Moguer, es una localidad de la provincia de Huelva que desborda belleza, además de ser uno de los denominados Lugares Colombinos y por tanto, se encuentra en la Lista Indicativa de la Unesco desde el año 2016 para ser proclamada Patrimonio de la Humanidad junto con el Monasterio de la Rábida. Fuertemente vinculada con el Descubrimiento de América ya que en su antiguo puerto se construyó la carabela "La Niña", también Moguer es la cuna de Juan Ramón Jiménez, aquí nació y vivió el célebre poeta y Premio Nobel de Literatura, siendo esta localidad un referente en la mayoría de su obra literaria, así como su mayor fuente de inspiración, especialmente en su obra más conocida: Platero y yo.
<< Te llevaré Moguer a todos los países y a todos los tiempos, serás por mí, pobre pueblo mío, a despecho de los logreros, inmortal >>
El objetivo de nuestra visita a Moguer era seguir las huellas colombinas y nos acercamos bien tempranito a conocer esta ciudad. Lo primero que hicimos al llegar y dejar aparcado nuestro coche fue ir a la oficina de turismo que está situada en el Teatro Felipe Godínez en la Calle Andalucía, en pleno centro de la localidad.
Teatro Felipe Godínez
Fue construido en 1992, en conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América, aunque respetando la bonita fachada de la antigua Capilla del Corpus Christi, que se caracteriza por la decoración de azulejos cerámicos fabricados en Triana (Sevilla). Es una de las fachadas más bellas de Moguer. Debe su nombre al dramaturgo moguereño, contemporáneo de Cervantes. Además de teatro y salas de exposiciones, en su interior se encuentra la oficina de turismo, lugar al que acudimos para pedir información y documentación sobre Moguer.
Allí nos explicaron en qué consistía el "pasaporte Platero" que no es otra cosa que una cartilla donde pegar los sellos que te dan al visitar monumentos, museos o al degustar tapas de los bares de la localidad, para que una vez completado se obtenga un obsequio (libro) en la oficina de turismo. Ni que decir tiene que nos apuntamos y empezamos a realizar nuestra ruta por Moguer.
Ayuntamiento de Moguer
Empezamos viendo la Casa Consistorial, precioso edificio de dos alturas, incluido como Bien de Interés Cultural de los Lugares Colombinos. Construido en el último tercio del siglo XVIII con un estilo de transición entre el barroco y el neoclásico, en su fachada destaca la doble hilera de cinco arcos de la fachada. Curiosidad: Este edificio ha sido conocido en todo el Estado gracias a que su imagen aparecía en el reverso de los antiguos billetes de 2.000 pesetas.
Plaza del Cabildo de Moguer
La plaza se encuentra situada en la zona centro de la ciudad, de la que salen las principales arterias de la localidad. Rodeada de edificios blancos, contrasta el pavimento realizado con mármol, granito y piedra portuguesa.Tiene jardineras, parterres con flores, palmeras y una estatua dedicada al moguereño más universal, Juan Ramón Jiménez y a su personaje más conocido, el entrañable borriquillo Platero.
<< Platero es un burro pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.>>
Desde allí nos dirigimos a la Calle Ribera nº 2 donde se encuentra...
La Casa Natal de Juan Ramón Jiménez
Un interesante edificio construido en el último tercio del siglo XIX donde nació el poeta el 23 de diciembre de 1881. Solo estuvo allí hasta los 4 años de edad, pero sus fugaces recuerdos de su “casa azul marino” los plasmó en varias de sus obras y la inmortalizó dedicándole el capítulo "La casa de la calle Ribera" en Platero y yo, su obra más universal.
<< A mis cuatro años, me dicen parientes y conocidos de Moguer, yo contaba a todos que vivía en una casa azul marino a orillas de los Ríos Odiel y Tinto, de marismas ocres y moradas. Yo no me acuerdo de este cuento mío. Mi casa azul marino pertenece, sin duda, al reino del mi anterior.>>
Esta vivienda fue propiedad de su padre, Don Víctor, importante comerciante vitivinícola de la zona. Una mansión burguesa de finales del siglo XIX que está declarada Bien de Interés Cultural y que alberga un Museo con varias salas temáticas dedicadas a la historia de Moguer y su relación con la familia del poeta.
El Museo Casa Natal de Juan Ramón recrea el ambiente de Moguer en la época del poeta, dominado por los negocios de vinos y productos marineros, a los que se dedicó el padre del Nobel, Víctor Jiménez. La instalación se nutre también de material bibliográfico (fotografías, libros, revistas y otras publicaciones) así como un video explicativo que se visiona antes de la visita.
