Al recorrer la zona colonial de Santo Domingo (y más siendo español) se siente la fascinación de sus más de 500 años de vida. Pasear por calles centenarias y contemplar las casas coloniales que, a pesar del tiempo, mantienen su encanto, tanto en sus fachadas como en su interior es algo que irremediablemente nos traslada a la España del siglo XVI. Existen multitud de guías y relatos sobre el centro histórico, nosotros no vamos a descubrir nada nuevo y más después del espléndido recorrido que nos marcó y que seguimos el artículo "Qué ver en el Casco Viejo de Santo Domingo" de Héctor Navarro autor de "Mi Baúl de Blogs".
Nuestra intención es que se disfrute con la lectura al igual que nosotros hemos disfrutado de la ciudad y para ello describiremos las sensaciones, anécdotas y la historia que acompaña a cada uno de los monumentos visitados en la zona colonial de esta singular ciudad de América donde empezó la aventura y el descubrimiento de un nuevo continente, un Nuevo Mundo.
UN POCO DE HISTORIA
El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón desembarca en América, aunque todo lo relacionado a la figura y vida de Colón va acompañado de un halo de misterio, desde su nacimiento, el lugar exacto de su desembarco en América e incluso donde reposan sus restos, parece ser que primero desembarcó el almirante en la isla de Guanahani a la que llamó San Salvador, después en alguna isla más de las actuales Bermudas, más tarde lo hizo en la isla de Cuba y por fin en la isla que bautizó como "La Española" que actualmente ocupan los estados de Haití y República Dominicana. Os recomendamos leer un fenomenal artículo escrito por Roque Daniel Favale, Cristóbal Colón y el enigma de la primera recalada.
Fue allí donde la carabela Santa María encalló y con sus restos se construyó la primera edificación defensiva en América, el Fuerte Navidad. Los españoles se asentaron por toda la isla desde su descubrimiento y fundaron oficialmente la primera ciudad de América en la ribera del río Ozama con el nombre de "La Isabela" en honor a la reina de España en 1494. La Isabela fue dañada por huracanes pero fue reconstruida al otro lado del río Ozama y la llamaron Santo Domingo parece ser que en honor al padre de Cristóbal Colón, Domenico Colombo e hicieron coincidir la fecha de su inauguración con la festividad del santo, el 5 de agosto de 1498 convirtiéndose en el lugar del primer asentamiento europeo en América y primera capital de España en el Nuevo Mundo. Los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, concedieron en el año 1508 a la Villa de Santo Domingo el privilegio de poseer un escudo de armas, el primer escudo concedido por la Corona Española a una ciudad en el Nuevo Continente y que aún hoy se conserva.
Santo Domingo fue destruida de nuevo por un huracán en 1502, y el nuevo gobernador Nicolás de Ovando la hizo reconstruir con una gran muralla defensiva que todavía se puede apreciar hoy en día en la zona colonial y que junto a una impresionante colección de edificios e iglesias del siglo XVI, reflejan el estilo arquitectónico de la época, lo que le ha hecho ser merecedora de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990 y dice así:
"Fundada seis años después del descubrimiento de la isla por Cristóbal Colón en 1492, Santo Domingo es la ciudad donde se construyeron la primera catedral, el primer hospital, la primera universidad y la primera aduana del continente americano. La ciudad colonial fue construida con arreglo a un trazado en damero que sirvió de modelo a casi todos los urbanistas del Nuevo Mundo".
NUESTRA VISITA A LA ZONA COLONIAL
Que mejor punto de partida que alojarnos en el mismo Parque Colón, el más pintoresco de la zona colonial y antigua Plaza Mayor de la ciudad. Escogimos el hotel Conde de Peñalba, enclavado en un edificio con historia, pero sin más pretensiones que ofrecer un alojamiento céntrico. El mantenimiento y la atención dejaba mucho que desear, el mobiliario antiguo y con acceso de escaleras bastante dificultoso para subir con maletas. El precio es caro comparado con la calidad que ofrecen, 70€ por noche sin desayuno.
