Un poco de historia
Xian o Xi’an es la capital de la provincia china de Shaanxi, reconocida como cuna de la civilización china, sede de varias dinastías durante más de 1.100 años y también histórico punto de partida (o punto final; según se mire) de la legendaria Ruta de la Seda iniciada por Marco Polo. Situada en las proximidades de la llanura del Río Amarillo, cuenta con una historia de más de tres mil años, aunque según los restos arqueológicos, el llamado Hombre de Lantian, descubierto en el condado del mismo nombre parece ser que ya habitaba estas tierras hace 800.000 años. Fue durante la dinastía Qin (221-207 a.C.) cuando la ciudad de Xian se convirtió en la capital del país unificado.
En la época del Imperio Romano, Xian triplicaba en población a Roma, lo que da una idea de su importancia y cuando se produjo la unión transcontinental entre Oriente y Occidente mediante la Ruta de la Seda llegó a superar los dos millones de habitantes y a tener un crisol único en el mundo conocido de entonces de culturas, religiones, mercaderías y civilizaciones, algo que todavía se puede admirar entre sus callejuelas, mercados y lugares históricos. Se dice que si uno quiere ver la China de hace dos mil años, debe visitar Xian. Actualmente es la mayor urbe del noroeste de China y la cuarta en importancia del país, tiene una población superior a los ocho millones de habitantes y se encuentra experimentando un crecimiento urbanístico espectacular. Aunque el 99 por ciento de sus habitantes pertenecen a la mayoría Han, viven en ella unos 60.000 musulmanes de la minoría Hui que conservan sus tradiciones, religión, idioma y cultura e incluso una muy peculiar mezquita.
El legado derivado de los reinos que se establecieron en Xian no es poco y conserva varios estilos arquitectónicos en sus calles y edificios, herencia de su pasado histórico. Además del conocido mundialmente como el Ejército de Terracota, uno de los lugares más visitados de toda China después de la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida de Pekín, dentro de la propia ciudad se encuentran varios monumentos declarados Patrimonio Nacional Protegido, entre los que se incluyen las puertas de la ciudad antigua, murallas, mausoleos, palacios, templos budistas, monasterios, la Gran Mezquita con singular estilo arquitectónico chino, y sus calles impregnadas del sabor de la antigua China.
Por último, en esta breve introducción sobre la ciudad de Xian recordar que es parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad dentro del apartado "Ruta de la Seda: Corredor Chang'an-Tian Shan" con 33 lugares aportados por China, Kazajistán y Kirguistán, a Xi´an le asignan cinco de ellos y son los siguientes:
Palacio de Weiyang, Xi'an, provincia de Shaanxi Palacio Daming, Xi'an, provincia de Shaanxi Gran pagoda del ganso salvaje, Xi'an, provincia de Shaanxi Pequeña pagoda del ganso salvaje, Xi'an, provincia de Shaanxi Templo de Xingjiao, Xi'an, provincia de Shaanxi
Nuestra visita
Llegamos a Xian con un vuelo de Air China desde Pekín en apenas dos horas, nos llevaron a cenar a un sofisticado pero tradicional restaurante chino y nos alojamos en el el Hotel Grand Noble que sería nuestro alojamiento durante dos noches. Un muy buen hotel y muy cerca del centro que nos permitió conocer andando los monumentos que estaban enclavados en la parte antigua de la ciudad.
Al día siguiente nos levantamos temprano para ir al Museo de los guerreros de terracota, cuyo relato podéis leer en "Los Guerreros de Terracota en Xi´an (UNESCO). Como ir y como visitar su museo. China" y a la vuelta empezamos a visitar lo esencial de la ciudad de Xian.