La recreación del despacho del padre de Juan Ramón, situado en el primer piso es otra de las secciones más interesantes de la casa y donde se explica mediante documentos la importante presencia de la familia Jiménez en la gestión vitivinícola de la zona durante la última mitad del siglo XIX.
El acceso es gratuito pero es importante, sobre todo en temporada alta, reservar cita, ya que el número de personas para acceder a la casa-museo es limitado. Dejamos la información precisa a continuación:
HORARIO DE VERANO: Del 15 de junio al 15 de septiembre
De martes a domingos Mañanas: 10:00 a 14:30 h. (Los sábados y domingos la apertura será a las 11:00 h.) Tardes: 18:00 a 20:00 h. (domingos tarde cerrado)
Visita nocturna (novedad): julio y agosto Martes: 20:00 a 23:00 h. (visita guiada a las 20:00, 21:00, 22:00 h.)
Cerrado: Domingos tarde, lunes y festivos.
INFORMACIÓN Y RESERVAS: Dirección: C/ Ribera 2, 21800 Moguer (Huelva) Teléfono: 673 398 542 Correo Electrónico: casanatal@aytomoguer.es
Facebook: http://www.facebook.com/aytomoguer.cultura
Como teníamos tiempo hasta nuestra cita en el otro museo de Juan Ramón Jiménez nos fuimos a visitar otra joya de la localidad.
Monasterio de Santa Clara
Suerte tuvimos de poder entrar en una visita guiada al monasterio sin reserva, lo mejor es pedir cita con antelación, bien por teléfono o por internet, En la página web (muy buena) se puede consultar todo tipo de información: Monasterio Santa Clara de Moguer.
Tuvimos que esperar unos minutos en la Plaza de las Monjas, donde está ubicado el Monasterio, por cierto, también recordado por Juan Ramón:
<< Y se iba a la solitaria Plaza de las Monjas a mirar la luna llena desde un banco de losas al cobijo maternal de los muros y la espadaña de la iglesia de Santa Clara.>>
Tenemos que decir que la visita fue una auténtica sorpresa porque desde que se traspasan sus muros, todo te resulta conocido, sobre todo si se ha viajado a Latinoamérica, parece un traslado a otra época, la de Colón y los Reyes Católicos. Construido a mediados del siglo XIV, el monasterio de clarisas ha sido incluido como Bien de Interés Cultural de los Lugares Colombinos. Tuvo un gran protagonismo en el Descubrimiento de América, tanto a la ida como a la vuelta del primer viaje y que explicaremos más tarde en el apartado de curiosidades. Hacemos constar que el guía fue buenísimo y la visita se hizo corta por las maravillas que encierra este monasterio tan genuino. Necesaria su visita para comprender nuestra historia y sobre todo la del Descubrimiento.
Empezamos por visitar el patio interior, que es un escenario perfecto para la reflexión y la tranquilidad.
Un claustro curioso, todo pintado en blanco que contrasta con el verde de las plantas, al parecer traídas desde América. Pues bien, la acústica de este claustro es fabulosa, simplemente susurrando en una esquina, se puede escuchar a la otra persona que esté susurrando en la esquina opuesta, algo que se menciona por ejemplo en el Templo del Cielo en Pekín como si fuera algo único y sin embargo, de este monasterio poca gente lo conoce.
Pasamos después a ver el Museo Diocesano que siempre alberga alguna exposición de interés que recorrimos con explicaciones muy detalladas de nuestro guía. Pero todavía faltaba lo más interesante.
La iglesia es la parte más noble del monasterio, tratándose de un templo gótico-mudéjar de tres naves separadas por arcos apuntados, siendo la nave central más ancha y larga que las laterales, y estando coronada por un ábside poligonal. A los pies de la iglesia se encuentra el coro a dos alturas, alto y bajo, donde se encuentra la sillería nazarí, obra del siglo XIV única en su estilo. Sencillamente magnífico y espectacular el tallado y decorado de las sillas, únicas en el mundo y que fue la mayor sorpresa de la visita.
Nos encontramos un patrimonio tan injustamente inexplorado como maravilloso y enriquecedor. Solo por este monasterio los Lugares Colombinos deberían ser Patrimonio de la Humanidad. Y ahora, vamos a ver si os sabemos contar la mayor curiosidad del monasterio. Veréis, en los tiempos de Colón (que no era ningún tonto) ejercía de abadesa Inés Enríquez, tía del rey Fernando el Católico, Colón lo sabía y se acercó al monasterio para pedir a la abadesa apoyo en su campaña. Finalmente, no sabemos bien como, Colón logró su apoyó al viaje en la Corte, pero sí sabemos que el marino pasó rezando en el convento una noche entera antes de su entrevista con los reyes. También a la vuelta del viaje, en cumplimiento de la promesa que había hecho durante una fuerte tempestad en las Azores, paso nuevamente otra noche rezando en el convento.