El hotel debe su nombre a un noble español que fue gobernador de la isla y que consiguió derrotar a los ingleses con el reforzamiento de la muralla que protegía la ciudad de Santo Domingo. La calle y la Puerta de El Conde se llaman así en su honor. Sin embargo, las vistas y la terraza que nos asignaron eran magníficas, pudiendo contemplar a menos de 30 metros de distancia el Palacio Consistorial, un histórico edificio del siglo XVI que sirvió como residencia del alcalde. En el siglo XIX fue completamente remodelado en estilo neoclásico propio de la época y a principios del siglo XX se le añadió la torre de 29 metros de altura donde se puede ver el reloj, que por cierto, no funciona.
Durante la estancia en la capital Santo Domingo nuestro primer recorrido por el centro histórico de la ciudad fue el siguiente:
En este primer paseo pudimos contemplar los siguientes monumentos:
PARQUE DE COLÓN
Muy popular entre los lugareños y los turistas, ofrece muchas oportunidades para observar a la gente, siendo todo un espectáculo observar el gentío variopinto que discurre por el parque. Fue siempre la Plaza Mayor de la ciudad, pero quedó renombrada después de su conversión en parque público con la imponente escultura de Cristóbal Colón a finales del siglo XIX.
La proximidad del Parque Colón a monumentos como la Catedral Primada de América, el Palacio Consistorial y a la calle más comercial conocida como la Calle del Conde, lo convierten en el lugar perfecto para comenzar un día en la antigua Zona Colonial de la ciudad. Desde aquí sale el trenecito turístico llamado "Chou Chou" que recorre la zona colonial, pero que creemos tiene un precio abusivo, nada menos que 12$ (10€) por persona por un trayecto de apenas 45 minutos.
CATEDRAL PRIMADA DE AMÉRICA
Sin duda la joya del parque, una autentica maravilla de edificio cuya primera piedra la puso Diego Colón, el hijo del descubridor. La Catedral de Santo Domingo es la más antigua de América, consagrada por el papa Julio II en 1504. Cuarenta años más tarde, el papa Paulo III la elevó al rango de Catedral Metropolitana y Primada de América a petición del rey Carlos I de España. Fue saqueada por el pirata Drake en 1586 y convertida en su cuartel general durante la invasión de la ciudad. Durante un tiempo los restos de Cristóbal Colón descansaron en esta Catedral.
Su nombre completo es Catedral Metropolitana Santa María de La Encarnación, Primada de América. Y se denomina "primada" porque hubo una época en que tenía la facultad de conceder indulgencias a los penitentes que entraban por la Puerta del Perdón, que desapareció después del Concilio de Trento.
Es totalmente recomendable su visita, la entrada vale 100 pesos (2€). Recorriendo su interior se pueden observar grandes obras de arte como la tabla de la Virgen de Altagracia, datada en 1523, o el cuadro de la Virgen de La Antigua donado por el mismísimo Colón. Existen mezclas de varios estilos como el gótico en la bóveda, uno de sus elementos más importantes, el renacentista en los arcos de las catorce capillas laterales y el barroco en la ornamentación y retablos. La visita debe hacerse con calma pues hay mucho que ver.
Su exterior construido con piedra calcárea que con el reflejo del sol adquiere cierto tono rojizo muestra un estilo gótico con adornos renacentistas propios del siglo XVI. Posee tres puertas de entrada, dos en estilo gótico y la principal en estilo plateresco. Carece de torre de campanario que indudablemente habría ofrecido una vista imponente de la ciudad, debido a la escasez de fondos que limitó la construcción. Y lo que no puede faltar es un paseo recorriendo todo su perímetro exterior, donde nos encontraremos plazas y callejuelas con cierto aire antiguo y colonial.
CASA DE TOSTADO
Enfrente de la parte trasera de la Catedral se encuentra una de las primeras casas nobles de la ciudad, construida en 1505 que toma el nombre del escribano del gobernador, D. Francisco Tostado de la Peña. La casa se consideró la más lujosa de la Colonia. Pero lo verdaderamente especial de esta casa es que posee la mejor ventana geminada de estilo gótico isabelino en la América colonial.
Desde allí nos dirigimos al conjunto monumental de la Orden Dominica, imprescindible visita de la zona colonial.
