura superior de dos niveles, que se cerraría con una fachada con grandes ventanas que permitiesen utilizar armas defensivas.
La utilización de materiales locales como las piedras de pizarra o granito y otros materiales reutilizados le confieren un carácter original dentro del conjunto de murallas urbanas bajo imperiales, interés que se ve aumentado por la conservación completa de su perímetro, por la posibilidad del uso público del adarve superior y por la relación que mantiene hoy, plenamente viva y activa, con la ciudad a la que protegió, en la que está incorporada a su escena y ambiente urbano.
Pero además de todos estos datos, hay uno que ya os apuntamos en el post anterior y que nos gustó conocerlo. El 6 de octubre del año 2007, aprovechando las Fiestas de San Froilán en la ciudad, la muralla de Lugo se hermanó con la Gran Muralla China , exactamente con la ciudad de Quinhuandao, donde tiene su origen el primer tramo importante de la gran muralla china; gozan las dos ciudades de la distinción de monumentos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nuestra siguiente parada fue en el Museo Provincial (www.museolugo.org) que está situado en la Plaza de Soidade. Se crea en el año 1932 en el Palacio de San Marcos y unos años después se le añaden las dependencias del antiguo convento de los Franciscanos. El Museo Provincial cuenta 32 salas con unos fondos muy amplios y variados.
El claustro ( Sala 3), que puede ser de 1470, presenta formas románicas. En él se pueden ver interesantes piezas romanas y medievales, varios sarcófagos, y una interesante colección de relojes de sol.
El refectorio (Sala 1) también es barroco, del siglo XVIII, alberga una colección de maquetas y conserva un pequeño púlpito que se empleaba para las lecturas de los frailes durante las comidas. La cocina conventual (Sala 2), también del siglo XVIII, es un interesantísimo ejemplo de la arquitectura barroca en losa, una buena muestra de mobiliario y utensilios tradicionales de cocina.
La Sala de los Mosaicos (Sala 7), en la que podemos observar el mosaico de Dédalo y Pasífae, encontrado en una excavación cercana y la impresionante estela funeraria de Crecente. En esta sala se expone también una reconstrucción de un telar romano con las pesas de cerámica originales.
La sala 8 de orfebrería tiene una importantísima colección de torques, arracadas, brazaletes y otras piezas de oro y plata, fundamentalmente de la Edad del Bronce y de la Cultura Castreña.
Y nos llamó mucho la atención una bellísima colección de Lucernas, donadas por D. José Varela Dafonte, de diversas épocas (sirio-palestinas, helenísticas, romanas, bizantinas e islámicas) con una cronología que va desde los años 2300 a. C. al siglo XV d. C.
Horario de visita: de septiembre a junio (de lunes a viernes en horario de 10:30 - 14:00 y 16:30 - 20:30; los sábados de 10:30 - 14:00 y 16:30 - 20:00; los domingos de 11:00 - 14:00; y los festivos cerrado); y en julio y agosto (de lunes a viernes en horario de 11:00 - 14:00 y de 17:00 - 20:00; los sábados de 10:00 - 14:00. Precio: Gratuito. Nos estaba encantando esta ciudad y decidimos darnos un descanso al solecito. Callejeamos por todo el casco viejo y nos gustó mucho la cantidad de tiendas antiguas que quedan todavía.
Llegó la hora de comer y nos decidimos por "El Mesón de Alberto", que la noche anterior estaba cerrado y habíamos visto que tenía una carta apetecible.
Tras la buenísima comida, un café y otro paseo por la Plaza Mayor, decidimos que era hora de despedirnos de Lugo y emprender camino.
Salimos de la ciudad sobre las cinco de la tarde y en menos de dos horas estábamos en Astorga, que era nuestro destino y donde pasamos la noche en el Hotel Astur Plaza, en la Plaza Mayor de Astorga.
Y mientras descansábamos un poquito en muestra habitación y dejábamos caer la tarde para ver la ciudad de noche, leímos un poco de la historia del lugar. El surgimiento de la ciudad de Astorga hay que situarlo en el asentamiento de tropas de la Legio X Gémina. Durante el siglo IV d.C., momento en el que se levanta la muralla y se inicia el proceso de reestructuración urbana que ha permitido la conservación de los restos arqueológicos con los que la ciudad cuenta en estos momentos. A final del primer milenio, Astorga se estabiliza y comienza la construcción de la primitiva catedral románica, de la que sólo conocemos restos puntuales conservados en el espacio ocupado por la actual, y la nueva traza de las calles, abandonando la antigua organización de época romana.
Gracias al desarrollo de la arriería XVII y sus inmediatos efectos preindustriales, se abren las fábricas textiles y surge el proceso de elaboración del chocolate, utilizando el cacao transportado por los arrieros desde los puertos receptores de mercancías indianas. El siglo XIX está marcado por la llegada del ferrocarril que supondrá la decadencia del transporte arriero y traerá un gran cambio social y urbano que ha llevado a Astorga a depender directamente de las empresas de servicios y de una desarrollada industria de la repostería y de productos cárnicos.
Salimos a la Plaza Mayor, levantada en el lugar que ocupaba el antiguo foro romano, del que se pueden visitar los restos en el subsuelo, data de finales del siglo XVII, al igual que el edificio del Ayuntamiento. Este edificio es uno de los más destacados ejemplos del barroco civil en León, tiene dos torres gemelas, un gran balcón de forja y lo corona el reloj en el que, dos autómatas con trajes regionales maragatos, dan las horas. En los soportales de esta plaza se esconden pequeños tesoros, como la botica de Primo Núñez, construida en 1770 y que es una de las más antiguas de la provincia. Aquí disfrutamos de la caída de la tarde y de unos magníficos cafés con pastas locales.
En esta plaza y en sus alrededores todos los martes se celebra un mercado en el que se mezclan productos agrícolas y artesanos de los alrededores de Astorga con todo tipo de puestos; pero esto os lo contaremos mañana, que es día de Mercado. Seguimos camino hacia la Catedral y el Palacio Arzobispal de Gaudí, para intentar verlos iluminados, pero los lunes y ya a finales de septiembre, como hay que ahorrar por la crisis, no los iluminaron. Dio igual porque se veían preciosos e imponentes ambos.
Seguimos nuestro paseo por este pueblo de unos 11.000 habitantes pero con una riqueza monumental, viendo algunos de los restos romanos y el edificio del museo romano, que está muy cerca del albergue de los peregrinos del Camino de Santiago.
Aquí vimos un nuevo cartel en una iglesia de la visita de la Virgen de Castro, aquella que os contamos vimos en romería en La Bañeza. Pues la Virgen de Castro, desde la época en que fue obispo Santo Toribio, la virgen debe ir a Astorga cada siete años y en los que haya sequía.
Contemplamos un "pedazo" de luna llena y nos fuimos a dormir, con unos zumos de naranja para recomponer nuestros estómagos de tantos días de comida fuerte.
Mañana nos esperaba un día precioso.