Desgraciadamente nuestra visita se redujo prácticamente a un solo día en la ciudad porque estaba así especificado en el programa, pero os aseguramos que la ciudad de Xian merece algo más de tiempo para recorrerla y merece mucho la pena tener allí una estancia de al menos 2 días. Fue la sorpresa agradable del viaje a China. Es una ciudad fascinante, divertida y bulliciosa, sus encantos se hacen patente tanto de día como de noche con iluminaciones espectaculares. Al menos de lo que vimos os relatamos y relacionamos los lugares que merecen la pena ver y visitar.
Muralla Medieval
Consta de un total de catorce kilómetros de longitud cerrando en forma de cuadrado la antigua capital del Imperio chino, con cuatro puertas, una en cada uno de los puntos cardinales tal y como tiene también la Ciudad Prohibida de Pekín. La más monumental es la Puerta Sur, también llamada Puerta de Yongning, donde existe además un puesto de alquiler de bicicletas por si se quiere recorrer el trazado amurallado pedaleando. Es la muralla más completa que ha sobrevivido en China, además de ser uno de los mas grandes sistemas de defensa militar antiguos del mundo. No tuvimos oportunidad de verlas de cerca y tan solo pudimos tomar fotos desde el autobús que nos trasladaba.
Pagoda del ganso salvaje gigante
También con desplazamiento en autobús tuvimos ocasión de conocer la Pagoda del ganso salvaje gigante, situada en la parte sur de la ciudad, a unos cuatro kilómetros del centro, fuera de las murallas de la ciudad.Ubicada en el Templo Dacien que fue el templo imperial más espléndido de la antigua Xian, es la torre antigua más famosa de la ciudad y un lugar sagrado para los budistas. Se agregó a la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad en el año 2014. Originalmente construida en el siglo VII durante la dinastía Tang. Funcionó para recolectar materiales y objetos budistas que fueron tomados de la India por monjes budistas que viajaron hasta allí con esa intención. Por la noche, junto al Templo se representan elaborados espectáculos de agua y luces.
Templo Jianfu y la Pequeña Pagoda del Ganso Salvaje
La Pequeña Pagoda del Ganso Salvaje se encuentra en el eje central del Templo Jianfu en el sur de Xian parte del patrimonio artístico de las arquitecturas budistas de la dinastía Tang y también catalogado como parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad que constituye la "Ruta de la Seda: Corredor Chang'an-Tian Shan"
Testigo de cómo el budismo se introdujo en China y se integró con la cultura de la nacionalidad Han. En el Período Jinglong (siglo VIII) se construyó la "Pagoda del Templo Jianfu" para almacenar los sutras budistas (discursos dados por Buda o alguno de sus discípulos más próximos) y albergar escrituras sagradas que el monje Yi Jing había traído de la India.
Debido a que se parecía a la "Pagoda del Ganso Salvaje" pero un poco más pequeña, a la "Pagoda del Templo Jianfu" se le cambió el nombre por "La Pagoda del Ganso Salvaje Pequeño", mientras que a la "Pagoda del Ganso Salvaje" del Templo Dacien se le cambió por "La Pagoda del Ganso Salvaje Gigante".
Su característica es que la altura y la longitud de la línea lateral de cada piso disminuyen progresivamente pareciendo una pirámide rectangular, con un bello diseño y proporciones perfectas. Dentro de la pagoda, una estrecha escalera de madera llega hasta la azotea, lo que requiere un gran esfuerzo por parte de quienes realicen el ascenso. No se recomienda ascender a niños y personas con mal estado físico. Lo que si es recomendable es pasear por la extraordinaria rosaleda que tiene el Templo en su patio interior.
Si el patio interior es hermoso, los jardines exteriores son un remanso de paz y tranquilidad y en el que además hay alguna atracciones, museos y puestos artesanos. Tuvimos la posibilidad de disfrutarlos durante más o menos una hora, antes de que nuestro autobús nos recogiera en la salida norte de los jardines.