CONJUNTO MONUMENTAL DE LA ORDEN DOMINICA
Serie de edificios construidos por la Orden de los Dominicos y que hoy en día son sedes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Empezamos viendo la llamada Quinta Dominica, una antigua celda monacal del siglo XVI que posteriormente se convertiría en una ampliación de la Universidad. Actualmente se utiliza como centro cultural. La entrada es gratuita, aunque su acceso no está señalado en ningún sitio. Se puede ver un grabado de los pocos mapas que dibujara Colón. Conserva en su jardín restos de los muros coloniales.
Justo al lado y tampoco señalizada se encuentra la entrada a la Capilla de la Tercera Orden Dominica, que forma parte del conjunto arquitectónico integrado por la Iglesia, el Convento y el edificio de la Universidad, levantada durante el siglo XVIII. Constituida por una sola nave y cuatro capillas laterales adosadas a la misma. El sistema de cubiertas abovedadas fue realizado en ladrillo, así como buena parte de los muros y sobretodo la fachada principal. Convertida actualmente en sala de exposiciones de pintura y artesanía.
Nos quedaba por ver uno de los monumentos más hermosos de la ciudad colonial, nos referimos a la Iglesia-Convento de los Dominicos. inexplicablemente poco visitada. De hecho y tal como le ocurrió a Héctor Navarro (Mi Baúl de Blogs) pudimos verla estando completamente solos. La Iglesia y Convento cuentan con una bella portada, mezcla típica colonial de estilos arquitectónicos como el gótico, barroco y gótico isabelino, presenta detalles en cerámica y un pequeño rosetón.
Aunque mal indicado, entramos a través del recinto de la actual Universidad Autónoma de Santo Domingo, allí una funcionaria con cara de pocos amigos, nos vendió el ticket de acceso por 60 pesos (1,20€) por persona y nos advirtió: "No toda la Iglesia es visitable", "No hay luz dentro de la capilla" y "Tampoco hay auriculares para explicaciones". En fin, que íbamos entendiendo el porqué de la escasez de visitas.
Accedimos por un bonito claustro con un bello y cuidado jardín en su patio y en el que se observan sus características de origen, aunque haya sido remodelado en múltiples ocasiones, bien por incendios, huracanes o guerras. Se empezó a construir a partir de 1501 y finalizó en 1531, aunque los monjes vivieron en ella mientras estaba en construcción. Desde su llegada a América, la orden de los dominicos participó activamente en la vida de la ciudad, advirtiendo sobre los abusos cometidos por los conquistadores en contra de la raza nativa, reclamando los derechos humanos en una sociedad que permanecía todavía con mentalidad medieval, esclavista y desprovista de todo sentido de igualdad. Llegando las noticias a los Reyes Católicos, éstos relevaron del cargo de virrey de las Indias a la familia Colón y cesaron a varios cargos como gobernadores y militares. El convento fue un lugar en el que se daban clases y se convertiría con el tiempo en la primera Universidad de América veinte años después de su construcción. Nacía así la Universidad de Santo Tomás de Aquino que sería la primera universidad de América.
La iglesia tiene en su interior una bonita capilla, aunque solo pudimos verla a oscuras, con la poca luz natural que entraba por sus vidrieras. Como dato destacado es importante saber que es la capilla más antigua de toda la ciudad, donde se venera a la Virgen del Rosario, la cual es la patrona de los dominicos y fue el lugar en el que se bendijo la expedición que tenía la intención de colonizar lo que hoy conocemos como Guatemala. Conocida como Capilla de Nuestra Señora de la Virgen del Rosario, está construida con materiales sencillos, con una sola nave y tiene algunos elementos decorativos en su interior a destacar, como por ejemplo que la bóveda de la capilla está decorada con los signos del zodíaco, algo inusual, solo visto en tres Iglesias católicas del mundo, ésta, la de Salamanca y la de Medina de Río Seco.
CALLE DE LAS DAMAS
Originalmente llamada Calle de La Fortaleza, es la primera calle pavimentada en las Américas, la calle más antigua del Nuevo Mundo, realizada en 1502. Adquirió su nombre actual gracias a la esposa de Diego Colón y sus amigas, que tenían el hábito de pasear por la calle todas las tardes, si el clima lo permitía.
