Nosotros sólo llegamos a conocer su capital, Kuala Lumpur y los calificativos con los que nos quedamos para la ciudad son: Armoniosa, pacífica y amigable. En Kuala Lumpur lo primero que se observa es una mezcla rebosante y bulliciosa de razas y religiones donde malayos, indios, chinos y otras etnias conviven en un entorno multicultural y socializado. Esto ha dado lugar a la celebración de multitud de eventos y festivales multirraciales y una variadísima cocina que le ha convertido en un paraíso gastronómico.
Kuala Lumpur se ha convertido en punto estratégico de Asia en cuanto a comunicaciones y negocios. Posee dos estupendos aeropuertos. El KLIA 1 para las grandes compañías internacionales y el novísimo y recién estrenado aeropuerto para las líneas nacionales y de bajo coste KLIA 2. En este último tiene su sede la compañía Air Asia la más grande compañía low cost del mundo. Desgraciadamente esta compañía se ha dado a conocer mundialmente por el último accidente aéreo que ocurrió en el mar de Java parece que debido a tormentas eléctricas, pero este ha sido el único accidente de la compañía en más de 20 años y damos constancia de la eficacia del personal y del estado impecable de los aviones.
Nosotros llegamos el 28/06/2014 a las 15:30 h. tras 7h 30mn. de vuelo desde Dubai. Después de la recogida de maletas y los trámites aduaneros, nos recogió un estupendo coche Mercedes que habíamos reservado a través del hotel. El importe, 20 € al cambio, nada caro si tenemos en cuenta que el aeropuerto está nada menos que a 70 Km. de la ciudad. Tardamos unos 45 minutos porque era sábado y no había tráfico. Fuimos al Meliá en pleno centro de Kuala Lumpur. Otro estupendo hotel de la cadena que contratamos con bastante antelación ya que por menos de 100 € conseguimos una habitación en la planta 17 con categoría Level. Esto nos permitió tomar algunos sandwichs y canapés a nuestra llegada mientras nos hacían el check in.
Las vistas alucinantes, ascensor panorámico exterior, amabilidad del personal extraordinaria, buenos equipamientos, aunque para ser sinceros, las habitaciones necesitan reformarse y darles un toque más moderno. Nos obsequiaron con una botella de vino, tarta de bienvenida (con dedicatoria en español ¡Que riquillos!) y unas frutas que agradecimos enormemente y que sirvió de complemento de cena a la vuelta de nuestro paseo.
Después de una ducha y recuperados del viaje, salimos a conocer la ciudad. Eran las 18,30 h. y nos pusimos en dirección a las Petronas. En el camino aprovechamos para cambiar dólares.
De entre los muchos centros comerciales, entramos en el Pavillón para recuperarnos del calor, y desde aquí cogimos las múltiples pasarelas (a cubierto) y los 2 ó 3 centros por los que había que pasar para llegar a un jardín tropical precioso, el amplio y bellamente ajardinado Parque del KLCC y encontrarnos ya de noche con las mejores vistas de las Petronas.
Acercándonos a ellas, nos encontramos una enorme fuente en la que había un espectáculo de luz y sonido. No sabemos si el espectáculo es diario o solo los sábados que es el día que nosotros lo vimos. No era tan grandioso como el de Dubai, pero el colorido, la música, los rayos laser y la alegría de los espectadores denotaban perfectamente el gusto asiático. Aquí os dejamos un enlace a un video no de muy buena calidad (se hizo con móvil).
Nos sentamos en un bar con terraza con vistas a las fuentes y a las torres, y desde aquí paseo tranquilo por el parque para seguir haciendo fotos. No tardaron varios transeúntes en ofrecerse para sacar la foto que nos inmortalizara juntos frente a las Torres Petronas.
Las Torres gemelas Petronas de 88 plantas y 451,9 metros y, también conocidas como KLCC, son las estructuras gemelas más altas del mundo. Inspiradas por las formas geométricas de la arquitectura islámica, esta reluciente mega estructura fue diseñada por el arquitecto argentino-estadounidense Cesar Pelli. Dentro y al lado de las Torres se encuentran otros lugares de interés como son el Complejo Comercial de Suria (Suria Shopping Complex), el Petronas Philharmonic Hall, el Centro de las Ciencias de Petrosains (Petrosains Science Centre), la Galería de Arte de Petronas (Petronas Art Gallery) y el Centro de Convenciones de Kuala Lumpur (Kuala Lumpur Convention Centre), donde se encuentra el oceanario Aquaria.
Tantas cosas que ver y sin tiempo para hacerlo.... Sólo mirarnos y comprendimos que sería bueno volver a esta ciudad y conocerla con más detenimiento.Eran casi las 12 y llevábamos 48 horas sin tocar una cama. Al día siguiente salía nuestro avión hacia Camboya a las 12:00 h., así que con la suerte de no estar muy afectados por el “jet lag” descansamos todo lo que pudimos esperando el siguiente día. El día 29/06/2014 amaneció con un sol radiante y nosotros bastante descansados. El desayuno en exclusiva en la planta 19 para clientes Level, en la que no sólo podías comer y beber lo que allí se ofrecía si no que te traían cualquier otra cosa que solicitaras, así que aprovechamos a pedir cafés expresos de máquina y botellas de agua con gas.
Un estupendo desayuno mientras que nos preparaban el check out y nos hacían saber que nuestro taxi al aeropuerto nos estaría esperando en la puerta del hotel a la hora prevista. Excepcional servicio el que tuvimos allí y además esforzándose por hablar español. Nos despedimos cordialmente de la relaciones públicas hasta nuestra vuelta de Camboya ya que reservamos otra noche antes de ir a Dubai y ella no hacía más que preguntarnos si habíamos estado a gusto allí. Nos dirigimos hacia la puerta del hotel esperando nuestro taxi. Hacer constar que los taxis azules son los que ponen el taximetro y el con el resto hay que negociar el trayecto.
De vuelta al aeropuerto y otros 45 minutos de carretera y 20 € más de gasto. El aeropuerto funcional, sencillo y moderno. Allí no hay tiempo de aburrirse, multitud de tiendas con escaparates preciosos y precios muy asequibles, hacen que la espera sea más llevadera.
El check in con Air Asia fue rápido, estaba todo en orden, la gente llevaba su tarjeta de embarque impresa, había suficiente personal atendiendo y las indicaciones eran claras y sencillas tanto en los paneles como en el mostrador. Tuvimos tiempo de sobra para embarcar, no pensábamos que iban a ser tan ágiles y profesionales. Cogimos un carrito para las maletas de cabina y salimos a pasear por el exterior del aeropuerto desde donde se pueden observar a los aviones despegando y aterrizando.
Como consejo os diremos que si sólo vais a pasar unas horas en Kuala Lumpur, es preferible alojarse junto al aeropuerto, o en las inmediaciones del circuito de F1 de Petang que está cerca, no es nada caro y os evitaréis tiempo y gasto de transporte. Nosotros decidimos ir al centro tanto en el viaje de ida como a la vuelta, por conocer la ciudad y la verdad es que nos encantó.