Campana de la mañana de la pequeña pagoda del ganso salvaje
Esta campana ha sido reconocida como una de las "ocho mejores escenas de Xi'an" desde la antigüedad. La campana original fue construida en el tercer año durante el reinado del emperador Zhangzong de la dinastía Jin (siglo XII). Se instaló en el Templo de Jianfu y tocaba todas las mañanas para rezar por la felicidad en la dinastía Qing (siglos XVII-XIX). Ahora la campana cuelga en el Campanario cerca de la pagoda y una copia cuelga en un marco de acero al aire libre para que los turistas la toquen.
Nuestro siguiente destino al que también nos llevarían en autobús fue visitar el Barrio Musulmán de Xian y en concreto la calle Huimin donde hay multitud de tiendas que venden recuerdos y artesanía china, así como puestos que venden variopinta y extraña comida callejera. La calle es muy popular entre los lugareños y los turistas por igual y suele estar muy llena de gente. Tuvimos una hora y media para recorrerlo de forma libre y esto fue lo que vimos.
Barrio Musulmán
También conocido como Huimin Jie, es el centro de la comunidad musulmana en la ciudad de Xian. Las construcciones de este barrio donde habitan 20.000 musulmanes están inspirados en los estilos de las dinastías Ming y Quing, en ellos se ubican restaurantes y tiendas y todos tienen en común que los propietarios son musulmanes.
Esta calle está pavimentada con piedra de color oscuro con multitud de árboles verdes que proporcionan mucha sombra y cuya frescura se agradece durante el verano.
Aquí se puede encontrar todo tipo de comida callejera, no solo musulmana sino la típica comida china de Xian, como el Yangrou Paomo, especie de bocadillo con pan sin levadura con estofado de cordero desmenuzado, el arroz frito con col china en escabeche, el pan relleno de vapor de Jiasan y el pastel de caquis. Por supuesto que también hay infinidad de pinchos, frituras y aperitivos locales para deleitarse con comida exótica.
Nos sorprendió la pulcritud y limpieza que hay en las tiendas de alimentación y la variedad de los mismos
La visita al barrio musulmán de Xian es uno de los imprescindibles de esta ciudad. Zona en la que se ha concentrado la comunidad Hui, el grupo étnico musulmán más importante de China. A lo largo de sus calles y callejuelas hay pequeñas mezquitas y los hombres y mujeres vestidos al más puro estilo musulmán. No faltan los bazares y por supuesto el regateo a la hora de adquirir un producto. Toda una experiencia al tratarse de un país como China. Solo nos faltaba por conocer La Gran Mezquita, pero eso lo haríamos más tarde, después de haber descansado en el hotel.
Una vez visitado los Templos, las Pagodas y el Barrio Musulmán, volvimos al Hotel Grand Noble y desde allí, una vez tomado un breve descanso, ya de forma libre, nos dispusimos a "patear" el centro histórico. Dejamos un plano de situación con los diferentes puntos de interés y que visitamos ese día.
La Torre de la Campana
Marca el centro geográfico de la antigua capital, desde este importante punto se extienden las calles norte, sur, este y oeste, conectando las cuatro puertas de las murallas de la ciudad. La Torre mide 36 metros de altura, construida en madera en el siglo XIV, es la más grande y mejor conservada de su tipo en China. Aunque posee tres capas de aleros, solo tiene dos pisos.
Tiene una curiosidad destacable, a medida que la ciudad crecía, el centro geográfico cambiaba. Y a finales del siglo XVI se decidió mover la torre 1.000 metros al este del sitio original, con excepción de la base, respetando todas las partes originales, significando un logro verdaderamente notable en la historia de la arquitectura en China.
La Torre del Tambor
Tal y como comentábamos en el artículo sobre Pekín "Qué ver en Pekín o Beijing en tres días. China" las torres del tambor y de la campana suelen estar enfrentadas para medir el tiempo, la campana se tocaba al amanecer y el tambor al atardecer. En Xian ocurre lo mismo, la Torre del Tambor es una estructura de piedra y madera (sin un solo clavo) de dos pisos con 34 metros de altura construida en el siglo XIV. En la actualidad, los visitantes pueden subir al segundo piso y disfrutar de las vistas de la ciudad, allí también hay en su interior una exposición de la cultura del tambor.