María de Toledo, que así se llamaba la esposa del hijo de Colón, era una noble de alta alcurnia, nada menos que sobrina nieta del rey Fernando II de Aragón. El grandioso fuerte, las antiguas residencias nobles y otros edificios coloniales que se alinean en la calle se han convertido hoy en día en museos, hoteles y edificios gubernamentales, es todo un lujo pasear por ella y acceder a los edificios más emblemáticos de la capital dominicana.
FORTALEZA OZAMA
Al principio de la calle de las Damas nos encontramos con el edificio histórico más monumental de Santo Domingo, la Fortaleza Ozama, entramos por la bella puerta de piedra llamada de Carlos III y pagamos la entrada (70 pesos) 1,5€ por persona. Como habíamos dicho anteriormente, después de un huracán devastador, el nuevo gobernador Nicolás de Ovando seleccionó el asentamiento de una colosal muralla y una fortaleza en la confluencia del del Río Ozama y el mar Caribe. Esto ocurría en 1502, por lo que la Fortaleza Ozama, se convierte en el edificio militar colonial más antiguo del Nuevo Mundo.
Durante siglos el fuerte sirvió como guarnición militar y prisión. Se han colgado en su Torre del Homenaje diversas banderas en el curso de la historia: España, Inglaterra, Francia, Haití, Gran Columbia, los Estados Unidos y la República Dominicana. Edificio robusto con paredes de 2 a 3 metros de espesor que contiene docenas de troneras de fusileros y con un mirador en la azotea de la torre que ofrece vistas de 360 grados de la ciudad. Imprescindible subir las escaleras hasta la parte superior del fuerte para disfrutar de la vista panorámica.
A la derecha de la torre, sólida y sin ventanas, se encuentra El Polvorín, que se añadió a mediados del siglo XVIII con la estatua de Santa Bárbara (la patrona de la artillería) y el escudo de Carlos III sobre la puerta.
En el gran patio y junto a los muros del fuerte hay dos filas de cañones: las primeras datan de 1570, la segunda fue agregada a mediados del siglo XVII. Ambos sirvieron como la primera línea de defensa para el puerto de la ciudad. Se construyeron viviendas, ahora casi completamente destruidas a lo largo de la muralla de la ciudad a fines del siglo XVIII.
En la explanada hay una estatua de bronce de Gonzalo Fernández de Oviedo, quizás el cronista militar más conocido del Nuevo Mundo y alcalde de la fortaleza durante más de 25 años.
CASA DE BASTIDAS
También situado en la calle de las Damas se encuentra un edificio colonial construido en 1505 que sirvió como residencia del explorador y conquistador Rodrigo de Bastidas, también alcalde honorario de Santo Domingo.
El edificio de 3,000 metros cuadrados se levanta alrededor de un patio central de forma rectangular. La casa ha sido remodelada recientemente, respetando su esencia y aspecto original y es visitada por bastantes turistas, pero no para admirar su historia y construcción, sino porque se ha ubicado allí, el Museo del Niño, un museo interactivo y dinámico que abarca numerosas temáticas como el universo, el ser humano, la energía, la Tierra, etc. Por lo que desistimos de visitarla por dentro.
PLAZA MARÍA DE TOLEDO
Seguimos por la calle de las Damas y nos encontramos con el Parque María de Toledo, un homenaje a la mujer de Diego Colón. No tiene origen colonial pero los edificios que la rodean, sí. Situada en el espacio que ocupara originalmente una vivienda del siglo XVI que se derrumbó.
En la pared sur se encuentran, tallados en piedra, los nombres de los primeros caballeros que fundaron, junto al comendador Nicolás de Ovando, la ciudad de Santo Domingo en 1502. Cuenta con una fuente, bancos, suelo de ladrillos y un frente con dos arcos pintados de blanco que sostienen los antiguos coloniales. El lugar es bastante acogedor y durante los domingos se celebra un popular “Mercado de Pulgas” donde se pueden encontrar antigüedades y curiosidades. Lo aprovechamos para hacer un pequeño descanso en nuestra ruta.
