Existen dudas sobre la etimología del topónimo Orense. Hay una teoría que señala que fue bautizada por los romanos posiblemente como "La ciudad del oro" (Auriense) por la abundancia de este preciado metal. Sin embargo, otra teoría postula que el nombre de la ciudad pudiera provenir del latín aquae urente que significa "aguas abrasadoras" por sus conocidas fuentes de aguas termales, denominadas Burgas, derivado de un nombre que en latín significa pila, la palabra "burca". Pues hay una tercera teoría, en el siglo V, llegaron a Galicia los suevos, un pueblo germánico principalmente agrícola, y fundaron un reino cuya capital sería Ourense proveniente de la palabra "warmsee" que significa "lago caliente".
En todo caso, Orense u Ourense es como se conoce hoy en día a la única provincia gallega no bañada por el mar. Y ni falta que le hace, la ciudad y su provincia nos iban a regalar algunos de los más sentidos sentimientos viajeros, la belleza de sus rincones y la amabilidad de sus gentes. La visita a la ciudad la realizamos en varios periodos, pero lo resumimos todo en un par de artículos para facilitar la lectura y el relato del viaje.
EL VIAJE A OURENSE
Pudimos sacar billetes de tren a la ciudad de Ourense bastante económicos ya que hicimos uso del descuento (30%) que ofrece Mutua Madrileña a sus asegurados. Llegamos a la capital orensana en tren desde Madrid, en un agradable trayecto de 4 horas y media. A pesar de viajar en un tren Alvia la alta velocidad solo se consigue desde Madrid a Zamora, el resto del recorrido no sobrepasa los 100 Km/hora. Cuando acaben la línea seguramente se acortará en una hora el tiempo empleado para hacer el recorrido. La hora de llegada fue casi la medianoche, así que no nos quedó más remedio que ir en taxi a nuestro hotel. El trayecto nos costó menos de seis euros.
EL HOTEL
Un gran acierto fue el hotel elegido para Ourense, perteneciente a la cadena NH, ya que el trato fue exquisito y fenomenal por parte del personal del hotel. Los recepcionistas son unos jóvenes muy capacitados y amables, pendientes en todo momento de la ayuda que pudieras necesitar, de hecho su información nos fue de gran utilidad no solo en la ciudad sino también en la provincia. Asimismo, el hotel cuenta con unas instalaciones estupendas, tanto en hall como en la azotea del edificio y su ubicación es buena, estando únicamente a unos 500 metros del centro de la capital orensana.
La habitación muy confortable con una gran cama y espléndido plato de ducha. Si hay algo que reprochar son los altos precios del minibar, pues nos cobraron 7€ por dos botellas de agua (en la habitación no había lista de precios). El coste de la estancia sin embargo fue razonable, unos 200€ por las tres noches.
EL COCHE DE ALQUILER
Mediante la empresa autoeurope.com alquilamos un coche de la compañía AVIS por 51€ para tres días con seguro a todo riesgo incluido. Tuvimos que volver a la estación al día siguiente por la mañana para recogerlo y en esta ocasión el taxista se aprovechó de nosotros cobrándonos 8€ alegando que pedimos la recogida en el hotel. A ver si se dan cuenta que ganando tres euros de más fastidian la imagen de su gremio.
LA NUEVA COCINA GALLEGA
Habíamos oído hablar del restaurante NOVA de Ourense, al que le habían concedido una estrella Michelín y donde un joven chef innovador que también tiene un programa en la televisión gallega apuesta por la variedad de sabores. Nos referimos a Daniel Guzmán que junto a su primo regenta el local.
Llamamos unos días antes para reservar mesa bien para el sábado o bien para el domingo (los domingos noche y los lunes cierran) pero tal y como esperábamos estaba completo. La suerte a nuestro favor hizo que se cancelara una mesa para dos que nos ofrecieron llamando por teléfono y por supuesto aceptamos. Así que en nuestra segunda noche en Ourense acudimos a Nova para cenar.
El menú corto denominado "Raíces" con cinco platos y dos postres más pastas para el café por 30€ y 20€ por el maridaje (5 copas) nos pareció razonable para la categoría del establecimiento. Y desde luego que estuvo a la altura, una variedad de platos exquisitos, al menos para nosotros que no somos expertos culinarios, pero supo sacarnos la sonrisa de una buena velada y disfrutamos muchísimo con la cena.