Desde este punto, se puede observar la confluencia de construcciones tradicionales con las decoraciones más vanguardistas al más puro estilo chino. A unas pocas centenas de metros visitaríamos otro templo singular.
El Templo del Dios de la Ciudad de Xian
No muy lejos de las Torres se encuentra uno de los dos únicos templos taoístas que quedan en el centro de Xian y que ha sido catalogado como un sitio histórico y cultural clave bajo protección estatal, con una historia de más de 600 años. Es muy popular entre los lugareños, que lo visitan todas las semanas para rezar y meditar. Aunque está situado en el barrio musulmán, tiene un exterior típico chino.
Nos seguimos adentrando en el Barrio Musulmán y no sin dificultad y a base de hacernos entender con la gente de allí conseguimos llegar a una de las joyas de esta ciudad.
La Gran Mezquita de Xian
Es una de las mezquitas islámicas más antiguas, más grandes y mejor conservadas que existen en China. Construida en el siglo VIII durante la dinastía Tang, esto se sabe por unas inscripciones grabadas en una tableta de piedra que se conserva en su interior. Esto fue el resultado de la introducción del Islam en el noroeste de China por parte de comerciantes árabes y viajeros de Persia y Afganistán a mediados del siglo VII, cuando algunos de ellos se establecieron en China y se casaron con mujeres de la nacionalidad Han. Y un inciso para que sepáis como se puede saber si una mujer es Han, no tienen pliegues en los párpados de los ojos.
Hay que pasar a través de varios patios para llegar al Salón de Oración. El primer patio contiene un elaborado arco de madera de 9 metros de altura cubierto con azulejos que datan del siglo XVII. En el centro del segundo patio, hay un arco de piedra con dos estelas a ambos lados, en el que destaca su espléndida caligrafía, considerándose un gran tesoro en el arte de la escritura a mano.
En la entrada al tercer patio se encuentra la Torre Xingxin, un lugar donde los musulmanes vienen a asistir a eventos de oración, una vez franqueado se llega al pabellón principal que contiene el Salón de Oración, cuyas paredes circundantes están cubiertas con diseños de colores. Este Salón puede albergar fácilmente a 1,000 personas a la vez y de acuerdo con la costumbre tradicional, los servicios de oración se llevan a cabo cinco veces al día, respectivamente, al amanecer, mediodía, tarde, anochecer y noche.
En Xian, realmente vale la pena visitar la Gran Mezquita, no solo por sus siglos de historia sino también por su diseño particular de arquitectura mixta: estilos musulmanes y chinos tradicionales.
Y llegó la noche, y con ella un espectáculo de luz y color que invita a pasear alrededor de los edificios iluminados. La enorme población estudiantil y joven de Xian y la prosperidad económica de la ciudad la convierten en un marco ideal para disfrutar de la diversión nocturna.
Los leds, neones y las linternas rojas chinas que se pueden ver encendidos por cada rincón ayudan mucho a crear un ambiente de distensión y festejo, unido a la música ambiente de los locales de ocio. Y todo ello con perfecta armonía y educación por parte de la gente joven.
Si añadimos a la gran iluminación, la viveza de los mercadillos en pleno auge, la noche de Xian se convierte en algo único. Algo que hay que conocer y vivir. Además si tenéis oportunidad, acercaros al espectáculo de las fuentes en la Plaza del norte de la gran Pagoda del ganso salvaje donde el show de música tiene el juego de luces más largo y el complejo acústico de mayor escala en el mundo, superando a cualquier hotel de Las Vegas. Nosotros no pudimos ir porque lo desconocíamos, pero debe ser algo impresionante.
Una gran ciudad Xian, que nos sorprendió muy gratamente y que desde luego vale la pena su visita no solo para conocer el Museo de los Guerreros sino para perderse y disfrutar de los excelentes rincones de la ciudad.
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