Qué ver, qué hacer y qué visitar en Mora de Rubielos, Teruel, Aragón.
Salimos de Teruel dispuestos a recorrer los escasos 50 kilómetros que nos separaban de nuestro próximo destino, Mora de Rubielos. Una bella localidad turolense de origen medieval, muy cerca de la frontera entre las provincias de Teruel y Castellón, asentada en un cerro sobre un antiguo poblado ibérico, en la comarca de Gúdar-Javalambre. Conserva su trazado urbano medieval desde su fundación en el siglo XII y edificios de singular belleza construidos hasta el hasta el siglo XVII-XVIII en la que comienza su decadencia; este núcleo urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1978. Llegamos sobre las tres de la tarde y sencillamente estaba diluviando. Dejamos el coche aparcado junto al castillo y fuimos a buscar un lugar para comer.
Encontramos un bar-restaurante en la Plaza de la Villa y allí decidimos sentarnos con la esperanza de que mientras comíamos la lluvia cesara. Una buena elección el café El Escalón para hacer una comida rápida, en el que nos encantó un plato de verduras con paté y trufa negra que estaba delicioso.
El tiempo, si bien bastante frío, nos dio una tregua con la lluvia y pudimos recorrer el centro histórico con más tranquilidad. Os dejamos un mapa de la villa. para que os orientéis. Pero antes un poco de historia.
En la villa de Mora de Rubielos se tiene constancia de su ocupación desde la edad del bronce, a partir del siglo VIII fue una importante plaza musulmana que fue reconquistada por Alfonso II hacia 1171, que con su inexpugnable castillo la convirtió en un lugar estratégico para los cristianos hasta la toma de Rubielos de Mora (villa de la que os hablaremos después) en 1204. En este momento y para su defensa se construye un recinto amurallado a los pies de la antigua fortaleza musulmana y el castillo se levanta sobre una plataforma rocosa dominando el conjunto de casas de la villa. Aquí os dejamos una fotografía extraída de la web del Ayuntamiento dónde se ve el castillo dominando el lugar.
En el siglo XIV se crea el Señorío de Mora que acabó bajo la influencia que la Familia Fernández de Heredia que se prolonga hasta el siglo XVII. El castillo pasa a llamarse Castillo de los Fernández de Heredia.
El imponente Castillo de los Fernández de Heredia es una construcción en sillería y mampostería de planta rectangular y flanqueada por cuatro torres. Consta de dos pisos y se estructura en torno a un gran patio de armas descubierto con galería formada por arquerías sobre columnas octogonales, que nosotros no pudimos visitar por estar cerrado a esas horas.
Las torres tienen diferente planta y son espectaculares. La hexagonal se cree que pudo ser la del Homenaje y alberga la iglesia. En el siglo XVII la casa Heredia crea un convento franciscano dentro del recinto que será habitado por los monjes hasta 1835, momento en que por la desamortización de Mendizábal pasaría a ser propiedad del Estado.
El castillo es en la actualidad centro de exposiciones, sede del Museo Etnológico Municipal y de los Festivales de Aragón. En 2006 el gobierno regional lo declara Patrimonio Cultural de Aragón, junto a la muralla. Muy interesante es dar un paseo por el barrio alto que rodea el castillo.
De las murallas que rodeaban la población entre el siglo XIII y el XVI quedan algunos restos de lienzo, las Torres de la Magdalena y los portales que se abrían en ellas, el de las Monjas, de los Olmos y de Teruel, más otro que cierra la Plaza Mayor.
Las Torres de la Magdalena están unidas por la muralla y se encuentran situadas en una colina enfrentada con el castillo y en origen se unía con éste por una muralla recta. La vista de todo el conjunto resulta espectacular.
La Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora (ex Colegiata), se levanta como símbolo del poder del señorío de los Heredia durante la Baja Edad Media; la iglesia es una construcción de sillería levantada a mediados del siglo XV, en estilo gótico levantino. En el siglo XV se eleva a colegiata y es a partir del siglo XVIII cuando se inicia el declive de la colegiata por causa de los sucesivos conflictos con el naciente Concejo en la villa y su definitiva pérdida de rango se produce en 1851. La Guerra Civil ocasionó numerosos daños al templo, que tras su restauración recuperaría parte de su esplendor inicial. Fue declarada Monumento histórico-artístico en 1944 y en 2004 el gobierno de Aragón la declara Bien de interés Cultural.
Nuevamente nos tuvimos que conformar con ver su monumentalidad exterior porque estaba cerrada y solamente se puede visitar en horarios de misa o con la visita guiada que organiza el Ayuntamiento.
El castillo y las murallas junto a la Iglesia gótica de la Natividad, son muestras del desarrollo alcanzado por Mora de Rubielos en la Baja Edad Media, gracias a la creación del Señorío de Mora en el siglo XIV.
En nuestro paseo por esta bella villa también nos encontramos con el Ayuntamiento del siglo XVII, calles como Cuatro Esquinas, Teruel, Pedro Esteban Bordás, Diputación o la calle de las Cruces que se inicia en el Arco del Calvario, algunas casas solariegas del siglo XV al XVIII.
Eran casi las cinco de la tarde y nos acercamos a la Oficina de Turismo porque pensábamos que la visita guiada salía a esa hora. Estaba empezando a llover y vimos que salía a las 17,15h. En la web del Ayuntamiento, que os dejamos aquí (http://www.moraderubielos.com), podéis confirmar horario, precio y día de las visitas guiadas.
Decidimos no esperar y poner rumbo a nuestro siguiente destino, Rubielos de Mora. A la salida del pueblo nos paramos para fotografiar El Puente Viejo o del Milagro, obra de manpostería con dos arcos y sobre el puente se ha restaurado el pilón del Milagro.
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