Os lo recomendamos fervientemente si vais a Ourense, eso si, reservad con antelación. Es una experiencia distinta, llena de color y de sabores tradicionales pero con el toque de un artista de la cocina. Aquí os dejamos las fotos del menú y que cada uno se haga a la idea de los platos que se pueden degustar.
Finalmente agradecimos al chef que saliera a saludarnos y que se hiciera una foto con nosotros, pero también nos permitimos reprocharle que su negocio no admita la tarjeta American Express de la que somos asiduos por los seguros de viaje y los puntos que se obtienen con su pago. Una velada espléndida y una gente encantadora. Les deseamos mucha suerte y a nuestros seguidores dejamos el enlace a la página web del restaurante:
VISITA A LAS TERMAS
Las instalaciones termales de Ourense son espacios de baño para la relajación y la tranquilidad de las personas que los usan y además en cualquier época del año y prácticamente a cualquier hora del día y de la noche. En Ourense se pueden mirar las estrellas del cielo en una noche de invierno sumergido en una piscina con agua más caliente que la de la ducha de casa. Una sensación única y nosotros no podíamos irnos de Ourense sin probar las termas.
A su paso por Ourense, el río Miño, que en época romana era rico en depósitos de oro, crea un paisaje de orillas ricas en vegetación, donde aguas fluviales y termales conviven en un entorno natural inigualable a solo unos pasos del centro de la ciudad. La ruta termal del Miño comienza en la orilla derecha del río, tan sólo a unos pocos metros del Puente del Milenio, el famoso puente diseñado por Álvaro Varela.
Allí se encuentra la zona termal de la Chavasqueira, la más próxima al centro de la ciudad, en este lugar hay instalaciones privadas con ambiente de inspiración japonesa e instalaciones públicas y gratuitas donde poder darse un baño bajo las estrellas en el agua más caliente de todas las termas, nada menos que 63ºC.
Para acceder a la ruta termal hay indicadores por toda la ciudad con diferentes accesos en ambos lados del río. Lo más sencillo para ir en coche es aparcarlo en cualquiera de las explanadas habilitadas y acceder por los caminos peatonales que se extienden a lo largo de varios kilómetros por ambas orillas. La opción más turística es el tren de las termas que inicia su recorrido en la Plaza Mayor. Tiene unos horarios regulares, paradas en cada terma y un precio de solo 0,85€. Es sin duda la mejor opción para los visitantes de la ciudad.
Las siguientes termas son las de Tinteiro, con una fuente-mirador muy frecuentada por los vecinos de la ciudad y que cuenta con cuatro piscinas. Más adelante se encuentra la Estación Termal de Outarizr, la más famosa y según los lugareños la mejor. En la parte privada se ofrecen tratamientos de belleza, sauna y dos circuitos termales. Justo al lado y antes de cruzar hacia la otra orilla se encuentra la zona pública que cuenta con piscinas de agua caliente. En la otra orilla, en Reza, continua la ruta por el Paseo de la Ninfas, donde encontramos el último espacio termal de esta zona, la fuente de Reza.
Nosotros nos decidimos por Chavasqueira al ver la dificultad de llegar en coche a Outariz. La entrada son 4 euros y antes hay que rellenar un formulario médico bastante extenso. Si se padece cualquier enfermedad cárdio vascular o diabetes hay que firmar una renuncia a exigir responsabilidades a la empresa. No se pueden hacer fotos en el interior del recinto que consta de tres piscinas de agua caliente en descenso (15ºC menos en cada una de ellas), una de agua fría, una sauna y un templarium o secadero.
Las fotos que se ven a continuación son de la propia empresa y son fiel reflejo de la realidad. Se accede solo con zapatillas y bañador, no se puede pasar con nada más, incluido teléfono móvil o cartera que hay que dejar en las taquillas y se puede estar hasta un máximo de hora y media.
La experiencia fue un poco confusa, el agua está en exceso caliente y difícil de soportar, al menos en la primera piscina. No existe una sensación de bienestar a pesar de la música relajante de ambiente y el olor a ácido sulfuroso no es muy agradable, pero desde luego es algo que solo se puede hacer en esta ciudad o en Islandia. Recomendamos las instalaciones públicas donde al menos no hay sensación de encierro y las vistas a las orillas del Miño son extraordinarias.
Ya solo nos faltaba visitar el centro histórico de la ciudad y que relataremos en el siguiente artículo.
Comments