Si vais a visitar Santa Clara de Moguer, os explicaran esos detalles tan imprescindibles para que sepáis cómo fue y cómo se gestó una parte de la historia, porque está muy bien que los turistas vayan al Puerto Palos de la Frontera y jueguen a marineros en las copias de aquellas carabelas que llegaron a América, pero la verdadera historia se hizo aquí dentro. Riqueza y poder, pero sobre todo influencia es lo que Cristóbal Colón encontró en este lugar, imprescindible entonces y desconocido ahora. Después de haberlo visitado aseguramos que es mucho más interesante que el Monasterio de la Rábida.
Y seguimos con nuestro recorrido por Moguer. Ya había llegado la hora que teníamos concertada para visitar el segundo museo de la ciudad dedicado a Juan Ramón Jimenez.
Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez
En la casa-museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez se pueden admirar los documentos, enseres y objetos personales que mantienen vivo el recuerdo del poeta y de su esposa. Es la casa a la que se trasladó la familia de Juan Ramón 4 años más tarde de su nacimiento, situada en el nº 10 de la calle que hoy lleva su nombre. Una casa burguesa del siglo XVIII, con típicos enrejados andaluces. Una mansión propia para familias pudientes de la época a la que Juan Ramón denominó siempre como "la casa blanca".
En la casa de dos plantas, el museo se distribuye de la siguiente forma:
En la planta inferior se encuentra la biblioteca y hemeroteca personal del escritor, de un valor incalculable y que fue donada por la hija del albacea de Juan Ramón. El espacio se complementa con obras de arte de amigos suyos entre los que figura un Sorolla (no sabemos si el expuesto es original) y objetos personales.También hay infinidad de dibujos, pinturas y grabados de Platero.
En la planta superior hay varias salas temáticas, una de Zenobia donde se muestran varios paneles con datos y fotografías de su vida y su amplia trayectoria cultural, así como objetos personales, cartas, y numerosos documentos de la que fuera colaboradora incansable de Juan Ramón, además de su esposa. En otra sala está su antiguo despacho y máquina de escribir del escritor.
Varias salas están dedicadas a la vida del escritor con su esposa Zenobia, donde pueden verse algunos de sus objetos más personales como su mesa de despacho y su máquina de escribir, el telegrama original de 1956 por el que se le comunica la concesión del Premio Nóbel de Literatura, sus alianzas de boda, su dormitorio, el cuarto de baño, etc.
Como no podía ser de otra manera, también esta casa ha sido relatada en las obras de Juan Ramón:
«Casa de cal, cristal y mármol, la casa blanca con su balcón verde donde yo crecí»
La Fundación Juan Ramón Jiménez, integrada por el Ayuntamiento de Moguer, la Diputación Provincial de Huelva y la Junta de Andalucía, es el organismo encargado de promover y difundir la figura de este genial poeta y gestionar sus dos casas museos. Su página web: FUNDACIÓN JUAN RAMÓN JIMÉNEZ La información práctica es la siguiente:
Horarios Martes a Sábado Mañana: 10:15, 11:15, 12:15, 13:00 Tarde: 17:15, 18:15, 19:00 Domingos 10:15, 11:15, 12:15, 13:00 Lunes y Festivos cerrado Teléfono: 959 372 148
Dirección C/ Juan Ramón Jiménez, 10 21800 Moguer, Huelva
A continuación pasamos a recoger nuestro libro en la oficina de turismo a cambio de nuestro "pasaporte Platero" totalmente relleno. Pero no queríamos irnos de Moguer sin conocer el antiguo puerto de Palos de Moguer, desde donde partió Colón para descubrir América, y así como nos llevamos una sorpresa agradable con el Monasterio de Santa Clara, nos llevamos una gran decepción con el estado de conversación del antiguo puerto hoy llamado "Puerto de la Ribera"para diferenciarlo del "Puerto de Santa" situado más hacia la desembocadura del Río Tinto y que se creó una vez que el histórico puerto de Moguer se fue aterrando, lo que impedía el acceso a barcos de gran calado.
Un lugar histórico y que también forma parte de los "Lugares Colombinos" al que no se le puede dejar en ese estado de abandono y con una carretera casi impracticable para llegar a él ¡Suspenso a las autoridades por dejar que se degrade de esta manera!
Esto fue todo lo que dio de sí nuestra visita a Moguer y como no queremos acabar el artículo con críticas desagradables, lo haremos con una cita de Juan Ramón Jiménez a su ciudad:
<< Te he dicho Platero que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad? No; el alma de Moguer es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro como el migajón, y dorado en torno -¡oh sol moreno!- como la blanda corteza”>>
Comments