PANTEÓN DE LA PATRIA
Situado justo al lado de la plaza María de Toledo se encuentra este edificio neoclásico que fue originalmente una iglesia jesuita y de hecho, aún hoy en día, se le conoce popularmente como la Iglesia de los Jesuitas. La construcción comenzó en 1714 y finalizó en 1755. Perdió su carácter religioso en 1772 al ser expulsados los jesuitas de los dominios españoles. Después de ser desacralizada, la estructura sirvió para una variedad de propósitos, incluyendo un almacén y un teatro.
En 1958, el dictador Rafael Trujillo convirtió el edificio en un santuario para ilustres dominicanos, tal vez esperando tener sus propios restos enterrados allí después de su muerte. El impresionante candelabro fue un regalo del dictador español Francisco Franco. Permanentemente hay un guardia presidencial con su traje de gala velando la llama eterna y los sepulcros de héroes de la Nación. Y llegamos al final de la calle de las Damas, pero antes una parada en un original monumento.
RELOJ DE SOL
Columna de piedra construida en 1753 en la plaza contigua del Palacio de los Gobernadores Generales o Capitanía General por el gobernador Francisco Rubio y Peñaranda. Fue uno de los primeros dispositivos que cuentan el tiempo construido en América, y sigue siendo precisa en la actualidad. Sus caras sur y oeste, permiten la lectura horaria diurna mediante la proyección de la luz solar, posicionado para que los funcionarios, jueces y soldados de la Sala del Real Acuerdo y en las Reales Audiencias pudieran ver el tiempo con solo una mirada desde sus ventanas orientales.
MUSEO DE LAS CASAS REALES
Pues solo faltaba por ver en la calle de las Damas, el edificio que fue en su día el primer Tribunal de Justicia de América, así como un edificio colindante que funcionó originalmente como Palacio de los Gobernadores Generales y Capitanía General. Construidos en el siglo XVI, aunque el portal principal es una copia fiel del original, con el marco del arco labrado en piedra y los escudos del emperador Carlos I, así como los concedidos a la isla Española y a la ciudad de Santo Domingo.
En la actualidad, ambos edificios albergan el Museo de las Casas Reales, otra de las visitas imprescindibles en la zona colonial, ya que es uno de los museos más completos del continente americano. La entrada cuesta 100 pesos (2€)
Las salas están ordenadas por épocas y cuenta la historia de la República Dominicana desde su descubrimiento en 1492 hasta su Independencia de España en 1821.
El museo tiene dos plantas, la planta baja se explica la temática relacionada con el Palacio de la Real Audiencia y Contaduría General, la Cancillería de Indias y los Cabildos con sus funciones y competencias. Se han mantenido en su lugar original a modo de dioramas a escala natural, la Sala del Real Acuerdo, el Despacho del Oidor y del Secretario de Audiencia.
De igual manera, el Palacio de Gobernadores y Capitanes Generales se ha mantenido como tal, acondicionándose como dioramas salas ambientadas con el mobiliario y todos los elementos que permiten recrear el Gran Salón de Recepciones de los Gobernadores y el Despacho del Capitán General. En las salas restantes se exponen los hechos más sobresalientes de la historia naval y militar. Hay colecciones de numismática con monedas de diferentes épocas, así como de instrumentos marinos.
Las salas de la primera planta están organizadas por temas: los antecedentes del Descubrimiento, los inventos que hicieron posible la navegación en alta mar; el Descubrimiento, la Conquista, Colonización y Evangelización del Nuevo Mundo, La Piratería en América, la Esclavitud, y la Industria Azucarera y los Ingenios.
Se recrea una botica del siglo XIX y una impresionante colección de armas que cubre varios períodos y épocas históricas. Es una visita que tomará al menos una hora, por lo que se ha de visitar antes de las 16:00h ya que su hora de cierre es a las 17:00h.
Fue nuestra última visita por ese día, descansamos un poco en el hotel, nos cambiamos de ropa y fuimos a cenar. El resto de la visita a la ciudad de Santo Domingo se puede leer en los siguientes artículos: Santo Domingo y su zona colonial II. Aquí empezó el Nuevo Mundo y en Cueva de Los Tres Ojos: Joya Natural en Santo Domingo.
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